Think tanks pro-mercado versus burocracia estatal
En su libro 'Burocracia', Ludwig von Misses argumentó que resultaba extremadamente peligroso permitir a los burócratas y a expertos gubernamentales...
30 de Enero de 2014
En su libro 'Burocracia', Ludwig von Misses argumentó que resultaba extremadamente peligroso permitir a los burócratas y a expertos gubernamentales monopolizar la discusión sobre políticas públicas. Von Mises escribió que "la democracia se torna impracticable si los ciudadanos prominentes que ofician de líderes intelectuales de la comunidad, no se muestran en posición de formar sus propias opiniones sobre los principios políticos, sociales y económicos básicos de las iniciativas de los gobiernos. Si los ciudadanos se encuentran bajo la hegemonía intelectual de los burócratas profesionales, la sociedad se quiebra en dos castas: los profesionales en control del poder -Brahmins- y una ciudadanía crédula. Entonces, emerge el despotismo, cualesquiera sean los contenidos de las leyes y de la constitución locales". En muchos casos, los think tanks fueron creados con el fin de poner punto final a la hegemonía de la burocracia y otros profesionales allegados al poder.
Aún cuando el ranking más extensivo sobre think tanks -el informe GoToThinkTank, cuya edición 2013 se conoció la pasada semana- también incluye a think tanks 'burocráticos' o administrados por gobiernos, la gran mayoría de estas organizaciones son independientes. James McGann, quien prepara este informe, ha recopilado un listado de 6.826 organizaciones, que fueron consultadas en orden a que participasen de este esfuerzo. Existe una continuidad de importancia en el proceso, pero también se registran cambios graduales y un número superior de categorías y votantes. La cifra de aquellos que nominan y evalúan a los think tanks ha crecido a 1.947, originarios de 120 países.
Los expertos en políticas públicas han nominado a 1.647 think tanks. Los primeros puestos del escalafón incluyen a, aproximadamente, 110 think tanks orientados hacia el libremercado y sin fines de lucro. Se trata de institutos en los que la mayoría de las publicaciones y eventos describen los logros del libremercado, en tanto promueven soluciones privadas a problemas públicos.
El Instituto Cato recibió 19 menciones en diferentes categorías; la Fundación Heritage, 18; el American Enterprise Institute (AEI), 13; y el Instituto Fraser, de Canada -exhibiendo un presupuesto significativamente inferior al de sus contrapartes estadounidenses, recibió 14. De acuerdo al ránking, éstos son los think tanks líderes en América del Norte.
Si combinamos sus presupuestos, los cuatro mencionados representan más de US$120 millones en ingresos; registran más de un millón de aportantes y, aproximadamente, 600 personas que se desempeñan como expertos y personal permanente. Hoover Institution -en la Universidad de Stanford- fue rankeado en primer lugar entre los centros de base universitaria, y Mercatus -Universidad George Mason-, se ubicó en segundo lugar. Los ránkings incluyen un puñado de grupos dedicados a la defensa de principios (advocacy); Freedom Works y Americans for Prosperity cada uno obtuvieron solo una mención.
Brookings continúa ocupando el primer lugar en el ránking general. El Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (Center for Strategic and International Studies, CSIS) recibió 14 menciones y, a pesar de que la mayor parte de sus desarrollos va más allá de la economía, podría incluírse entre los think tanks líderes en materia de libremercado.
Fuera de Estados Unidos y Canada, América Latina exhibe el mayor porcentaje de institutos orientados al libremercado, cerca de los primeros puestos. Libertad y Desarrollo (Chile) fue listada en 12 categorías. Fue seguida del CIDAC (México), con 13; CEDICE (Venezuela) obtuvo ocho, y CERES (Uruguay) junto a CEP (Chile) cosecharon seis créditos. Aproximadamente un tercio de los principales think tanks de las Américas promueven el libremercado. En Europa, la cifra es bastante mejor: aproximadamente de un tercio.
En el resto del mundo, IMAIN (Ghana) califica en diez categorías, superando al Instituto Adam Smith (Reino Unido), que registró 9; y por delante de FAES (España), con seis, y la Friedrich Naumann Foundation (Alemania), con cinco. La Asociación para el Pensamiento Liberal -Association for Liberal Thinking, de Turquía- y el Instituto Bruno Leoni (Italia) con cuatro, el Instituto Lituano para el Libremercado (Lithuanian Free-Market Institute) y el Centro para la Sociedad Civil (Centre for Civil Society, India) con tres, se han convertido en notorios guías y centros educativos en sus respectivos países.
Solo unos pocos think tanks orientados al libremercado aparecen en las categorías Salud, Ciencia, Energía y Medio Ambiente. Ello podría ayudar a explicar el profundo crecimiento de los gobiernos en estas áreas.
Como se registrara en ediciones previas, el informe McGann incluye una explicación detallada de la metodología empleada, y un pedido de recomendaciones con el objetivo de introducir mejoras. Recuerda a sus lectores que fue preparado "sin el beneficio de la investigación de campo, presupuestos, ni personal". La falta de una auditoría apropiada y el modo en que la consulta fue conducida da lugar para algunas inconsistencias, la inclusión de algunas organizaciones que ya no existen, y el listado de algunas fundaciones de aportantes que no son think tanks propiamente dichos. A pesar de estos flancos débiles, pocos han intentado desarrollar ránkings con qué competirle. Aquellos que lo han hecho, como el Centro para el Desarrollo Global (Center for Global Development), se han enfocado en una serie de puntos de segundo orden que encajan con un criterio específico: el perfil público de los think tanks más grandes de Estados Unidos. Todavía nos encontramos lejos de disponer de información confiable originada en el resto del mundo que permita contar con más estudios relevantes, tales como resultados cotejados contra la inversión en dólares realizada.
Los profesionales de orden gubernamental que preocuparon a von Mises aún están allí, especialmente en áreas que parecen ser demasiado técnicas para el público promedio, tales como política monetaria, ciencia dedicada al medioambiente, y sistema de salud. Tal como el informe GoToThinkTank parece exponerlo, los think tanks necesitarán mejorar en esos terrenos.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo reproducido con permiso de Forbes Magazine, y originalmente publicado en idioma inglés, en http://www.forbes.com/sites/alejandrochafuen/2014/01/30/top-free-market-think-tanks-combat-the-hegemony-of-the-bureaucrats-2/
Seguir en
@Chafuen
Sobre Alex Chafuen
Miembro del comité de consejeros para The Center for Vision & Values, fideicomisario del Grove City College, y presidente de la Atlas Economic Research Foundation. Se ha desempeñado como fideicomisario del Fraser Institute desde 1991. Publica regularmente en Forbes Magazine (EE.UU.).