El problema no es el cierre del gobierno; es Obamacare
Tal como sucediera luego del secuestro de los fondos para la Defensa, mucha gente se despertará estos días en Estados Unidos para encontrarse con que sus vidas no han cambiado mayormente.
01 de Octubre de 2013
Tal como sucediera luego del secuestro de los fondos para la Defensa, mucha gente se despertará estos días en Estados Unidos para encontrarse con que sus vidas no han cambiado mayormente. Todos los temores relacionados con el cierre del gobierno federal -que alcanzan una proporción similar al Y2K (el cambio de la década y las computadoras) en los medios- son, en rigor, una distracción.
El problema no tiene que ver con los fondos gubernamentales. El problema es Obamacare.
La Cámara de Representantes ha introducido numerosos proyectos que proveerían de fondos al gobierno federal pero que quitarían financiamiento a Obamacare, o bien demorarían su aplicación. El Senado estadounidense ha rechazado estos planes, y los intercambios en los seguros de salud de Obamacare deberían tratarse hoy.
Sin importar el hecho de que el congreso y la Administración ya hayan demorado previsiones para Obamacare, y hayan otorgado consideraciones especiales para los sindicatos y el congreso mismo.
Creemos que los ciudadanos estadounidenses merecen una exención frente a Obamacare.
El presidente Barack Obama y el líder de la mayoría en el Senado, Harry Reid (Demócrata por Nevada) continúan yendo en contra de los deseos del público, protegiendo una ley disfuncional que ha aumentado las cuotas de salud premium, recortado las horas de empleo de los trabajadores, ha hecho más difícil conseguir trabajo, y forzado a muchos estadounidenses a salir de sus coberturas de salud existentes.
De tal suerte que la historia que interesa no tiene que ver con el cierre del gobierno, sino con la insistencia del presidente Barack Obama y del senador demócrata Harry Reid para imponerle Obamacare al pueblo estadounidense.
El congreso regatea ahora demoras sobre más aspecto de Obamacare, pero la única manera de proteger a los ciudadanos estadounidenses de los efectos enfermizos de esta ley es quitarle los fondos.
Mientras que este debate continúa en el Capitolio, los servicios esenciales del gobierno federal continuarán funcionando. Los aeropuertos seguirán en marcha, los cheques de la seguridad social serán enviados como siempre, y los militares continuarán protegiendo a la nación.
Lectura recomendada: qué sucederá durante el cierre del gobierno federal: http://www.elojodigital.com/contenido/12601-que-pasara-en-estados-unidos-con-el-cierre-del-gobierno | Diez razones por las cuales Obamacare es un programa equivocado para los ciudadanos de Estados Unidos: http://www.elojodigital.com/contenido/10993-obamacare-10-razones-por-las-cuales-es-un-plan-equivocado-para-estados-unidos
Para el presidente Obama y sus aliados, la toma de los servicios de salud motorizada por el gobierno es una función "esencial" que debe avanzar, a pesar de los fuertes desacuerdos en relación a sus efectos sobre el país. El debate no ha terminado, ni debería completarse sin antes asegurar que el gobierno federal no se apoderará de los programas de salud.
El cierre de un gobierno no es el fin del mundo, pero el cierre de Obamacare significaría un gran comienzo para una verdadera reforma en el sistema de salud.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés en: http://blog.heritage.org/2013/10/01/the-story-behind-the-government-shutdown/