El Salvador: los intereses del FMLN... y los intereses del pueblo
La caída de los precios del petróleo ha puesto en evidencia, si más evidencia fuera necesaria, la contraposición de intereses...
09 de Diciembre de 2014
La caída de los precios del petróleo ha puesto en evidencia, si más evidencia fuera necesaria, la contraposición de intereses existente entre el gobierno del FMLN y la ciudadanía -contraposición sobre la cual el pueblo debe estar consciente.
Por cierto, está la contraposición fundamental: para establecer un régimen como el venezolano o el cubano, con el poder total en sus manos, que es lo que busca el FMLN, necesita tener un pueblo sumiso, para lo cual tiene que ser pobre. De allí que al FMLN no le moleste destrozar la economía salvadoreña, lo cual va en contra de los intereses del pueblo.
Esta actitud hacia los ingresos del país, sin embargo, se combina con otra opuesta con respecto a los ingresos del gobierno mismo y del partido: estos ingresos deben ser multiplicados para tener dinero, para mil cosas que beneficiarían al partido y a sus miembros. Antes de subir al poder en esta segunda vez, los líderes del partido habían identificado tres fuentes de recursos que les permitían tener un gobierno de abundancia en medio de un país empobrecido.
La primera de estas fuentes era Petrocaribe, que le vendería al país el petróleo carísimo, para luego darle ciertas condiciones de pago favorables al gobierno y al FMLN, no al país. El gobierno vendería los combustibles al pueblo al rabioso contado pero, de lo que le entrara, pagaría a Venezuela sólo la mitad en efectivo, mientras que la otra mitad se iría a 20 años plazo a tasas bien bajas de interés. Eso le extraería mucho dinero al pueblo para pasárselo al gobierno del FMLN. Se lo extraería porque el pueblo pagaría la deuda generada. Al hacerlo, volvería a pagar otra vez la mitad del costo de sus combustibles: una vez en la bomba, o en la cuenta de la electricidad, y otra vez al pagarle la cuenta a Venezuela.
La segunda de estas fuentes eran las pensiones. El gobierno quiere apropiarse de los enormes recursos ya ahorrados por los futuros pensionados (cerca de 10 mil millones de dólares) más los cientos de millones que entran cada año al sistema. Esta fuente funcionaría igual. El gobierno del FMLN se gastaría todo este dinero y dejaría a las pensiones sin reservas para que el mismo pueblo deba volverlas a pagar (ya lo está haciendo con sus contribuciones, y luego deberá que pagarlas nuevamente, con los impuestos que será necesario aumentar para pagarlas).
La tercera fuente es continuar tomando dinero prestado de los mercados internacionales, una fuente a la que todavía le sacan ventaja pero que, por el abuso, se va a ir agotando poco a poco.
Estaban felices con estos tesoros que se habían encontrado. Pero, ahora, resulta que con la caída de los precios del petróleo a casi la mitad, la otra mitad, que antes hubiera tenido el pueblo que pagar como deuda, ahora no la tiene que pagar. Este camino está cerrado.
El gobierno parece todavía tener la esperanza de poder quitarle a los ciudadanos los ahorros de sus pensiones, pero ya se ha dado cuenta de que hay una oposición cerrada a que lo haga por parte de ahorristas, sindicatos y empresas. Es otro caso en el que la ciudadanía se ha dado cuenta de que el FMLN tiene intereses contrapuestos a los del pueblo mismo. No quiere que le roben sus ahorros para sus pensiones.
Va quedando los préstamos en los mercados internacionales. Pero parece ya bien claro que el FMLN no podrá tener mayoría calificada en las elecciones de la Asamblea. Ya no podrá aprobar préstamos como si fuera a ordenar el café de la tarde.
¡Qué tristeza la del FMLN! ¡Tantos sueños perdidos! Todos los carros, las recepciones, los viajes…¡Todo lo que hubieran podido gozar de tanto dinero!
Por el otro lado, la alegría del pueblo de tener más dinero por ya no tener que volver a pagar la mitad de su gasolina, una segunda vez para que el FMLN se quedara con ella...
Venezuela llora, el gobierno llora, el FMLN llora…pero el pueblo se regocija. De esto tiene que darse cuenta el pueblo. Los intereses son, claramente, contrapuestos.
Seguir en
@ElCatoEnCorto
Sobre Manuel Hinds
Economista y consultor económico, Hinds se desempeñó como Ministro de Hacienda de El Salvador entre 1994 y 1999. Se le considera el padre de la dolarización, tras haber propuesto la idea en su país. Es autor de Playing Monopoly with the Devil: Dollarization and Domestic Currencies in Developing Countries (publicado por Yale University Press en 2006) y co-autor con Benn Steil de Money, Markets and Sovereignty (Yale University Press, 2009). Hinds también es columnista de El Diario de Hoy de El Salvador. En 2010, obtuvo el Premio Hayek del Manhattan Institute.