EE.UU. debe hacer lo posible para socavar a Hamás
Hamás empieza guerras que sabe no podrá terminar. También sabe a la perfección que las guerras desatadas en...
Sin importar cómo terminará el presente round de represalias entre palestinos e israelíes, de seguro no será el último. Enquistado desde hace tiempo en la Franja de Gaza, Hamás siempre se alzará con el sonido de las trompetas. No sabe hacer otra cosa.
Llevar a cabo guerras imposibles de ganar, pelear batallas en donde la propia gente lleva la peor parte -medida en funerales, miembros cercenados y ruinas humeantes- es algo que no debiera tener sentido. Pero, para Hamás, el camino de la guerra tiene sentido -y siempre lo tendrá.
Aquellos que buscan comprender el modo en que Hamás inicia guerras, puede sumar interesantes conocimientos leyendo cierto libro, que versa sobre los militares paquistaníes. En 'Peleando hasta el Final: la Metodología de Guerra del Ejército de Paquistán' (Fighting to the End: The Pakistan Army’s Way of War), la Profesora de la Universidad de Georgetown, C. Christine Fair, desmenuza la 'cultura estratégica' que conduce a una competencia interminable con la India -una justa cuya lógica dicta que ganar es imposible.
La extendida guerra entre la India y Paquistán -sostiene Fair, la autora- no se trata de la disputa fronteriza por Cachemira. De hecho, ella califica a Paquistán como un Estado 'ambicioso'. Si la India simplemente entregase la región en disputa y abandonara el asunto, el ejército paquistaní aún vería a Nueva Delhi como una amenaza existencial. Y eso es porque los uniformados de Paquistán definen a su propósito fundamental desde la oposición perpetua al Estado más grande y más poderoso localizado al sur.
De igual manera, Hamás define su raison d’etre desde la lucha contra la ocupación israelí. Se trata de una visión integral que no tiene final aparente, mientras Israel continúe existiendo -y, aún en tal caso, uno se pregunta si acaso Hamás no le daría la espalda luego a sus vecinos árabes, considerándolos como los próximos opresores.
Desde la perspectiva de Hamás, no pelear no es una opción. El conflicto no se trata de perder o ganar; es lo que justifica la misma existencia del grupo. Las bajas, la destrucción y la muerte de inocentes en ambos lados, son todas variables secundarias en el cálculo estratégico de la organización. En su núcleo, la cultura estratégica de Hamás arenga al conflicto constante.
La India y Paquistán comparten un subcontinente. Su interminable lucha podría continuar para siempre, y ambos Estados aún podrían -quizás- seguir cada uno en lo suyo.
Palestina es un sitio muy diferente. Hamás no puede llevar adelante guerras prescindiendo de la tragedia humana en el territorio que vive bajo su sombra.
Israel puede defenderse por sí mismo. Puede castigar a Hamás. Pero el Estado hebreo no podrá ganar su guerra contra Hamás, tal como la India no podría forzar a los paquistaníes para a jueguen limpio.
Tanto la India como Paquistán tienen armas nucleares -realidad que limita efectivamente el alcance de la confrontación directa. Hamás no tiene bombas atómicas. Pero Israel no podría deshacerse de Hamás sin demoler Gaza y arrojar sal a la tierra. Y Hamás sabe que la humanidad de Israel limitará las represalias de este país, tal como las armas nucleares limitan el accionar de otros Estados.
Las Guerras de Gaza continuarán hasta que el pueblo palestino se purgue del régimen de Hamás, deshaciéndose del yugo de la corrupción, el odio y la represión económica.
Estados Unidos puede ser de gran ayuda, no solo facilitando otro acuerdo, sino haciendo todo lo posible para socavar a Hamás. Esto implica cortar sus recursos de financiamiento y apoyo, atacando su legitimidad y publicitando sus abusos y ultrajes.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/07/15/silencing-hamas-voice-violence/
Foto de portada: niños palestinos inspeccionan las ruinas de una prisión gubernamental, tras un bombardeo israelí en Rafah, al norte de la Franja de Gaza. Crédito: Eyad Al Baba/APA Images/Zuma Wire
Poseedor de master y doctorado en la Universidad de Georgetown, Carafano es un reconocido experto en temáticas de seguridad nacional y desafíos en política exterior. Es vicepresidente de Estudios en Políticas de Defensa y de Política Exterior en la Fundación Heritage, y Director del Instituto Kathryn y Shelby Cullom Davis de Estudios Internacionales. Es también historiador e investigador; su publicación más reciente es "Wiki at War: Conflict in a Socially Networked World" ('Wiki en Guerra: el Conflicto en un Mundo Socialmente Interconectado', 2012), obra que examina el impacto revolucionario del Internet en la seguridad nacional. Es Teniente Coronel del Ejército de los Estados Unidos. Recientemente, se ha desempeñado -asesorando en temas sobre los cuales es experto- en el equipo de transición del presidente estadounidense Donald Trump.