No existe igualdad económica sin libertad económica
De todas las ideas que el presidente estadounidense Barack Obama probablemente mencione...
20 de Marzo de 2014
De todas las ideas que el presidente estadounidense Barack Obama probablemente mencione en el transcurso de este año electoral en aras de reducir la desigualdad económica, no espere Usted que mencione la única que realmente se ha probado de manera empírica que funciona: el empleo.
Este aplastante dictamen es difícil de refutar luego de leer la edición más reciente del Indice de Libertad Económica (http://www.libertad.org/indice), que demuestra de forma manifiesta, en éste su ya 20º año, cómo los países que exhiben mayores niveles de libertad económica tienen un desempeño sustancialmente mejor que el resto en aspectos como el crecimiento económico, los ingresos per cápita, los servicios médicos, la educación, la protección del medio ambiente y la reducción de la pobreza.
Para expresarlo de la manera más sencilla, la libertad económica es el derecho fundamental de todo ser humano a controlar su propio trabajo y sus propiedades. Aunque, desde luego, esta idea no sea algo nuevo.
El economista Adam Smith fue el primero en fomentar esa idea en su obra más emblemática, “La riqueza de las naciones”, marcando el camino del capitalismo y el comercio actuales. Y, aunque puede ser molesto para los progresistas hoy día, el capitalismo moderno ha hecho más para reducir la pobreza que cualquier iniciativa pública.
O, como acertadamente resumiera el ex presidente de los Estados Unidos de América, Ronald Reagan: el mejor programa social es el empleo.
Desgraciadamente para los ciudadanos estadounidenses, el Indice 2014 de Libertad Económica revela una crítica terrible para Estados Unidos, 'la tierra de los libres', ya que según sus autores, Estados Unidos muestra un declive pronunciado. De hecho, EE.UU. tiene la desafortunada distinción de siete años consecutivos de declive en el ránking, lo que coloca al país ya en la categoría de los 'mayormente libres', junto a Santa Lucía, Lituania y Georgia.
Las razones de esta caída son muchas, pero resulta difícil pasar por alto el gasto desbocado del gobierno federal y el completo desprecio por una deuda federal en constante crecimiento, que ya alcanza fácilmente los US$17 billones. Aunque sería injusto vincular la totalidad de la borrachera de gastos federales al presidente Obama, sí lo es decir que su Administración ha mostrado poco apremio por frenar el gasto público.
Las pruebas de ello son abundantes, pero quizás la principal sea el fallido experimento de un billón de dólares de la atención médica dirigida por el gobierno, por lo que resulta poco sorprendente que los autores del Indice de Libertad Económica tuvieran una visión desfavorable de este absoluto despilfarro cuando evaluaron a Estados Unidos en ese escalafón de naciones.
Amén de la disciplina fiscal, los países son evaluados según la facilidad para abrir una empresa y la imparcialidad del sistema judicial, así como sus niveles de tributación. Una vez más, en prácticamente todos estos apartados, nos estamos alejando de las mismas condiciones que forjaron la economía más próspera y libre que el mundo haya conocido jamás.
¿Aún necesita Usted pruebas? Bien, pues según un informe de la Asociación de Inversores Inmobiliarios Extranjeros, Londres ha adelantado a Nueva York hasta convertirse en el principal destino del planeta para la inversión en propiedades y bienes raíces, por primera vez en cinco años.
Aunque el sector inmobiliario no es la única industria que está sufriendo los embates de una economía cada vez más hostil, en la que abrir, poner en marcha y mantener una empresa a flote es costoso y gravoso debido al aluvión de impuestos y regulaciones por cortesía de leyes como la ley Dodd-Frank y Obamacare. Como recientemente han revelado mis colegas de la Fundación Heritage, sólo en 2012, los nuevos costos reguladores anuales de los que han informado las agencias totalizan US$23,500 millones.
El Indice de Libertad Económica, como ha venido haciendo durante los últimos veinte años, es un destacada obra de referencia, ya que muestra que prácticamente cualquier país tiene la capacidad y la habilidad de crear las condiciones económicas que saquen a la gente de la pobreza, a la vez que aumentan la calidad de vida de sus ciudadanos al ampliar la libertad económica. Países como Chile y Corea del Sur, que hace sólo un par de generaciones estaban anclados en la pobreza, son ahora potencias económicas internacionales que disfrutan de los beneficios de la libertad económica.
Es por ello tremendamente negativo que en nuestro propio país, la clase política parezca estar mucho más interesada en librar una guerra de clases y en avivar las llamas del populismo en vez de buscar las políticas económicas que han demostrado realmente que reducen la desigualdad de ingresos.
Artículo original en inglés, en: http://blog.heritage.org/2014/01/25/cant-income-equality-without-economic-freedom/
Artículo original en inglés, en: http://blog.heritage.org/2014/01/25/cant-income-equality-without-economic-freedom/
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@IzzyOrtega
Sobre Israel Ortega
Oficia como Encargado de Comunicaciones en Español de la Fundación Heritage, ante medios televisivos, incluyendo medios impresos, radio y en el Internet. Como Editor de la web en español de la Fundación (Heritage Libertad), Ortega es responsable no solo del contenido sino de difundirlo a una amplia variedad de audiencias, no solo medios de comunicación sino coaliciones políticas y legisladores estadounidenses. Periódicamente, Israel Ortega comparte sus comentarios a reconocidos periódicos de habla hispana, publicaciones online y señales de TV en EE.UU, entre éstos, Univision, Telemundo y CNN International.