INTERNACIONALES: ANTONELLA MARTY

Los 'Levellers' y la Revolución Gloriosa

Gran parte de las ideas que conforman el conglomerado teórico liberal o libertario...

19 de Noviembre de 2014
Gran parte de las ideas que conforman el conglomerado teórico liberal o libertario lograron desarrollarse a partir de un sinfín de acontecimientos políticos y constitucionales que movilizaron a la nación británica durante el siglo XVII.

Desde aquella geografía partió la inspiración para reconocidos movimientos históricos que anhelaban un mundo con mayores libertades y respeto por los derechos civiles. En tal sentido, suele recordarse principalmente a la admirable Revolución Americana como una de las movilizaciones de mayor impacto en la conquista de la sociedad libre y abierta.

Con todo, resulta crítico conocer la existencia de una revolución previa, que inspiró a su par en Norteamérica: se trata de la Revolución Gloriosa de 1688.

Es que fue el siglo XVII el moméntum temporal en donde comenzaron a plasmarse -con mayor precisión- dos ramas de pensamiento que han signado el camino de la historia económica, política y social del mundo moderno: el capitalismo y el comunismo.

Entre los pioneros de las ideas liberales, se destacan los Levellers –o 'niveladores', por su nombre en español. Contemporáneos, curiosamente, del movimiento de los Diggers, precursores del ideario comunista o colectivista. Este último grupo exhibía como fin implantar el concepto de la propiedad comunal de la tierra, centrándose en un estilo de vida agrario. Supieron diferenciarse de los Levellers, convirtiéndose en sus adversarios intelectuales.

Los Levellers, por su parte, resumían su pensamiento en personeros que promovieron las ideas de la libertad durante el período de las guerras civiles inglesas, en tiempos de la disputa entre el parlamento y la monarquía de Carlos I (más específicamente entre los años 1647 y 1649); especialmente a partir de los atropellos acometidos por la monarquía. Este escenario sentó las bases para la Revolución Gloriosa, que tendría lugar algunas décadas más tarde. Este grupo se basó en sus intelectuales para la difusión de ideas, recurriendo a la publicación masiva de folletos, peticiones y escritos políticos y económicos. Su objetivo: influir en la sociedad civil y en las políticas de ese entonces.

En plena era de absolutismo monárquico, los Levellers defendían y promovían la libertad de culto, exponían las limitaciones a la monarquía, la libertad económica, los derechos del individuo, la igualdad de derechos ante la ley, la protección de la propiedad, la expansión del voto, y reclamaban la limitación de la corruptela en el seno del poder público. Entre los Levellers, revistaban figuras de la talla de John Locke -padre de la teoría política liberal-, y Algernon Sidney –defensor de las ideas republicanas y la libertad de culto-. Ambos tuvieron marcada participación durante la Revolución Gloriosa.

Esta revolución consistió en la deposición de Jacobo II en la Inglaterra de 1688, llevada a cabo por un conjunto de parlamentarios y Guillermo de Orange; lejos de recurrir a la violencia como medio, echaron mano de la difusión de su ideario, resumido en el imperio de la ley, la división entre Iglesia y Estado, la limitación del poder en la política, la búsqueda de la propia felicidad, la libertad individual, el respeto a la propiedad privada, y el principio crítico que remitía al derecho del pueblo a alterar el gobierno o abolirlo en caso de opresión.

De este principio revolucionario, se llegó a un sistema de democracia parlamentaria, de la mano del nacimiento -por ejemplo- del Bill of Rights de 1689 (Carta de Derechos); uno de los documentos más representativos, eventualmente impuesto por el parlamento inglés a Guillermo de Orange para que éste pudiese asumir como monarca. El Bill of Rights establecía un cúmulo de pautas por las cuales debía regirse la monarquía: el rey ya no podría crear o eliminar leyes o impuestos sin la aprobación parlamentaria, y tampoco podría cobrar dinero para uso personal sin previa aprobación. Asimismo, se establecerían reuniones frecuentes del Parlamento, y elecciones de libre interferencia monárquica.

Tanto las ideas de Locke como las ideas de Sidney y los Levellers terminaron siendo exportadas hacia otras geografías del globo, siendo en numerosos casos bien recibidas y adecuadamente implementadas.

De tal suerte que el Bill of Rights sentó un notable precedente para la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776. Figuras tales como John Adams, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y George Mason reconocieron la influencia de Locke y Sidney en la gestación de las ideas políticas y económicas para los nacientes Estados Unidos de América.

Finalmente, el curso de la historia de Gran Bretaña se vio modificado gracias al surgimiento de estos defensores de la libertad; su resultado fue, precisamente, la Revolución Gloriosa. Y así supo expresarlo Lord Acton: gracias a esta revolución de carácter político y filosófico, se abrieron las puertas para un proceso de transformación económica de importancia mundial, que fue la Revolución Industrial.

También Friedrich Hayek se hizo eco de la importancia de esta instancia histórica: 'La libertad individual en los tiempos modernos difícilmente pueda reconocerse con anterioridad a la Inglaterra del siglo XVII'. Lo cual es útil a la hora de subrayar el rol que desempeña la difusión de ideas. Estas siempre conllevan consecuencias, toda vez que quienes las promocionan crean en ellas con pasión, procedan a divulgarlas, y hagan factible su implementación.

 
Sobre Antonella Marty

Tiene estudios en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Abierta Interamericana. Es Miembro Fundadora del Grupo Joven de la Fundación Libertad. Investigadora Asociada de Fundación para El Progreso, Chile; miembro del Consejo Ejecutivo y Directora Regional por Argentina y Chile de Estudiantes por la Libertad. Publica novedades relativas al trabajo e investigaciones de think tanks de América Latina y los Estados Unidos de América.