Del general venezolano Angel Vivas Perdomo, sobre la muerte de Hugo Chávez
Extracto de un antiguo texto publicado en el blog personal del uniformado, hoy procesado por el gobierno venezolano por rebelión. Crudos conceptos contra el proceso bolivariano en control del país.
04 de Marzo de 2014
El dictador venezolano impuesto por Fidel Castro, HUGO RAFAEL CHÁVEZ FRÍAS, el más grande TRAIDOR A LA PATRIA que ha existido en Venezuela desde julio de 1811 cuando nacimos como una República libre, democrática e independiente hasta la fecha, y a quien conocí personalmente... ha muerto.
Aunque abrigo mis dudas sobre éste hecho y la enfermedad, esa es la noticia que estremece a Venezuela, y digo eso porque, en el momento que escribo estas líneas, estoy viendo por todos los canales de televisión un descomunal show que ya iguala a los de Corea del norte. Se decretó una semana de pompas fúnebres (siete días de duelo) en la que nuestros niños no pueden ir a clases, nadie puede abrir su negocio, ni ir a trabajar porque, si lo hace, va preso. Es un duelo obligatorio con llorones(as) y todo. Una carroza fúnebre con un féretro desfila lentamente por la avenida Nueva Granada de Caracas hasta la Academia Militar, acompañada por una muchedumbre llorosa vestida de rojo; allí permanecerá en capilla ardiente hasta el día del fastuoso sepelio digno de un rey, que costará muchísimo dinero a la maltrecha economía venezolana, el espectáculo es transmitido en cadena de radio y televisión. Dicen que el traidor 'Murió el 5 de marzo, como Stalin', con la clara intención de deificarlo -al igual que hicieron en 1953- con el genocida más grande de todos los tiempos.
Aunque abrigo mis dudas sobre éste hecho y la enfermedad, esa es la noticia que estremece a Venezuela, y digo eso porque, en el momento que escribo estas líneas, estoy viendo por todos los canales de televisión un descomunal show que ya iguala a los de Corea del norte. Se decretó una semana de pompas fúnebres (siete días de duelo) en la que nuestros niños no pueden ir a clases, nadie puede abrir su negocio, ni ir a trabajar porque, si lo hace, va preso. Es un duelo obligatorio con llorones(as) y todo. Una carroza fúnebre con un féretro desfila lentamente por la avenida Nueva Granada de Caracas hasta la Academia Militar, acompañada por una muchedumbre llorosa vestida de rojo; allí permanecerá en capilla ardiente hasta el día del fastuoso sepelio digno de un rey, que costará muchísimo dinero a la maltrecha economía venezolana, el espectáculo es transmitido en cadena de radio y televisión. Dicen que el traidor 'Murió el 5 de marzo, como Stalin', con la clara intención de deificarlo -al igual que hicieron en 1953- con el genocida más grande de todos los tiempos.
Los llorones y lloronas desfilan por las pantallas de los canales de televisión, las páginas de la prensa escrita, digital, y los micrófonos de la radio resaltando las virtudes cívicas, morales y religiosas del muerto. Los primeros llorones en aparecer en pantalla fueron los integrantes de eso que llaman “alto mando” que se pusieron a gritar manifestando su lealtad a la dictadura impuesta desde Cuba; la verdad que deberían ser llamados “bajo mando” pues de alto no tienen nada, ya que se arrastran como los gusanos: en sus caras se refleja la terrible traición a nuestra Patria, que están cometiendo. El que más gritó y se arrastró fue el “Almirante” Diego Molero Bellavia. Qué inmensa vergüenza siento de que estos viles traidores vistan el uniforme militar venezolano. Luego, vinieron los llorones civiles, tan indignos como los anteriores... y el desfile aún continúa.
