Más escándalo en el IRS: ¿qué hace la Administración Obama tras bambalinas?
¿Podría el IRS hacer algo para ser más impopular? Aparentemente, las consecuencias de la persecución de esta agencia contra...
19 de May de 2014
¿Podría el IRS hacer algo para ser más impopular? Aparentemente, las consecuencias de la persecución de esta agencia contra grupos políticos conservadores dista de haber terminado.
Los correos electrónicos recabados por Judicial Watch y publicados la pasada semana exponen que la Administración Obama mintió cuando trató de hacer recaer el escándalo sobre los empleados de una delegación de Ohio. En realidad, fue la oficina del IRS de Washington, D.C. la que estuvo coordinando con sus empleados el aplazamiento de las solicitudes de los grupos del 'Tea Party' para la obtención del estatus de organizaciones sin ánimo de lucro y el someterlos a nuevas investigaciones.
En el centro de esta controversia se sitúa Lois Lerner, que fue jefa de la sección que aprobaba en ese momento las solicitudes para convertirse en organización sin ánimo de lucro.
'Esta nueva revelación por parte de Judicial Watch, que indica que la persecución del IRS a las organizaciones conservadoras estaba siendo dirigida desde su oficina de Washington, demuestra que la Cámara de Representantes actuó correctamente cuando denunció por desacato a Lois Lerner', comentó el experto legal de la Fundación Heritage Hans von Spakovsky.
La Cámara votó la semana pasada para denunciar a Lois Lerner por desacato al Congreso por rehusar responder a las preguntas acerca del escándalo del IRS. Pero le corresponde al procurador general Eric Holder el tomar cualquier tipo de medida (la primera de las cuales sería obligarla a testificar) y eso no ha sucedido.
Von Spakovsky comentó:
'Lerner afirmó que este problema se originó en la oficina del IRS de Cincinnati, de modo que está bastante claro que estaba engañando a la opinión pública y a los investigadores del Congreso. La citación por desacato se tiene que cumplir y si el Departamento de Justicia rehúsa hacerlo, será otro ejemplo de comportamiento poco ético por parte de una agencia encargada del cumplimiento de la ley que ha faltado a su deber repetidamente y de forma objetiva y no partidista'.
En otras palabras, que no hay muchas probabilidades de que Lerner se enfrente a las verdaderas consecuencias de sus actos.
Pero quizá la peor noticia sea que la Administración Obama ha estado trabajando entre bambalinas para cambiar, con carácter permanente, las reglas del activismo político.
En un nuevo trabajo, von Spakovsky detalla cómo la administración ha propuesto normas para el IRS que 'parecen ser un intento de implementar los ‘criterios inapropiados’ utilizados por el propio IRS para perseguir al “Tea Party” y a otras organizaciones conservadoras que solicitaron el estatus de exención fiscal'.
Convertir la persecución a estas organizaciones por parte del IRS en verdaderas normas, explica von Spakovsky, haría que:
· se ignorasen los precedentes de la Corte Suprema y el Código Tributario Interno.
· no se ofreciese un asesoramiento claro a los ciudadanos y organizaciones que intentan cumplir con el Código y las regulaciones anexas.
· se amenazase con restringir o violar los derechos de los ciudadanos estadounidenses comprendidos por la Primera Enmienda.
El escándalo del IRS se ha convertido en una preocupación independientemente del color político, como se evidencia en el número de demócratas que votaron para denunciar a Lerner por desacato al Congreso y para nombrar un consejo especial que investigase el escándalo.
No obstante, el empeño de la administración en volver a redactar las reglas de la actividad política es incluso una amenaza más seria y que, por tanto, deber ser combatida con mayor firmeza.
Artículo original en inglés, en http://blog.heritage.org/2014/05/15/new-irs-revelations-obama-administration-behind-scenes/
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@AmyMPayne
Sobre Amy M. Payne
Se desempeña como Editora del sitio web de la Fundación Heritage, en Washington, D.C. Sus análisis se publican también en idioma español, en la página Heritage Libertad.