¿Qué pasará en Estados Unidos con el cierre del gobierno?
Algunas de las afirmaciones que se han estado haciendo recientemente frente a lo que le sucede al gobierno federal al producirse una falta de financiación han estado cercanas a la histeria...
01 de Octubre de 2013
Algunas de las afirmaciones que se han estado haciendo recientemente frente a lo que le sucede al gobierno federal al producirse una falta de financiación han estado cercanas a la histeria. Este fue el caso del senador Tom Harkin (Demócrata, Iowa), quien llegó a afirmar que un cierre sería “tan peligroso como la ruptura de la Unión previa a la Guerra Civil”. A continuación, las respuestas para algunas preguntas básicas relativas al cierre del gobierno ('Government Shutdown').
Pregunta: ¿Es inusual dicha interrupción de la financiación?
Respuesta: No; una interrupción de la financiación no sería ni inusual ni catastrófica. Han habido 17 interrupciones de la financiación sólo desde 1977, variando en su duración de uno a 21 días. Según la ley federal pertinente, en cuanto a las operaciones y servicios, continuarían aquellos considerados esenciales “para la seguridad de la vida humana y la protección de la propiedad”, así como aquellos programas financiados mediante asignaciones presupuestarias interanuales o permanentes.
P: ¿Qué sucede realmente durante un 'cierre' del gobierno?
R: La realidad -de acuerdo a la experiencia registrada en anteriores cierres, las pronunciaciones legales del Departamento de Justicia y las directivas de la Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB)- es que los servicios y beneficios públicos fundamentales continuarían sin interrupción. De hecho, como reflejara el Departamento de Justicia en sus opiniones legales de 1995, “el gobierno federal no estará realmente ‘cerrado’ (...) puesto que el Congreso ha estipulado que algunas actividades del gobierno deberían continuar”. Cualquier afirmación de que no aprobar una prórroga (CR) tendría como resultado el “cierre” del gobierno “es un descripción totalmente desacertada”, según el Departamento de Justicia.
P: ¿Recibirían los jubilados y los veteranos el pago de sus beneficios?
R: Sí, los pagos públicos obligatorios, tales como el Seguro Social y los beneficios de los veteranos se continuarían pagando. Durante el anterior cierre del gobierno en 1995, el 80% de los empleados de la administración del Seguro Social siguió trabajando, puesto que se les consideró "esenciales" para efectuar el pago de los beneficios.
P: ¿Se vería afectada la seguridad nacional con un cierre?
R: No; la seguridad nacional, incluído el ejercicio de las relaciones internacionales por parte del presidente, se considera una función esencial que se mantendría vigente.
P: ¿Estarían en peligro la seguridad alimentaria y farmacéutica con un cierre?
R: No. El gobierno federal continuaría llevando a cabo pruebas e inspecciones de alimentos, medicamentos y materias peligrosas, ya que se consideran esenciales para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses.
P: ¿Seguiríamos pudiendo viajar?
R: Sí; el gobierno ha indicado en cierres anteriores que el sistema de control del tráfico aéreo y el resto de operaciones para la seguridad del transporte son esenciales para la seguridad del país, por lo que continuarían funcionando. De modo tal que los controladores aéreos seguirían dirigiendo el tráfico aéreo en los aeropuertos de todo el país y Ud. seguiría siendo registrado por los agentes de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) al embarcar en un avión.
P: ¿Qué implicaría un cierre para la puesta en marcha de Obamacare?
R: Algunos apartados de Obamacare se financian con asignaciones presupuestarias interanuales y no se verían afectados por una falta de la financiación corriente. Pero otros apartados, no. Aunque puede que la Administración disponga de algo de financiamiento para continuar implementando esos apartados de Obamacare, no sería capaz de poner en marcha de forma legal la totalidad de los apartados de la ley. Sin embargo, no cabe duda de que existe la probabilidad de que el presidente afirme que todos y cada uno de los apartados de la ley son 'esenciales' y que deberían seguir funcionando incluso sin financiación.
P: ¿Qué ocurre con las actividades para el cumplimiento de la legislación federal?
R: Durante un cierre, todas las funciones de control de fronteras y cumplimiento de la legislación federal continúan vigentes. Por tanto, el FBI continuaría realizando arrestos y llevando a cabo investigaciones criminales. La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos continuaría patrullando las fronteras del país. Y la Oficina de Prisiones federal permanecería abierta y no se liberaría a delincuentes convictos.
P: ¿Habría algún problema con la supervisión por parte de la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro de nuestro sistema financiero durante un cierre?
R: No; todas las actividades esenciales para proteger los sistemas bancario y monetario de Estados Unidos, incluidos los préstamos y la recaudación de impuestos, continuarían. Así que el Servicio de Impuestos Internos (IRS) seguiría recaudando los impuestos que ayudan a pagar el funcionamiento del gobierno federal.
P: ¿Qué ocurriría en caso de producirse un desastre natural, como un huracán, durante el cierre del gobierno?
R: La ayuda en caso de emergencia o desastre se considera esencial para la protección de la vida y la propiedad, de modo que la ayuda federal en caso de desastre continúa durante un cierre del gobierno.
P: ¿Se les dará permiso a muchos empleados federales?
R: A los empleados federales que no sean considerados esenciales, se les concederá un permiso; teniendo en cuenta las anteriores interrupciones de la financiación, se trata de un número relativamente pequeño de empleados en comparación con el total de trabajadores federales. Cuando el presidente Bill Clinton vetó en noviembre de 1995 una prórroga durante una disputa con la Cámara de Representantes a causa del balance presupuestario y la reforma de la asistencia social, sólo unos 800,000 de un total de casi 4.5 millones de empleados recibieron ese permiso. En una segunda interrupción de la financiación ocurrida desde diciembre de 1995 a enero de 1996, únicamente recibieron ese permiso unos 300,000 empleados. Por tanto, la inmensa mayoría de los trabajadores federales seguirán teniendo que acudir a trabajar.