Atentados en Volgogrado ponen en riesgo los Juegos Sochi y la paz social en Rusia
La época de Fiestas en Rusia se vieron conmovidas por los brutales ataques suicida del 29 y el 30 de diciembre en la ciudad de Volgogrado...
02 de Enero de 2014
La época de Fiestas en Rusia se vieron conmovidas por los brutales ataques suicida del 29 y el 30 de diciembre en la ciudad de Volgogrado, y que dejaran como saldo al menos 31 personas muertas. Numerosos expertos consideran que estos atentados, que arribaron apenas semanas antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, representan un intento por parte de insurgentes islamistas del Cáucaso Norte para disuadir al turistas y líderes extranjeros de viajar hacia Rusia para asistir al encuentro deportivo.
Otra explicación para los ataques, aunque no necesariamente con carácter mutuamente excluyente, es que consistieron en un acto de venganza ejecutado por radicales sunitas ante el apoyo brindado por Moscú al dictador de Siria, Basher al-Assad. El pasado verano, Yusuf al-Qaradawi, guía espiritual de la Hermandad Musulmana, calificó a Rusia como el enemigo número uno del Islam Sunita.
Los ataques representan un golpe personal contra el presidente Vladimir Putin, que ha visto comprometida su situación política tras haber gastado US$ 50 mil millones para el desarrollo de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Las dos guerras libradas en el Cáucaso Norte, una por parte de Rusia versus secesionistas chechenos (1994-1996) y la otra, ejecutada por islamistas radicales con lazos comprobados con redes terroristas internacionales, incluyendo al-Qaeda (1999-2000), han convertido a la región en una zona caliente y apenas gobernable, bajo el caos inspirado por el salafismo.
El terrorismo se ha convertido rápidamente en la táctica primaria de los grupos islamistas con base en el Cáucaso Norte. Aún cuando ninguno de ellos haya reclamado autoría por el ataque de Volgogrado, los sospechosos incluyen a los grupos radicales del Cáucaso Norte conocidos como Jamaat Shariat (El Frente Daguestaní de las Fuerzas Armadas del Emirato del Cáucaso), Yarmuk Jamaat (Las Fuerzas Armadas de la Vilayat Unida [Provincia] de Kabarda-Balkaria-Karachai), Ingush Jamaat, y Riyyadus Salihin, organización dirigida esta última por Amir Khamzat. La más prominente es el Emirato del Cáucaso de Doku Umarov, establecida en 2007 y declarada como organización terrorista por el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América el 26 de mayo de 2011.
Los objetivos de estos grupos incluyen:
- Desalentar a las autoridades rusas a criterio de que éstas dejen de pelear contra los terroristas; estos grupos han implementado una estrategia de "guerra de largo plazo" con la meta de empantanar a sus adversarios a través de ataques contra objetivos militares y civiles;
-Difundir la ideología islamista "desde el ejemplo", y reclutar a jóvenes del Cáucaso Norte para su "guerra santa" contra Rusia, así como también para su "yihad" de alcance globalista;
- Pelear para lograr la creación del Imarat Kavkaz o "Emirato del Cáucaso". Esta última es una entidad estatal autoproclamada que se extendería a lo largo de todo el Cáucaso Norte. Su objetivo principal es lograr la separación territorial respecto de Rusia y la constitución de un Estado independiente, regenteado por la ley de la Sharia.
-Difundir la ideología islamista "desde el ejemplo", y reclutar a jóvenes del Cáucaso Norte para su "guerra santa" contra Rusia, así como también para su "yihad" de alcance globalista;
- Pelear para lograr la creación del Imarat Kavkaz o "Emirato del Cáucaso". Esta última es una entidad estatal autoproclamada que se extendería a lo largo de todo el Cáucaso Norte. Su objetivo principal es lograr la separación territorial respecto de Rusia y la constitución de un Estado independiente, regenteado por la ley de la Sharia.
Entertanto, la seguridad de los Juegos Olímpicos de Sochi se encuentran en jaque, y el conflicto étnico interreligioso e interétnico ha hecho pedazos la frágil paz social en Rusia. El nacionalismo ruso y el fundamentalismo cristiano ortodoxo se encuentran en su clímax, en algunos casos apoyado por el Estado en Moscú o por alguno de sus elementos; en otros, se debe a una reacción espontánea ante la creciente violencia salafita/wahabita.
En lugar de integrar a los musulmanes en la cultura rusa y de intentar alentar la tolerancia y la aceptación de los musulmanes entre etnias en Rusia, Moscú ha alejado a los musulmanes -empujándolos hacia las manos de los reclutadores terroristas.
El Kremlin ha delegado la responsabilidad para resolver este problema a líderes autoritarios corruptos de la talla del presidente checheno Ramzan Kadyrov, quien ha fallado a la hora de detener el auge del islamismo violento.
Los servicios de seguridad administrados por Moscú parecen ejecutar una muy pobre labor de inteligencia en contra de las redes terroristas, en tanto se toleran procedimientos de seguridad que se exhiben descuidados. Existe una rampante corrupción en la policía secreta rusa (FSB, Servicio Federal de Seguridad; ruso: Federal'naya sluzhba bezopasnosti) y las fuerzas de policía, que provee "protección" a comercios a cambio de pagos "por debajo de la mesa". Esta es la receta para desastres en materia de seguridad, tales como los sucedidos en Volgogrado.
Moscú debería hacer a un lado su propaganda antioccidental y reconstruir la seguridad junto a países exitosos que Rusia a la hora de combatir a redes terroristas.
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/12/31/volgograd-terror-wave-threatens-sochi-olympics-russian-civic-peace/
* Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés: http://blog.heritage.org/2013/12/31/volgograd-terror-wave-threatens-sochi-olympics-russian-civic-peace/
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@Dr_Ariel_Cohen
Sobre Ariel Cohen
Analista Investigador Senior, dedicado a Estudios de Rusia y Eurasia en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Sus artículos pueden leerse en español en el sitio web Heritage Libertad.