¿Por qué John Kerry se limita a pedir perdón por Estados Unidos?
Previo a subirse a un avión con destino a Lima (Perú) el pasado miércoles...
23 de Diciembre de 2014
Previo a subirse a un avión con destino a Lima (Perú) el pasado miércoles, el secretario de Estado americano John Kerry compartió un discurso clave sobre América Latina, en el que -una vez más- volvió a involucrarse en la autoflagelación ritualista lamentablemente ya conocida. La serie de disculpas de Kerry incluyó todo lo repasado por los medios durante el último mes, y algo más.
Pero fue un momento más que embarazoso o una oportunidad perdida: se trató de una victoria de la tiranía. La causa de la libertad necesita de un Estados Unidos fuerte y pleno de confianza, con el objeto de respaldar a aquellos que se atreven a cualquier cosa para ser libres. En lugar de ello, Kerry dejó en claro que él no era el típico estadounidense desagradable [ugly american], trayendo a colación los eventos de Ferguson, New York, y el informe bipartidista del Senado relativo al tratamiento de prisioneros terroristas.
'La democracia no es un destino final; se trata de un viaje sin final', ponderó el secretario. 'Y lo vemos aquí mismo, en casa'.
'Aún ayer, con el informe hecho público desde el Selecto Comité de Inteligencia en el Senado -nos hacemos responsables por un período desagradable, horrible', disparó Kerry, agregando luego: 'desde las calles de Nueva York hasta Ferguson, Missouri, estamos aprendiendo de forma aguda y dolorosa que la justicia y la equidad no son cosas que Usted puede proporcionar a algunos y negar a otros'.
Kerry también se aseguró de mencionar el 'juzgamiento por genocidio' del 'antiguo dictador de Guatemala, Efraín Ríos Montt' quien, durante su período de dieciocho meses como presidente a comienzos de los años ochenta, obsequió numerosas derrotas a la guerrilla comunista asistida Cuba y la Unión Soviética. Kerry sabe perfectamente que la izquierda internacional se ha anotado ese juicio, como forma para esmerilar al presidente Ronald Reagan, quien impidió que la región se convirtiera en una base de avanzada para puestos soviéticos de ultramar.
Lo mejor es autoflagelarnos, en lugar de flagelar a los tiranos
Pero fue un momento más que embarazoso o una oportunidad perdida: se trató de una victoria de la tiranía. La causa de la libertad necesita de un Estados Unidos fuerte y pleno de confianza, con el objeto de respaldar a aquellos que se atreven a cualquier cosa para ser libres. En lugar de ello, Kerry dejó en claro que él no era el típico estadounidense desagradable [ugly american], trayendo a colación los eventos de Ferguson, New York, y el informe bipartidista del Senado relativo al tratamiento de prisioneros terroristas.
'La democracia no es un destino final; se trata de un viaje sin final', ponderó el secretario. 'Y lo vemos aquí mismo, en casa'.
'Aún ayer, con el informe hecho público desde el Selecto Comité de Inteligencia en el Senado -nos hacemos responsables por un período desagradable, horrible', disparó Kerry, agregando luego: 'desde las calles de Nueva York hasta Ferguson, Missouri, estamos aprendiendo de forma aguda y dolorosa que la justicia y la equidad no son cosas que Usted puede proporcionar a algunos y negar a otros'.
Kerry también se aseguró de mencionar el 'juzgamiento por genocidio' del 'antiguo dictador de Guatemala, Efraín Ríos Montt' quien, durante su período de dieciocho meses como presidente a comienzos de los años ochenta, obsequió numerosas derrotas a la guerrilla comunista asistida Cuba y la Unión Soviética. Kerry sabe perfectamente que la izquierda internacional se ha anotado ese juicio, como forma para esmerilar al presidente Ronald Reagan, quien impidió que la región se convirtiera en una base de avanzada para puestos soviéticos de ultramar.