Globovisión, Venevisión, Televen, etc. compiten con Venezolana de Televisión, el canal de la dictadura, para ver quién logra convertir en santo, o por lo menos en héroe inmortal, al difunto tirano, de manera que esté plenamente justificada su sepultura en el mausoleo del Panteón Nacional. Pero eso no es solo en Venezuela, medios internacionales se han sumado al show; CNN también esta encadenada, diciendo al mundo que los miles de millones de dólares que “gastó” Chávez “de alguna manera deben haber llegado al pueblo para que lo amen tanto”. Para CNN, en la actual dictadura venezolana nadie se ha robado nada, nadie ha dilapidado nada, nadie ha malversado nada: todo está en la barriga del “pueblo”. La complicidad de todo el mundo ante el asesinato de una nación hermana, cristiana, como siempre lo ha sido Venezuela, es horrenda, es asquerosa. Me hace recordar la masacre de los cristianos en el coliseo romano. Todos los estados del mundo, incluyendo a la Iglesia Católica (el Estado Vaticano) están sentados en las graderías del coliseo mundial disfrutando el espectáculo mientras abajo, en la arena, encadenada en medio de sanguinarios leones rojos traídos desde todas partes del mundo esta VENEZUELA, mi amada patria, siendo destrozada. Todas las naciones del mundo, desde las graderías de este gran circo macabro, contemplan el espectáculo opinando y apostando a conveniencia, mintiéndose a sí mismas. Sin duda que Dios las castigará a todas, como hizo con Roma hace más de mil años, la desgracia de Venezuela será la maldición de todas y de todos.
Pero, como en todo espectáculo, la función debe continuar; el show está en pleno apogeo, tanto de día como de noche. Cada segundo hay alguna “autoridad” o personaje tanto del “gobierno” como de eso que llaman “oposición” que, al fin y al cabo, “son la misma cosa”, manifestando su dolor. Ya la banda de politiqueros parásitos dedicados al negocio político en Venezuela llamada “mesa de la unidad democrática (MUD)” han manifestado su pesar. El “increíble” Henrique Capriles Radonski ya también lloró y nos pidió a todos los venezolanos que “demostremos profundo respeto y amor”.
¿'Profundo respeto y amor', Capriles? ¿Por un individuo que traicionó su juramento de soldado venezolano? ¿Que mintió, engaño y traicionó todo lo más sagrado que tenemos? ¿Que entregó a su propia patria a su peor enemigo para que lo ayudara a mantenerse en el poder hasta su muerte, traicionando a todos aquellos oficiales y soldados del Ejército que murieron en combate en la década de los años sesenta para salvar a Venezuela de las garras de Fidel Castro? ¿Que desfalcó a Venezuela, robándose hasta sus reservas internacionales e hipotecando el futuro de nuestros hijos e hijas quien sabe por cuantos años? ¿Que destruyó en casi su totalidad a la empresa privada venezolana? ¿Que abandonó el campo venezolano, entregándoselo a organizaciones criminales como las FARC para que extorsionaran y asesinaran a nuestros campesinos y productores? ¿Que estimuló el delito en todas sus manifestaciones favoreciendo a las bandas de criminales que ya llevan más de 2576 venezolanos asesinados en lo que va de año 2013 con absoluta impunidad? ¿Que empobreció a Venezuela, derrumbando su signo monetario a niveles nunca vistos en su historia? ¿Qué le robó bajo la figura de “expropiaciones” el producto de años de trabajo a miles de venezolanos? ¿Qué insultó y ofendió a Cristo, manipulando y distorsionando la doctrina de su fe para ponerla al servicio del demonio del comunismo? ¿Qué blasfemó y manipuló la palabra de Dios, humillando y burlándose de Su Santo Nombre como y cuando le dio la gana? ¿Qué veneraba al demonio y era enemigo de Dios y de su iglesia, como se desprende de sus insultos al fallecido cardenal Ignacio Velazco, cuando le gritó 'Nos vemos en el infierno'? ¿Que, hasta su muerte, siempre fue un fanático, un ser intolerante, altanero, soberbio, despiadado, envidioso y vil? ¿Qué siempre trató de imponer su punto de vista por intermedio de la mentira, la manipulación y las amenazas? ¿Que sus armas nunca fueron ni la verdad ni el peso de las ideas sino la intriga, la ira, el insulto, la amenaza, la infamia y la calumnia? ¿Qué se esforzaba intensamente por destruir a sus oponentes acusándolos de ladrones o de lo que fuera, calumniándolos como fuera? ¿Qué llamaba apátrida, capitalista, explotador a todo aquel que tuviese algún bien de fortuna, excepto a su familia, allegados y cómplices a quienes a pesar de ostentar públicamente sus inmensas fortunas mal habidas siempre calificaba como “revolucionarios”? ¿Qué cuando ascendió al poder no tenía ni donde caerse muerto y ahora deja una fortuna personal de más de 2000 millones de dólares? ¿Qué fue temido, pero no por su valentía, sino por su maldad y el veneno de su lengua el cual no solamente alcanzó para insultar y ofender a personalidades del momento que se opusieron a sus ideas totalitarias y distorsionadas, sino que también alcanzó a hombres y mujeres ilustres, a héroes ya fallecidos, contra los que arremetió con todo la ponzoña de su lengua embustera, como es el caso del General en Jefe José Antonio Páez, a quien insultó y calumnio, menospreciando sus hazañas y transformando a sus virtudes en defectos mediante la mentira y la manipulación de la historia de la cual era experto? ¿Qué no respetó la autoridad, ni a las personas que en meritos o intelectualmente lo superaban, y que tampoco respetó jamás a los muertos? En conclusión; ¿debo sentir profundo respeto y amor porque un miserable traidor que ha causado tanto daño a mi Patria, deshonrado la memoria de nuestros héroes, profanado todo lo más sagrado que tenemos, degradado y envilecido al máximo a nuestra sociedad... se murió? La respuesta es un rotundo NO, Capriles; por supuesto que no.
