La incógnita Sergio Massa
El joven y ambicioso dirigente Sergio Tomás Massa -de reconocido pasado neoliberal- alcanzó el estrellato desde el seno del kirchnerismo...
29 de Octubre de 2013
El joven y ambicioso dirigente Sergio Tomás Massa -de reconocido pasado neoliberal- alcanzó el estrellato desde el seno del kirchnerismo, y hoy se convierte en uno de los líderes de la "oposición". Se anotó el primer lugar en los comicios legislativos del próximo-pasado 27 de octubre en la Provincia de Buenos Aires, posicionándose idealmente de cara a las Presidenciales de 2015. Este abogado de 41 años y flamante Diputado Nacional electo por el distrito más populoso del país ya había logrado, durante las Primarias de agosto, un triunfo resonante.
"La política es mi forma relacionarme con el mundo", supo decir en su oportunidad Massa, líder del espectro convenientemente bautizado como Frente Renovador, Ingresó en la arena política a los diecisiete años en su rol de militante dentro de la Unión del Centro Democrático (UCeDé); conglomerado que, a comienzos de la década del noventa, se alió al peronismo y luego fue absorbido por éste, en tiempos de la Administración Menem (1989-1999). El ex presidente fue invitado de honor en la fiesta de casamiento del alcalde de Tigre con Malena, hija de Fernando "Pato" Galmarini y la Diputada (MC) Marcela Durrieu.
Tras la severa crisis económica que afectara al país a finales de 2001, otro presidente peronista, Eduardo Alberto Duhalde (2002-2003) lo designó Director Ejecutivo de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), en control del sistema de jubilaciones. En 2005, Massa fue elegido Diputado Nacional, pero renunció a su escaño para seguir al frente de ANSES a pedido del entonces presidente Néstor Carlos Kirchner (2003-2007). Muchos entre quienes le obsequiaron su voto de confianza en las urnas suelen desconocer que es el propio Massa el creador de las normativas que hacen hoy han hecho posibles la expoliación y el mal uso de los recursos de la seguridad social; ha sido el jefe comunal tigrense quien "arrimó" al polémico Vicepresidente Amado Boudou al kirchnerismo, a pesar de que, en ocasión de entrevistas periodísticas, lo niegue.
En diciembre de 2007, asumió como intendente del municipio bonaerense de Tigre, que contabiliza un aproximado de 400 mil habitantes, luego de imponerse en las elecciones con el 46,3 por ciento de los votos. Dejó el cargo provisionalmente en julio de 2008, tras ser convocado por la actual Presidente, Cristina Elisabet Fernández Wilhelm de Kirchner, con miras a ocupar la Jefatura del Gabinete de Ministros (JGM) del Gobierno Nacional.
En medio de la grave crisis política motorizada por el agudo conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario en 2008, Cristina acudió a la ascendente figura política de Massa para "oxigenar" la imagen de su Administración. El hombre de Tigre abandonó el Gabinete en julio de 2009, en medio de otra crisis en el oficialismo, surgida de la derrota de Kirchner en las elecciones legislativas; en ellas, competía como primer candidato a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires. Aunque pocos dirán que los motivos para su salida no fueron exclusivamente políticos.
Tras su abandono del puesto de Jefe de Gabinete, Sergio Tomás Massa retornó a la intendencia de Tigre, donde cosechó fama notable como administrador (los hechos distan de certificarle ese título), y este factor le granjeó la reelección en 2011. Pero Massa jamás se ocupó de subrayar sus diferencias con el oficialismo, cabalgando sobre la coyuntura y aliándose con un reducto de intendentes bonaerense peronistas críticos al Frente Para la Victoria... No sin antes acordar con la "mesa chica" del poder una salida "decorosa" con impunidad judicial para la Señora Presidente, e inmunidad para una variada gama de funcionarios hoy gravemente comprometidos en episodios de corrupción.
Finalmente, Massa ingenió el Frente Renovador como un espacio de "corazón peronista y cerebro modernista", en acuerdo con su propia definición. La ortodoxia peronista descree de este postulado: lo critica por ser un espacio "vacío" de proyectos e ideas relativas a políticas de estado y abundante en eslóganes de campaña que, por si algo faltaba, parecen ser "robados" a otros candidatos. Algo de esto debe saber Francisco De Narváez, quien apuntó sobre Massa que "Nosotros calentamos la pava, y él vino a tomarse el mate".
El posicionamiento echado mano por el jefe comunal de Tigre luego de los recientes comicios ha incomodado por igual al Gobierno Nacional y a otros peronistas disidentes que portan aspiraciones electorales. Si acaso se concretara el vaticinio del ex mandatario interino Eduardo Duhalde: "Desde 1983, nunca ganó el que dos años antes fuera 'el' candidato", Sergio Massa se habrá convertido, apenas, en una "golondrina". Solo una moda construída para durar en un comicio puntual. "Cambiar para que nada cambie" es el pensamiento que ronda las cabezas de muchos. No vaya a ser que la carencia de memoria termine legándonos otra década perdida.
En medio de la grave crisis política motorizada por el agudo conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario en 2008, Cristina acudió a la ascendente figura política de Massa para "oxigenar" la imagen de su Administración. El hombre de Tigre abandonó el Gabinete en julio de 2009, en medio de otra crisis en el oficialismo, surgida de la derrota de Kirchner en las elecciones legislativas; en ellas, competía como primer candidato a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires. Aunque pocos dirán que los motivos para su salida no fueron exclusivamente políticos.
Tras su abandono del puesto de Jefe de Gabinete, Sergio Tomás Massa retornó a la intendencia de Tigre, donde cosechó fama notable como administrador (los hechos distan de certificarle ese título), y este factor le granjeó la reelección en 2011. Pero Massa jamás se ocupó de subrayar sus diferencias con el oficialismo, cabalgando sobre la coyuntura y aliándose con un reducto de intendentes bonaerense peronistas críticos al Frente Para la Victoria... No sin antes acordar con la "mesa chica" del poder una salida "decorosa" con impunidad judicial para la Señora Presidente, e inmunidad para una variada gama de funcionarios hoy gravemente comprometidos en episodios de corrupción.
Finalmente, Massa ingenió el Frente Renovador como un espacio de "corazón peronista y cerebro modernista", en acuerdo con su propia definición. La ortodoxia peronista descree de este postulado: lo critica por ser un espacio "vacío" de proyectos e ideas relativas a políticas de estado y abundante en eslóganes de campaña que, por si algo faltaba, parecen ser "robados" a otros candidatos. Algo de esto debe saber Francisco De Narváez, quien apuntó sobre Massa que "Nosotros calentamos la pava, y él vino a tomarse el mate".
El posicionamiento echado mano por el jefe comunal de Tigre luego de los recientes comicios ha incomodado por igual al Gobierno Nacional y a otros peronistas disidentes que portan aspiraciones electorales. Si acaso se concretara el vaticinio del ex mandatario interino Eduardo Duhalde: "Desde 1983, nunca ganó el que dos años antes fuera 'el' candidato", Sergio Massa se habrá convertido, apenas, en una "golondrina". Solo una moda construída para durar en un comicio puntual. "Cambiar para que nada cambie" es el pensamiento que ronda las cabezas de muchos. No vaya a ser que la carencia de memoria termine legándonos otra década perdida.
* El autor es periodista. Reside en la Ciudad de La Plata.