EE.UU.: ¿por qué es tan difícil cubrir estos empleos?
Estados Unidos exhibe un déficit de trabajadores. De trabajadores dispuestos a trabajar. De trabajadores capaces...
26 de Agosto de 2014
Estados Unidos exhibe un déficit de trabajadores. De trabajadores dispuestos a trabajar. De trabajadores capaces. De trabajadores preparados o al menos semipreparados, que puedan hacer un trabajo y hacerlo bien. Existe, al menos, un millón de empleos por el que sus empleadores se pasan día tras día rogando para que ojalá puedan encontrar a algún trabajador que los ocupe.
Probablemente, esto parezca difícil de creer. Y es que, ¿cómo puede Estados Unidos exhibir una carencia de trabajadores cuando contamos con alrededor de dieciocho millones de estadounidenses desempleados o subempleados? ¿O cuando el índice de desempleo se sitúa, en realidad, en el 12%?
Resulta evidente que la economía no está generando tantos empleos como debería, en gran medida debido a las restricciones fiscales y regulatorias para la contratación de trabajadores. El impacto negativo de Obamacare en el empleo, incluida la norma que en la práctica limita el empleo en muchas empresas a 50 trabajadores o menos con el fin de evitar los costos más elevados de la ley, es sólo un ejemplo de cómo una legislación puede hacer crecer las filas de desempleados.
Pero también existen millones de desempleados americanos que carecen de la preparación adecuada para satisfacer las necesidades de los empleadores. Y, para empeorar las cosas, un gran número de estas personas frustradas por la búsqueda de empleo poseen títulos universitarios que tienen el mismo valor que el papel del diploma en el que están escritos.
Pues, entonces, ¿qué tipo de empleos no están siendo ocupados?
* Industria – Siempre escuchamos que estamos perdiendo empleos de calidad en la industria estadounidense, y que esos empleos fundamentales para la clase media no van a regresar. Gregory Baise, presidente de la Asociación Industrial de Illinois, me comenta que existen 'unos 500 mil puestos de trabajo que no podemos ocupar. Se trata del mayor problema que afronta nuestra industria'. La industria necesita soldadores, fontaneros, electricistas e ingenieros. Necesita personas calificadas en robótica e ingeniería básica.
* Transporte – En cualquier momento a lo largo de estos últimos años ha habido alrededor de 30 mil camioneros menos recorriendo las rutas de larga distancia. La Asociación de Camioneros Americanos me comentó que la cifra podría estar cercana a los 50 mil. Corresponde admitir que se trata de un empleo duro y extremadamente estresante, que obliga a pasar mucho tiempo lejos de los amigos y la familia. Pero existen casos en los que se pagan $50 mil y más, cifra que aumentaría con las horas extra.
* Energía – Bloomberg informa de que 'Las compañías químicas, gasísticas y petroleras de la Costa del Golfo tendrán que encontrar 36,000 nuevos trabajadores calificados' para 2016. Muchas localidades cuya principal industria es la energía tienen índices de desempleo inferiores al 3%, en otras palabras, que hay una carencia de trabajadores.
Y no se trata de empleos de baja categoría o 'sin salida'. Normalmente, pagan entre $50,000 y $90,000 anuales, a los que, sumándose los beneficios, podrían elevar su retribución hasta los $100,000. En la mayoría de países, eso es ser rico.
Bob Funk, director ejecutivo de Express Employment Professionals, una las mayores agencias de empleo temporal de la nación, con sede en la ciudad de Oklahoma, da empleo a más ciudadanos estadounidenses que prácticamente ninguna otra. Con cerca de medio millón de contrataciones anuales, me comenta que puede encontrar un empleo para 'cualquier americano con una firme ética del trabajo y que pueda pasar un test de drogas'. Estima, además, que la falta de trabajadores (aquellos con preparación para ocupar los empleos disponibles) 'es de al menos un millón y probablemente la cifra sea incluso mayor'.
¿Por qué es tan complicado ocupar esos empleos?
Una razón es la maldición de la llamada 'incompatibilidad laboral'. Los trabajadores estadounidenses con titulación de escuela secundaria o incluso universitaria no están técnicamente calificados para ocupar los puestos de trabajo disponibles. Se trata de una condena sin paliativos de nuestro sistema educativo a todos los niveles, teniendo en cuenta que tanto padres como contribuyentes invierten algo así como US$200 mil o más en la educación de un niño. Pero la realidad es que no estamos convirtiendo a nuestros hijos en trabajadores competentes.