No puedo sentir respeto, porque Hugo Rafael Chávez Frías se haya muerto ¿Acaso él sintió respeto o consideración por tantos venezolanos que han sido sus víctimas directas o indirectas? No; definitivamente, no. Pero, aunque no pueda sentir respeto por su muerte, sí la lamento: la lamento, y mucho. Lamento que no haya pagado aquí en la tierra todo el daño que causó a Venezuela antes de irse al infierno, a donde pertenece, y donde él mismo dijo en vida que iba a ir. No puedo sentir respeto por ese miserable que es, y seguirá siendo el más vil traidor que ha pisado suelo venezolano en toda su historia. Hugo Chávez es y seguirá siendo una vergüenza nacional, el más grande TRAIDOR A LA PATRIA que ha existido en Venezuela desde que fuimos liberados de España, desde que somos una República libre, democrática e independiente, desde Julio de 1811 hasta la fecha. ¡Por Dios! Qué inmensa vergüenza siento de que sea venezolano, de que haya sido parido en mi Patria y de que sus restos vayan a ser enterrados en ella: no es digno de ser sepultado en tierra venezolana.
En Venezuela, ha muerto un traidor a la patria, pero es solo uno, no es el único; hay muchos. El perdón que los gobiernos de AD y COPEY otorgaron a todos aquellos que traicionaron a su Patria sirviendo a Fidel Castro durante cuarenta años, multiplicaron el virus de la traición que se propagó por toda la República; ahora, en Venezuela, hay traidores de todos los colores, edades y tamaños, son los personajes del momento: los entrevistan a diario por los diferentes medios de comunicación. La traición hoy en día es casi un deporte en Venezuela. Pero lo peor de todo, y lo más triste, es que hay gente buena, inocente, que está traicionando a su Patria y tal vez perdiendo su alma inmortal por ignorancia, pues desconocen que el peor enemigo de Venezuela es el estado marxista leninista cubano, propiedad de los sanguinarios ancianos Castro. Eso no se lo enseñaron en la escuela, ya que los diferentes gobiernos de AD y COPEY cometieron un crimen histórico al tratar de borrarlo de nuestra historia, en complicidad con Fidel Castro. Ellos, la "masa popular", como la definen los comunistas, están ayudando al invasor cubano a consolidarse solapadamente dentro de la estructura de la República para que nos esclavice a todos, tal y como sucede hoy en día con el desdichado pueblo cubano. Ellos están traicionando a su Patria inocentemente. No saben lo que hacen, pero el que inocentemente peca, inocentemente se condena.
