Un caso reiterado: la fuerte inflación en Argentina
En un planeta en donde el 95% de los países tiene una inflación menor al 10% anual, y la mayoría inferior al 5%, la República Argentina...
11 de Diciembre de 2013
En un planeta en donde el 95% de los países tiene una inflación menor al 10% anual, y la mayoría inferior al 5%, la República Argentina integra el selecto y lamentable grupo con más de 10%, junto con Venezuela, Siria y otras pocas naciones.
Ahora bien, en el caso argentino es más trágico, ya que este país convive desde hace medio siglo con este flagelo (con excepción de un par de períodos, entre ellos la década de los noventa, en dónde se ató la moneda nacional al dólar). Es el típico ejemplo de quien tropieza, una y otra vez, con la misma piedra.
Según el economista Philip Cagan, un episodio de hiperinflación se inicia cuando existe un mes en el que el nivel de precios aumenta en al menos un 50%. Volviendo al análisis del caso de la Argentina, veamos que sucedió en 1989.
El mes en el que comienza la hiperinflación es en mayo y termina en julio de ese mismo año. Tan solo tres meses bastaron para que este fenómeno pulverizara completamente a la moneda local, el Austral, que la economía del país cayera en bancarrota y que el presidente en ejercicio Raúl Alfonsín renunciara al cargo y que se adelantara la asunción del nuevo presidente electo, Carlos Menem.
En otras palabras, la convulsión social fue más que significativa. Esto no quiere decir que los meses previos no se hubieran producido grandes niveles de inflación, de hecho la inflación de marzo y abril fue de 17% y 33% respectivamente. Pero como ya dijimos, si seguimos la definición de Cagan, la punta del iceberg fue en mayo con una inflación del 78% tan solo en ese mes.
Hoy en día, ciertamente, la Argentina todavía no se encuentra dentro de esta definición de hiperinflación, pero esto no quiere decir que le sea imposible llegar de nuevo a ese extremo. Es más, se podría decir que va en ese camino, ya que su Banco Central continúa con una política de imprimir dinero sin límites aparentes para financiar al estado nacional.
Entonces, ¿qué es lo que sucede en la Argentina de este 2013, y con un ya cercano 2014? Tal y como lo analiza el profesor Steve Hanke en un estudio del Instituto Cato, la Argentina se encuentra, junto a otros cuatro países, en la categoría de “monedas en riesgo”. Con una inflación estimada en el 60% anual, una gran brecha entre el dólar oficial y el que se vende en el mercado negro. Lo más grave del tema es que el gobierno argentino no se anoticia de la situación y la niega, tomando continuamente medidas que profundizan y aceleran la inflación.
Y, paralelamente y como suele suceder en los regímenes de corte totalitario, prohíbe a las consultoras privadas difundir los índices que miden este fenómeno (mientras desde 2007 falsea grotescamente las estadísticas nacionales para esconder la inflación y la pobreza debajo de la alfombra) o, más recientemente, parece encaminado a restringir también la difusión del precio libre (o paralelo) del dólar, en un nuevo y caricaturesco intento de tapar el sol con la mano.
Ciertamente triste para una nación que, a comienzos del siglo XX, parecía destinada a ser una potencia mundial, registrando un nivel de vida ampliamente superior al de Italia o España, compitiendo con EE.UU. en la atracción de inmigrantes, y con su economía constituyendo la mitad de toda América del Sur. Nada queda de aquel promisorio futuro.
Este artículo fue publicado originalmente en El Tiempo Latino (EE.UU.) el 6 de diciembre de 2013.
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@SNTurdo
Sobre S. Nicolás Turdo
Estudiante de la carrera de Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional del Centro (Argentina). Ha publicado en diversos medios incluyendo El Tiempo Latino (EE.UU.). Actualmente, se desempeña como pasante en el Cato Institute.