Algunos gobernadores, como Mike Pence, de Indiana, han actuado para darle un carácter más vocacional a la educación en su Estado. Se trata de una gran idea y un buen punto de partida.
Sin embargo, eso no resolverá la totalidad del problema, por lo que muchas compañías están ya dispuestas a ofrecer de tres a seis meses de prácticas laborales en puestos de la industria y el transporte. Enseñarán a hombres y mujeres a cómo manejar la maquinaria, las computadoras y los equipos científicos. Queda expuesto que no se trata de trabajos clandestinos.
Por otro lado, Bob Funk cita cifras relativas a que más de la mitad de los solicitantes de este tipo de empleos dentro del mercado laboral temporal no consigue pasar las pruebas de consumo de drogas. 'En ese caso, no son contratables', comenta con tristeza.
Y luego está la cuestión de que estos empleos no se llegan a ocupar, en virtud de que son trabajos carentes de encanto y glamour.
Demasiados estadounidenses consideran el trabajo de obreros y artesanos calificados como de un nivel inferior.
Contribuye a esta actitud la amplia disponibilidad de seguros de desempleo, cupones para alimentos, fondos de rescate hipotecario y otros tipos de asistencia social. Recibir estas dádivas del contribuyente se ve en cierto modo como normal y como el primer recurso, no el último. El propietario de una importante compañía de transporte me comentaba el año pasado que “los conductores que son despedidos no vuelven hasta que agotan sus beneficios por desempleo”. Este aspecto quedó documentado por la investigación realizada por mis colegas de la Fundación Heritage que han hallado que '4 millones de estadounidenses despedidos durante la recesión afrontaron tipos impositivos marginales efectivos cercanos o superiores al 100% [debido a los beneficios de la asistencia social], reduciendo de forma significativa su adscripción al mercado laboral'.
No cabe duda de que Estados Unidos necesita millones de empleos más. Pero mañana mismo podríamos poner a trabajar a un millón de personas si consiguiéramos que las escuelas preparasen a nuestros hijos con competencias fundamentales y si pudiéramos inculcar en los estadounidenses algo de nuestra antigua ética del trabajo. Porque una cosa está clara: el único empleo sin salida es no tener ningún empleo.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/08/23/why-is-it-so-hard-for-employers-to-fill-these-jobs/
Probablemente, esto parezca difícil de creer. Y es que, ¿cómo puede Estados Unidos exhibir una carencia de trabajadores cuando contamos con alrededor de dieciocho millones de estadounidenses desempleados o subempleados? ¿O cuando el índice de desempleo se sitúa, en realidad, en el 12%?
Resulta evidente que la economía no está generando tantos empleos como debería, en gran medida debido a las restricciones fiscales y regulatorias para la contratación de trabajadores. El impacto negativo de Obamacare en el empleo, incluida la norma que en la práctica limita el empleo en muchas empresas a 50 trabajadores o menos con el fin de evitar los costos más elevados de la ley, es sólo un ejemplo de cómo una legislación puede hacer crecer las filas de desempleados.
Pero también existen millones de desempleados americanos que carecen de la preparación adecuada para satisfacer las necesidades de los empleadores. Y, para empeorar las cosas, un gran número de estas personas frustradas por la búsqueda de empleo poseen títulos universitarios que tienen el mismo valor que el papel del diploma en el que están escritos.
Pues, entonces, ¿qué tipo de empleos no están siendo ocupados?
* Industria – Siempre escuchamos que estamos perdiendo empleos de calidad en la industria estadounidense, y que esos empleos fundamentales para la clase media no van a regresar. Gregory Baise, presidente de la Asociación Industrial de Illinois, me comenta que existen 'unos 500 mil puestos de trabajo que no podemos ocupar. Se trata del mayor problema que afronta nuestra industria'. La industria necesita soldadores, fontaneros, electricistas e ingenieros. Necesita personas calificadas en robótica e ingeniería básica.
* Transporte – En cualquier momento a lo largo de estos últimos años ha habido alrededor de 30 mil camioneros menos recorriendo las rutas de larga distancia. La Asociación de Camioneros Americanos me comentó que la cifra podría estar cercana a los 50 mil. Corresponde admitir que se trata de un empleo duro y extremadamente estresante, que obliga a pasar mucho tiempo lejos de los amigos y la familia. Pero existen casos en los que se pagan $50 mil y más, cifra que aumentaría con las horas extra.
