Rosario: una década de déficit fiscal
En un contexto inflacionario y de recesión, el municipio de Rosario (Santa Fe)...
15 de Noviembre de 2014
En un contexto inflacionario y de recesión, el municipio de Rosario (Santa Fe) prepara el Presupuesto 2015. Se estima que el nivel de erogaciones se expandirá en torno al 40% en consonancia con la inflación de este año pero por debajo de la que será seguramente en el próximo ejercicio. El aumento en la partida personal, que absorbe casi el 50% del total de egresos, será clave en el esquema de gastos mientras se estudia, como ya es habitual en los últimos años, un ajuste de la TGI.
En momentos donde se confecciona el Presupuesto, luce oportuno repasar cuestiones básicas sobre las finanzas rosarinas. Conocer el resultado fiscal, en qué se gasta y cómo se financia la ciudad resulta clave para entender la dinámica de los números de la actual gestión municipal.
Deterioro Fiscal
Las cuentas públicas han concluido en los últimos años en rojo. En 2013, el mismo fue de 311 millones de pesos, casi el doble del registrado en 2012. Luego, este desequilibrio se revierte a partir de diversas fuentes financieras pero lo cierto es que el déficit de la ciudad ha ido creciendo en valores absolutos en los últimos años pasando en 2003 de $13 millones a $311 millones el año pasado, es decir, creció 23 veces.
¿En qué gasta el municipio?
De acuerdo a la clasificación económica del gasto y para el año 2013, el 86% de las erogaciones son de carácter corriente, el 5,5% se atribuye a gastos de capital y el 8,1% restante a aplicaciones financieras. Dentro de las erogaciones corrientes los gastos destinados a consumo absorben casi el 90% del total en tanto que dentro de las erogaciones de capital, la inversión real directa se lleva el 73%.
Según la clasificación por objeto del gasto, la partida personal equivale al 46% del total de erogaciones, ratio que creció de modo sustancial en los últimos años ya que en 2003 el mismo era del 39%. Servicios no personales (luz, agua, gas, higiene urbana) absorbe el 27% de los egresos, con lo cual entre estas dos partidas tenemos el 73% del gasto de la ciudad. Si se toma la desagregación por jurisdicciones las secretarias de salud pública y la de servicios públicos son las de mayor ponderación con el 26% y el 20% sobre el total en forma respectiva. En consonancia con esto, la finalidad sanidad es la que más absorbe del total de erogaciones con el 30% del total seguida por servicios a la comunidad con el 26%, partida que incrementó sustancialmente su participación en los últimos años al pasar del 17% en 2003 al guarismo mencionado en 2013.
El gasto en inversión real directa si bien el año pasado registró un incremento del 333% exhibe un comportamiento errático a lo largo de la última década. En cuanto a la participación dentro del total de gastos, el año pasado fue del 4%, cifra que se ubica muy por debajo del récord de los últimos años alcanzado en el 2005 con el 17%.
En síntesis, el municipio gasta la mitad de su presupuesto en personal, que incluye sueldos y aportes, destina la mayor parte de su presupuesto a salud y servicios a la comunidad mientras que en materia de obra pública no se observa un comportamiento estable sino muy irregular.
¿Cómo se financia?
Para el año 2013, el 77% de los recursos de Rosario eran de carácter corriente, el 2,1% de capital y el 21,2% correspondían a fuentes financieras. Esta última partida adquirió una singular relevancia ya que en 2006 participaban con el 17%, lo que se atribuye a más endeudamiento.
Dentro de los recursos corrientes, los tributarios representaron el 84%, guarismo que descendió varios puntos porcentuales ya que diez años antes equivalían al 95%, esta reducción tuvo como contrapartida la expansión del rubro “venta de bienes y servicios de la Administración Pública” que pasó del 0,7% al 10% entre 2003 y 2013.
Dentro de los recursos tributarios, los de origen municipal equivalen al 50% del total para el ejercicio 2013, participación que ha disminuido en los últimos años ya que en 2003 representaban el 60% del total. Los de procedencia provincial representaban el año pasado el 23%, ratio que también descendió ya que diez años antes era casi del 30% en tanto que los de origen nacional tuvieron una ponderación en 2013 del 16,5%, 6 puntos porcentuales más que en 2003.