Lo mejor es autoflagelarnos, en lugar de flagelar a los tiranos
Entonces, ¿a quién olvidó mencionar Kerry? Busque en el discurso del funcionario, en la web del Departamento de Estado, estos términos: Cuba, Castro, Venezuela, o su hombre fuerte Nicolás Maduro -contra quien el congreso recientemente aprobó sanciones por groseras violaciones contra los derechos humanos- o Bolivia y su aspirante a dictador Evo Morales, Nicaragua o su líder antiestadounidense Daniel Ortega. O mejor, estimado lector, ahórrese tiempo y tómeme la palabra: estos términos de búsqueda ni siquiera figuran en el discurso de John Kerry.
El día en que Kerry pronunció su discurso, la policía de Cuba apaleó a manifestantes pro-derechos humanos y, al otro día, las fuerzas policiales de Hong Kong recurrieron a la fuerza para poner fin a las manifestaciones ciudadanas pro-democráticas.
Ni siquiera se registraron menciones sobre Leopoldo López, el líder de la oposición venezolana que se encuentra en prisión desde hace casi un año, o sobre su compatriota, la valiente María Corina Machado, que se unirá a López próximamente. Tampoco hubo menciones para las leales Damas de Blanco en Cuba, mujeres de mediana edad que siguen mostrándose incólumes a las palizas recibidas en las calles cubanas, y que cubren sus heridas para volver a manifestarse. Tampoco se conocieron referencias para el líder de la oposición, Antúnez, o a Yris Tamara Pérez Aguilera.
Todos ellos están rogando por el apoyo de la Administración Obama, para apenas recibir de parte de Kerry una serie de referencias a lugares comunes e infantilismos que versaban sobre 'cambio climático y energía limpia -la cual es, después de todo, la solución para el cambio climático-', la 'comunidad gay-lésbica' y el hecho de que 'reconocemos una verdad esencial: la exclusión social y económica es, en cualquier parte, una amenaza para la justicia'.
Los oprimidos del mundo necesitan de nuestro apoyo moral
Con toda seguridad, Estados Unidos no conduce su política exterior con el eje puesto en corregir la totalidad de los males del mundo, pero sí para reasegurar nuestra libertad y nuestra soberanía. 'Ella no viaja al extranjero en busca de monstruos para destruir', es la famosa sentencia de un predecesor de Kerry, John Quincy Adams, en su discurso por el Día de la Independencia en 1821. Pero Adams comprendía que estamos más seguros cuando la libertad se extiende por el mundo, así que es, en aquel mismo discurso, compartió un llamado a los ciudadanos de Europa para que derriben a sus tiranos monárquicos, enfureciendo a los diplomáticos del exterior presentes y ganándose una protesta de parte del gobierno del zar en Moscú.
Los amantes de la libertad en el mundo persiguen validez moral para su causa, el conocimiento de que la única superpotencia del planeta está de su parte y cree en su causa.
Al día de hoy, lo que los buscadores de la libertad desean de Estados Unidos no es tropas terrestres [N. del T.: boots on the ground], ni tampoco 'reconstrucción'. Necesitan validez moral para su causa. Ríos Montt fue lo que se conocía como un 'hombre fuerte;, más de tres décadas atrás. Existen dictadores antiestadounidense en América Latina ahora mismo, que reprimen a diario a sus pueblos; y estos últimos necesitan saber que Estados Unidos está de su parte.
Coincidentemente, el senador estadounidense Ted Cruz (Republicano por Texas) ofrecía un discurso en la Fundación Heritage al mismo tiempo en que Kerry se dirigía a la Nación. Cruz compartió sucintamente un punto, en relación a la política seguida por Kerry por su predecesora, Hillary Rodham Clinton, a saber, que 'la debilidad constituye una provocación'.
'Hoy día, la consecuencia de la política exterior de Obama y CLinton es que nuestros amigos ya no confían en nosotros, mientras que nuestros enemigos ya no nos temen', dijo Cruz. 'Esto es profundamente peligroso para los Estados Unidos, y profundamente peligroso para el mundo'. Agregaría luego Cruz que, bajo Barack Obama, Estados Unidos arriesga transitar el haber sido 'el líder del mundo', para convertirse en un 'miembro obediente frente a los dictados de la comunidad internacional'. Cruz debió haber incluído a Kerry en su crítica.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/12/20/why-did-john-kerry-just-apologize-for-america/
El día en que Kerry pronunció su discurso, la policía de Cuba apaleó a manifestantes pro-derechos humanos y, al otro día, las fuerzas policiales de Hong Kong recurrieron a la fuerza para poner fin a las manifestaciones ciudadanas pro-democráticas.