* Energía – Bloomberg informa de que 'Las compañías químicas, gasísticas y petroleras de la Costa del Golfo tendrán que encontrar 36,000 nuevos trabajadores calificados' para 2016. Muchas localidades cuya principal industria es la energía tienen índices de desempleo inferiores al 3%, en otras palabras, que hay una carencia de trabajadores.
Y no se trata de empleos de baja categoría o 'sin salida'. Normalmente, pagan entre $50,000 y $90,000 anuales, a los que, sumándose los beneficios, podrían elevar su retribución hasta los $100,000. En la mayoría de países, eso es ser rico.
Bob Funk, director ejecutivo de Express Employment Professionals, una las mayores agencias de empleo temporal de la nación, con sede en la ciudad de Oklahoma, da empleo a más ciudadanos estadounidenses que prácticamente ninguna otra. Con cerca de medio millón de contrataciones anuales, me comenta que puede encontrar un empleo para 'cualquier americano con una firme ética del trabajo y que pueda pasar un test de drogas'. Estima, además, que la falta de trabajadores (aquellos con preparación para ocupar los empleos disponibles) 'es de al menos un millón y probablemente la cifra sea incluso mayor'.
¿Por qué es tan complicado ocupar esos empleos?
Una razón es la maldición de la llamada 'incompatibilidad laboral'. Los trabajadores estadounidenses con titulación de escuela secundaria o incluso universitaria no están técnicamente calificados para ocupar los puestos de trabajo disponibles. Se trata de una condena sin paliativos de nuestro sistema educativo a todos los niveles, teniendo en cuenta que tanto padres como contribuyentes invierten algo así como US$200 mil o más en la educación de un niño. Pero la realidad es que no estamos convirtiendo a nuestros hijos en trabajadores competentes.
Algunos gobernadores, como Mike Pence, de Indiana, han actuado para darle un carácter más vocacional a la educación en su Estado. Se trata de una gran idea y un buen punto de partida.
Sin embargo, eso no resolverá la totalidad del problema, por lo que muchas compañías están ya dispuestas a ofrecer de tres a seis meses de prácticas laborales en puestos de la industria y el transporte. Enseñarán a hombres y mujeres a cómo manejar la maquinaria, las computadoras y los equipos científicos. Queda expuesto que no se trata de trabajos clandestinos.
Por otro lado, Bob Funk cita cifras relativas a que más de la mitad de los solicitantes de este tipo de empleos dentro del mercado laboral temporal no consigue pasar las pruebas de consumo de drogas. 'En ese caso, no son contratables', comenta con tristeza.
Y luego está la cuestión de que estos empleos no se llegan a ocupar, en virtud de que son trabajos carentes de encanto y glamour.
Demasiados estadounidenses consideran el trabajo de obreros y artesanos calificados como de un nivel inferior.
Contribuye a esta actitud la amplia disponibilidad de seguros de desempleo, cupones para alimentos, fondos de rescate hipotecario y otros tipos de asistencia social. Recibir estas dádivas del contribuyente se ve en cierto modo como normal y como el primer recurso, no el último. El propietario de una importante compañía de transporte me comentaba el año pasado que “los conductores que son despedidos no vuelven hasta que agotan sus beneficios por desempleo”. Este aspecto quedó documentado por la investigación realizada por mis colegas de la Fundación Heritage que han hallado que '4 millones de estadounidenses despedidos durante la recesión afrontaron tipos impositivos marginales efectivos cercanos o superiores al 100% [debido a los beneficios de la asistencia social], reduciendo de forma significativa su adscripción al mercado laboral'.
No cabe duda de que Estados Unidos necesita millones de empleos más. Pero mañana mismo podríamos poner a trabajar a un millón de personas si consiguiéramos que las escuelas preparasen a nuestros hijos con competencias fundamentales y si pudiéramos inculcar en los estadounidenses algo de nuestra antigua ética del trabajo. Porque una cosa está clara: el único empleo sin salida es no tener ningún empleo.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/08/23/why-is-it-so-hard-for-employers-to-fill-these-jobs/
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@StephenMoore
Sobre Stephen Moore
Es Economista en Jefe en la Fundación Heritage (Washington, D.C.). Publica sus trabajos en The Daily Signal, y en español, en el sitio web Heritage Libertad. Previamente, se desempeñó como columnista en Economía y Políticas Públicas en el matutino The Wall Street Journal.