El circo, cuyos dueños están en La Habana, tiene a sus payasos y títeres en plena función; el espectáculo está en todo su apogeo. El cuerpo del traidor que sigue siendo fuente de odio, símbolo de brujería, antivalores, ateísmo, anticatolicismo y anticristianismo, ya fue objeto de una misa ecuménica en la que un pastor evangélico y un disque sacerdote católico oraron a Dios para que recibiera su alma, sin importar que el difunto haya mandado al infierno al foro cristiano evangélico e insultado, blasfemado, manipulado, injuriado y ofendido todo lo más sagrado del cristianismo en lo general y de la Iglesia Católica en lo particular, incluida su jerarquía, desde el cardenal para abajo. Ya todo está previsto: Hugo Chávez Será bendecido y ungido “en el nombre de Dios”, en un espectáculo sacrílego que, sin duda, desatará la ira de Dios; no faltará un cura que le haga un entierro de cristiano católico apostólico y romano ejemplar al más grande y manifiesto hereje de toda Latinoamérica y al peor enemigo del cristianismo, del catolicismo, y de Dios en Venezuela. Tal vez lo haga el mismísimo excelentísimo y reverendísimo Monseñor Mario Moronta, obispo del Táchira -mi tierra natal-, pues si lo ungió en vida, sin duda saldrá corriendo a hacerlo ahora después de muerto, no lo hace el propio jefe de la Iglesia Católica venezolana porque, en estos momentos, el Señor Cardenal Jorge Urosa Savino se encuentra en Roma para participar en el conclave que elegirá al nuevo Papa, aunque ya anunció desde el Vaticano, que este viernes 8 de marzo oficiara una misa solemne en la iglesia Santa María di Monti por su alma. No importa que el difunto haya muerto en pecado mortal: lo que importa es todo el poder que envuelve a ese cuerpo ya en estado de putrefacción. ¿Habrá oficiado el Cardenal Urosa una misa solemne por todos aquellos campesinos, policías, guardias nacionales, oficiales y soldados venezolanos que murieron combatiendo contra Fidel Castro en la década de los años 60? ¿Habrá oficiado el Cardenal Urosa una misa solemne por las víctimas de los 14 años de dictadura comunista procubana de ese difunto en Venezuela? ¿Hubiese oficiado el Cardenal Urosa una misa solemne por mi alma inmortal, si Hugo Chávez hubiera logrado matarme a través de los esbirros que envió con ese propósito, en diversas ocasiones?
Luego de que lo entierren, el comunismo, el terrorismo y el extremismo internacional tratarán de usarlo en sus malignos propósitos; van a tratar de deificarlo para convertirlo en icono de la barbarie comunista, al igual que hicieron con el asesino argentino conocido en el mundo criminal comunista como 'Che Guevara'. Ya los medios de comunicación al servicio de la dictadura como Venezolana de Televisión, los de “oposición” como Globovisión y los internacionales como CNN están haciendo un formidable trabajo. Este enjambre de medios tienen montado un asqueroso espectáculo de adoración hacia la memoria del grotesco dictador, es una inmensa campaña publicitaria pagada con nuestro petróleo "que camina por América Latina" cuyo objetivo es beatificarlo para luego enterrarlo en el mausoleo del Panteón Nacional, convirtiéndolo en una suerte de reliquia sagrada que "bendiga" y garantice la continuidad del control cubano sobre Venezuela ahora bajo la figura de un nuevo dictador fiel a Fidel y Raúl Castro Ruz, un nuevo procónsul cubano de nombre Nicolás Maduro Moros. Hugo Chávez se convertirá en uno de los espíritus malignos que acompañan y ayudan al espectro del socialismo o demonio del comunismo a destruir naciones y esclavizar pueblos con la bendición de la iglesia católica. Hugo Chávez seguirá causando daño después de muerto. Pero, al contrario de lo que dijo Marx en su horrorosa obra 'Dios sí existe' y, más temprano que tarde, será bajado del nicho donde lo están colocando hoy, y seguirá siendo un ícono. Pero de traición, de vileza, de deshonor; y su legado será solamente de vergüenza y desgracia para los venezolanos, en especial para sus familiares y descendientes, como lo es hoy en día en Rusia la memoria de José Stalin, el genocida más grande de todos los tiempos, vergüenza de la nación rusa. Hugo Rafael Chávez Frías pasará a la historia, pero al lado más oscuro de ella; al lado donde están los que han traicionado a Dios, y su espíritu inmundo irá a recibir castigo en los más profundos fosos del infierno por sus profanaciones, blasfemias, traiciones y crímenes. Pero, por sobre todo eso, por haber traicionado y vendido a Venezuela, su patria; por haber traicionado el juramento sagrado del soldado venezolano que hizo ante Dios y en presencia de la representación sacro santa de la Patria, que es nuestra bandera nacional. Y, un día no muy lejano, sus restos deben ser echados de Venezuela, pues no son dignos de reposar en tierra venezolana.