Ni siquiera se registraron menciones sobre Leopoldo López, el líder de la oposición venezolana que se encuentra en prisión desde hace casi un año, o sobre su compatriota, la valiente María Corina Machado, que se unirá a López próximamente. Tampoco hubo menciones para las leales Damas de Blanco en Cuba, mujeres de mediana edad que siguen mostrándose incólumes a las palizas recibidas en las calles cubanas, y que cubren sus heridas para volver a manifestarse. Tampoco se conocieron referencias para el líder de la oposición, Antúnez, o a Yris Tamara Pérez Aguilera.
Todos ellos están rogando por el apoyo de la Administración Obama, para apenas recibir de parte de Kerry una serie de referencias a lugares comunes e infantilismos que versaban sobre 'cambio climático y energía limpia -la cual es, después de todo, la solución para el cambio climático-', la 'comunidad gay-lésbica' y el hecho de que 'reconocemos una verdad esencial: la exclusión social y económica es, en cualquier parte, una amenaza para la justicia'.
Los oprimidos del mundo necesitan de nuestro apoyo moral
Con toda seguridad, Estados Unidos no conduce su política exterior con el eje puesto en corregir la totalidad de los males del mundo, pero sí para reasegurar nuestra libertad y nuestra soberanía. 'Ella no viaja al extranjero en busca de monstruos para destruir', es la famosa sentencia de un predecesor de Kerry, John Quincy Adams, en su discurso por el Día de la Independencia en 1821. Pero Adams comprendía que estamos más seguros cuando la libertad se extiende por el mundo, así que es, en aquel mismo discurso, compartió un llamado a los ciudadanos de Europa para que derriben a sus tiranos monárquicos, enfureciendo a los diplomáticos del exterior presentes y ganándose una protesta de parte del gobierno del zar en Moscú.
Los amantes de la libertad en el mundo persiguen validez moral para su causa, el conocimiento de que la única superpotencia del planeta está de su parte y cree en su causa.
Al día de hoy, lo que los buscadores de la libertad desean de Estados Unidos no es tropas terrestres [N. del T.: boots on the ground], ni tampoco 'reconstrucción'. Necesitan validez moral para su causa. Ríos Montt fue lo que se conocía como un 'hombre fuerte;, más de tres décadas atrás. Existen dictadores antiestadounidense en América Latina ahora mismo, que reprimen a diario a sus pueblos; y estos últimos necesitan saber que Estados Unidos está de su parte.
Coincidentemente, el senador estadounidense Ted Cruz (Republicano por Texas) ofrecía un discurso en la Fundación Heritage al mismo tiempo en que Kerry se dirigía a la Nación. Cruz compartió sucintamente un punto, en relación a la política seguida por Kerry por su predecesora, Hillary Rodham Clinton, a saber, que 'la debilidad constituye una provocación'.
'Hoy día, la consecuencia de la política exterior de Obama y CLinton es que nuestros amigos ya no confían en nosotros, mientras que nuestros enemigos ya no nos temen', dijo Cruz. 'Esto es profundamente peligroso para los Estados Unidos, y profundamente peligroso para el mundo'. Agregaría luego Cruz que, bajo Barack Obama, Estados Unidos arriesga transitar el haber sido 'el líder del mundo', para convertirse en un 'miembro obediente frente a los dictados de la comunidad internacional'. Cruz debió haber incluído a Kerry en su crítica.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2014/12/20/why-did-john-kerry-just-apologize-for-america/
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@Gundisalvus
Sobre Mike González
Es vicepresidente de comunicaciones en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), y periodista con veinte años de trayectoria, habiendo reportado desde Europa y Asia. Durante la Administración del ex presidente estadounidense George W. Bush, asistió en temas fiscales y de política exterior en audiencias dentro de Estados Unidos y en el exterior, inicialmente en la Securities and Exchange Commission (SEC) y luego en el Departamento de Estado.