La crisis de Irak: y ahora, ¿qué sigue?
El rápido colapso de las fuerzas de seguridad iraquíes en el norte de este país -con la aguda agresión de la insurgencia sunita enfrente-...
El rápido colapso de las fuerzas de seguridad iraquíes en el norte de este país -con la aguda agresión de la insurgencia sunita enfrente- representa un desastroso retroceso para las políticas antiterroristas de los Estados Unidos de América y del Medio Oriente. Los eventos remitirán a un peligroso efecto dominó en el orden regional.
El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), conocido antiguamente como al-Qaeda en Irak, puso en fuga a las desmoralizadas fuerzas de seguridad en Mosul el pasado martes, y comienza ahora a avanzar sobre Bagdad, en donde probablemente aspire a fusionarse con células de su núcleo que han venido conduciendo una intensa campaña de detonación de explosivos montados en vehículos en meses recientes.
Columnas de guerrilleros de ISIS, en rápido desplazamiento, han penetrado hasta los extramuros de Samarra, aproximadamente setenta millas al norte de Bagdad. Podrían representar una amenaza para el templo shiíta en aquella ciudad, que la filial iraquí de al-Qaeda atacó con explosivos en 2006, en lo que significó un esfuerzo previo para incitar a la guerra civil.
ISIS se ha visto inmensamente envalentonado por botín de guerra recientemente capturado por sus miembros, y que incluyó tanques, artillería, depósitos de municiones y helicópteros, que ya se ha ocupado de posicionar en el aire. La organización ha incluso liberado a militantes sunitas de, al menos, cinco prisiones, con el objetivo de sumarlos a sus filas. También han saqueado un número no especificado de bancos, maniobra en la que se ha anotado un estimado de US$ 429 millones en dinares iraquíes, extraídos del banco central de Mosul.
ISIS también aprovechará para explotar en su beneficio la infraestructura petrolera capturada en Irak, tal como lo ha hecho con las instalaciones de crudo sirias, a criterio de impulsar sus ingresos. Aún cuando ISIS sea expulsada de las áreas productoras de petróleo, es probable que la destrucción de ductos y de otro tipo de edificios empuje hacia arriba los precios del crudo en los mercados.
Ahora, ISIS ha visto expandirse su control sobre grandes porciones de territorio en el oeste de Irak y el este de Siria, que podría aprovechar para lanzar operaciones contra el corazón del mundo árabe y más allá. Es probable que atraiga a un creciente flujo de militantes extranjeros, incluyendo a algunos de Europa y los Estados Unidos, lo cual podría significar una amenaza terrorista al regresar aquéllos a sus hogares. El líder principal de ISIS amenazó con atacar el 'corazón' de EE.UU. en 2012 y, de acuerdo a informes, al-Qaeda ha intentado reclutar a ciudadanos estadounidenses en suelo sirio.
La ofensiva de ISIS también se ha visto respaldada por otros grupos suníes de resistencia, por elementos tribales suníes y por el remanente del régimen de Saddam Hussein (partido Baa'th), específicamente en los alrededores de la localidad natal de Hussein, Tikrit, que no comparte los postulados extremistas de la ideología de al-Qaeda, pero que ven un enemigo común en el gobierno iraquí, controlado principalmente por shiítas.
Con todo, es probable que ISIS intente extralimitarse, conforme avanza más hacia el sur, y sea confrontado por unidades de élite del ejército, en cercanías de Bagdad y por militantes shiítas cercanas al poder, a diferencia de lo sucedido con las mal armadas y desmoralizadas fuerzas de policía y del ejército en el norte. Aunque ha tenido éxito al momento de catalizar una guerra civil sectaria que particionará a Irak.
Fuerzas militares kurdas tomaron control de la ciudad norteña de Kirkuk, rica en petróleo, luego de que las fuerzas de seguridad del gobierno abandonaran sus posiciones. Los guerrilleros peshmerga del Gobierno Regional Autónomo del Kurdistán -de gran experiencia en combate- podrían representar una formidable fuerza de respuesta ante ISIS, si las tensiones latentes de larga data entre el KRG y Bagdad pueden resolverse con rapidez. De otro modo, es probable que los kurdos exploten el caos reinante en su favor, para consolidar un estado independiente en el norte iraquí.
El primer ministro iraquí, Nouri al-Maliki, cuyas tácticas de mano dura con el objetivo de maximizar su poder y de marginar a los líderes moderados de la minoría sunita de Irak ayudaron a crear la crisis actual, podría perder poder. Aún cuando se muestre capacitado para organizar una coalición de gobierno, al-Maliki se volverá más dependiente de la República Islámica de Irán y de las milicas shiítas que ahora se movilizan para defender las regiones de mayoría shiíta en el centro y sur de Irak.
Sin importar que la ofensiva de ISIS se muestre desordenada, es probable que precipite una partición de facto de Irak, en una suerte de estado de pequeña extensión en el norte iraquí dominado por al-Qaeda, un Shiastán dominado por Irán en el sur, y un cada vez más independiente Kurdistán en el norte.
La guerra civil iraquí -que muestra cada vez mayor intensidad- también motivará a una mayor intervención de parte de potencias extranjeras, lo cual probablemente podría convertir a Irak en un repositorio de cara a próximos combates. Teherán ya ha desplegado al menos tres batallones de su Fuerza Quds, unidad de comando de élite de la Guardia Revolucionaria, para obstaculizar la ofensiva de ISIS.
Es probable que Arabia Saudita y otros Estados del Golfo Pérsico escalen su apoyo por grupos sunitas iraquíes que combaten al gobierno dominado por shiítas de Bagdad.
Turquía también podría verse arrastrada en el conflicto, especialmente si ISIS hiere a los rehenes turcos que ha capturado: permanecen en ese grupo diplomáticos del consulado turco en Mosul.
La Administración Obama ha recurrido a la acción para evacuar a los ciudadanos estadounidenses de Irak, garantizando apoyo al gobierno iraquí. Pero aún debe anunciar qué hará para lidiar con la deteriorada situación, más allá de descartar la inserción de tropas terrestres de EE.UU.
Una fuente oficial enumeró -en reiteradas oportunidades- garantías frente a que la Administración respaldará a los militares iraquíes, aunque agregó: 'Al mismo tiempo, evitaremos hacer algo estúpido'.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/06/13/iraq-meltdown-next/
Foto de portada: Familia iraquí huyendo del norte de Irak tras ataque de ISIS. Crédito: Safin Hamed/Getty Images/AFP/Newscom
Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.