De acuerdo a la ejecución presupuestaria 2013, Derechos de Registro e Inspección (DREI) y la Tasa General de Inmuebles (TGI) equivalen casi al 90% del total de la recaudación por tributos de jurisdicción municipal. El primero de los impuestos representa el 56% de los tributarios locales, incrementándose su participación 20 puntos porcentuales desde 2001 en tanto que la TGI, que el año pasado representó el 31% de los impuestos locales, bajó su participación en 16 puntos en el período mencionado. El aumento de la participación del DREI se explica fundamentalmente por la inflación y por el fuerte crecimiento del nivel de actividad que tuvo lugar en los últimos años, por su parte, la TGI perdió terreno –aun cuando se han aplicado varios aumentos- al quedar rezagados tantos las tasas como el avalúo de los inmuebles.
En momentos donde se confecciona el Presupuesto, luce oportuno repasar cuestiones básicas sobre las finanzas rosarinas. Conocer el resultado fiscal, en qué se gasta y cómo se financia la ciudad resulta clave para entender la dinámica de los números de la actual gestión municipal.
Deterioro Fiscal
Las cuentas públicas han concluido en los últimos años en rojo. En 2013, el mismo fue de 311 millones de pesos, casi el doble del registrado en 2012. Luego, este desequilibrio se revierte a partir de diversas fuentes financieras pero lo cierto es que el déficit de la ciudad ha ido creciendo en valores absolutos en los últimos años pasando en 2003 de $13 millones a $311 millones el año pasado, es decir, creció 23 veces.
¿En qué gasta el municipio?
De acuerdo a la clasificación económica del gasto y para el año 2013, el 86% de las erogaciones son de carácter corriente, el 5,5% se atribuye a gastos de capital y el 8,1% restante a aplicaciones financieras. Dentro de las erogaciones corrientes los gastos destinados a consumo absorben casi el 90% del total en tanto que dentro de las erogaciones de capital, la inversión real directa se lleva el 73%.
Según la clasificación por objeto del gasto, la partida personal equivale al 46% del total de erogaciones, ratio que creció de modo sustancial en los últimos años ya que en 2003 el mismo era del 39%. Servicios no personales (luz, agua, gas, higiene urbana) absorbe el 27% de los egresos, con lo cual entre estas dos partidas tenemos el 73% del gasto de la ciudad. Si se toma la desagregación por jurisdicciones las secretarias de salud pública y la de servicios públicos son las de mayor ponderación con el 26% y el 20% sobre el total en forma respectiva. En consonancia con esto, la finalidad sanidad es la que más absorbe del total de erogaciones con el 30% del total seguida por servicios a la comunidad con el 26%, partida que incrementó sustancialmente su participación en los últimos años al pasar del 17% en 2003 al guarismo mencionado en 2013.
El gasto en inversión real directa si bien el año pasado registró un incremento del 333% exhibe un comportamiento errático a lo largo de la última década. En cuanto a la participación dentro del total de gastos, el año pasado fue del 4%, cifra que se ubica muy por debajo del récord de los últimos años alcanzado en el 2005 con el 17%.
En síntesis, el municipio gasta la mitad de su presupuesto en personal, que incluye sueldos y aportes, destina la mayor parte de su presupuesto a salud y servicios a la comunidad mientras que en materia de obra pública no se observa un comportamiento estable sino muy irregular.
¿Cómo se financia?
Para el año 2013, el 77% de los recursos de Rosario eran de carácter corriente, el 2,1% de capital y el 21,2% correspondían a fuentes financieras. Esta última partida adquirió una singular relevancia ya que en 2006 participaban con el 17%, lo que se atribuye a más endeudamiento.
Dentro de los recursos corrientes, los tributarios representaron el 84%, guarismo que descendió varios puntos porcentuales ya que diez años antes equivalían al 95%, esta reducción tuvo como contrapartida la expansión del rubro “venta de bienes y servicios de la Administración Pública” que pasó del 0,7% al 10% entre 2003 y 2013.
Dentro de los recursos tributarios, los de origen municipal equivalen al 50% del total para el ejercicio 2013, participación que ha disminuido en los últimos años ya que en 2003 representaban el 60% del total. Los de procedencia provincial representaban el año pasado el 23%, ratio que también descendió ya que diez años antes era casi del 30% en tanto que los de origen nacional tuvieron una ponderación en 2013 del 16,5%, 6 puntos porcentuales más que en 2003.
