Irak: Médicos Sin Fronteras exige cese de ataques contra hospitales y civiles
Luego de que el hospital que Médicos Sin Fronteras gestiona en Tikrit resultara gravemente dañado por el bombardeo sufrido en la ciudad el 13 de junio, MSF llama a todas las partes a cesar de inmediato los ataques contra civiles e instalaciones de salud.
20 de Junio de 2014
Ginebra, 19 de junio de 2014- El hospital que Médicos Sin Fronteras (MSF) gestiona en Tikrit resultó gravemente dañado a raíz del bombardeo sufrido por la ciudad el pasado 13 de junio. Este hecho impide que se pueda prestar la atención médica adecuada a las cerca de 40 mil personas que se han visto desplazadas de la ciudad a consecuencia del estallido de violencia de los últimos días.
MSF hace un llamamiento a todas las partes enfrentadas para que garanticen de inmediato que ni el personal médico ni las instalaciones de salud serán objeto de nuevos ataques, y exige que se respete la vida de los civiles.
"Los ataques directos o indirectos sobre el personal y las estructuras de salud dificultan gravemente la prestación de asistencia médica. Miles de personas se encuentran en una situación muy delicada y necesitan urgentemente que podamos atenderles", explica Fabio Forgione, coordinador general de MSF en Irak. "Ataques como el de Tikrit ponen a nuestro personal y a los pacientes en una situación de riesgo grave y nos impiden llevar a cabo nuestro trabajo".
La ola de violencia en Irak crece día tras día y la situación humanitaria empieza a ser extremadamente preocupante, especialmente en Mosul y en la provincia de Anbar, en el noreste del país.
"Cientos de miles de personas han huido de Mosul y de la provincia de Anbar, y se enfrentan a condiciones de vida muy difíciles. La mayoría de ellos ha buscado refugio en las escuelas, mezquitas, edificios sin terminar o han acudido a las casas de sus familiares. Necesitan urgentemente agua, refugio, alimentos y atención médica de urgencia. Sin embargo, el mero hecho de proporcionar la ayuda más básica supone ahora mismo un desafío de enormes proporciones. Más aún en estos momentos, en los que hemos comprobado que las estructuras médicas también son objetivo de los ataques”, afirma Forgione.
Pese a la volátil situación de seguridad, el pasado domingo los equipos de MSF distribuyeron ayuda a 250 familias en la ciudad de Bashiqa, en el distrito de Mosul. Los equipos en Bashiqa y Tess-Kharab (entre Erbil y Mosul) también están llevando a cabo clínicas móviles para atender a los desplazados.
En los próximos días, MSF aumentará sus actividades con más clínicas móviles en la zona entre Dohuk y Mosul, un área en la que se han refugiado miles de personas en los últimos días. MSF también abrirá una clínica en Kirkuk, y reforzará sus equipos quirúrgicos en Tikrit y Hawijah. Si las condiciones de seguridad lo permiten, MSF seguirá distribuyendo materiales de ayuda a los desplazados más vulnerables en todas las zonas donde la organización está trabajando.
Desde abril, los equipos de MSF prestan asistencia a los desplazados de Tikrit que han huido desde Falluja. MSF ha distribuido materiales de ayuda como kits de higiene y mantas a 3 mil familias.
Pese al conflicto en Irak, que ha dificultado mucho el trabajo de las organizaciones humanitarias en el país, MSF ha trabajado sin interrupción en el país desde 2006. Para mantener su independencia, MSF no acepta fondos de ningún gobierno, comité religioso o agencia internacional para sus programas en el país. Para llevar a cabo sus actividades en Irak, trabaja tan solo con las donaciones privadas de sus socios. Actualmente, MSF tiene más de 300 trabajadores sobre el terreno en el país.
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