De acuerdo a la ejecución presupuestaria 2013, Derechos de Registro e Inspección (DREI) y la Tasa General de Inmuebles (TGI) equivalen casi al 90% del total de la recaudación por tributos de jurisdicción municipal. El primero de los impuestos representa el 56% de los tributarios locales, incrementándose su participación 20 puntos porcentuales desde 2001 en tanto que la TGI, que el año pasado representó el 31% de los impuestos locales, bajó su participación en 16 puntos en el período mencionado. El aumento de la participación del DREI se explica fundamentalmente por la inflación y por el fuerte crecimiento del nivel de actividad que tuvo lugar en los últimos años, por su parte, la TGI perdió terreno –aun cuando se han aplicado varios aumentos- al quedar rezagados tantos las tasas como el avalúo de los inmuebles.
Sobre los recursos tributarios de otras jurisdicciones, las mayores participaciones corresponden a los fondos provenientes de la coparticipación federal, a la coparticipación de ingresos brutos y a la coparticipación del impuesto automotor.
En efecto, el municipio muestra una alta dependencia de los recursos con procedencia extra-municipal –sobre todo nacional- dada la mayor participación que han adquirido estos últimos. Por su parte, los de origen municipal siguen siendo muy relevantes pero se advierte un cambio en su composición ganando terreno lo recaudado por DREI y perdiendo lugar la TGI.
Conclusión
La caída en el nivel de actividad y la inflación tendrán implicancias directas en las finanzas municipales en 2015. Si bien la recaudación por DREI se ve alimentada por la inflación, la caída en el nivel de actividad impactará directamente sobre la recaudación de este tributo. De igual manera, los recursos que el municipio recibe de otras jurisdicciones, sentirán el impacto de la recesión. Por su parte, habrá que ver qué margen hay para seguir aumentando la TGI luego de aplicarse incrementos más que notables en los últimos años, más aún cuando los agentes económicos pierden poder adquisitivo día a día. Por otro lado, la ciudad gasta gran parte de su presupuesto en personal el cual demandará aumentos acordes a la inflación. Todos los años, las paritarias con los empleados municipales traen fuertes dolores de cabeza al ejecutivo. A la vez, los costos de los servicios que presta el municipio crecen a la par de la inflación. Es en este marco, de desequilibrio fiscal y de deterioro macroeconómico en el cual deberá debatirse el Presupuesto local 2015.
CISE, Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (Fundación Libertad, Rosario)
En efecto, el municipio muestra una alta dependencia de los recursos con procedencia extra-municipal –sobre todo nacional- dada la mayor participación que han adquirido estos últimos. Por su parte, los de origen municipal siguen siendo muy relevantes pero se advierte un cambio en su composición ganando terreno lo recaudado por DREI y perdiendo lugar la TGI.
Conclusión
La caída en el nivel de actividad y la inflación tendrán implicancias directas en las finanzas municipales en 2015. Si bien la recaudación por DREI se ve alimentada por la inflación, la caída en el nivel de actividad impactará directamente sobre la recaudación de este tributo. De igual manera, los recursos que el municipio recibe de otras jurisdicciones, sentirán el impacto de la recesión. Por su parte, habrá que ver qué margen hay para seguir aumentando la TGI luego de aplicarse incrementos más que notables en los últimos años, más aún cuando los agentes económicos pierden poder adquisitivo día a día. Por otro lado, la ciudad gasta gran parte de su presupuesto en personal el cual demandará aumentos acordes a la inflación. Todos los años, las paritarias con los empleados municipales traen fuertes dolores de cabeza al ejecutivo. A la vez, los costos de los servicios que presta el municipio crecen a la par de la inflación. Es en este marco, de desequilibrio fiscal y de deterioro macroeconómico en el cual deberá debatirse el Presupuesto local 2015.
CISE, Centro de Investigaciones Sociales y Económicas (Fundación Libertad, Rosario)
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@AMandolesi
Sobre Adriano Mandolesi
Es Licenciado en Economía. Se desempeña en el think tank argentino Fundación Libertad, y el CISE (Centro de Investigaciones Sociales y Económicas de la citada Fundación). También oficia de analista en Roagro S.R.L.