Nuevo retroceso de la Argentina en Indice de Libertad Económica Heritage/The Wall Street Journal
El think tank estadounidense The Heritage Foundation (Washington, D.C.) presentó este próximo-pasado martes 27...
28 de Enero de 2015
El think tank estadounidense The Heritage Foundation (Washington, D.C.) presentó este próximo-pasado martes 27 la edición 2015 de su Indice de Libertad Económica, desarrollado en conjunto con el matutino The Wall Street Journal.
Los expertos de la fundación se dieron cita en el Allison Auditorium, para escuchar las palabras de apertura del presidente de la institución, Jim DeMint, y del legislador del Partido Republicano Paul Ryan -quien se presentara en los últimos comicios presidenciales en EE.UU. acompañando a Mitt Romney. Los editores del Indice son el ex embajador Terry Miller (hoy titular del Center for Trade and Economics en Heritage) y Anthony B. Kim, analista senior de políticas públicas (oficia de co-editor).
El Indice de Libertad Económica se ha convertido en uno de los ránkings más consultados por expertos y entendidos de la Economía a nivel mundial en los últimos años, y mensura a un total de 178 naciones bajo una metodología rigurosa -resumida en variables tales como libertad para desarrollar negocios, libertad comercial, gasto estatal, derechos de propiedad y libertad monetaria. Las economía de cada nación es, eventualmente, calificada como 'libre' o 'mayormente libre' en la porción superior del ránking, cerrando con el título de economías 'reprimidas' o 'poco libres' (en inglés, mostly unfree). Así las cosas, los primeros puestos del Indice están ocupados por, en este orden: Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Australia y Suiza (núcleo que responde a las economías más libres del planeta). El top ten se completa con Canada, Chile -nuevamente, la nación mejor calificada en las Américas-, Estonia, Irlanda e Islas Mauricio.
La Argentina, por su parte, volvió a ser calificada con dureza: incluso retrocedió un puesto en relación a la Edición 2014, ocupando el escalafón #169. De tal suerte que nuestro país se sitúa en el poco auspicioso grupo de las diez naciones con las economías más problemáticas del globo; debajo de la Argentina en el ránking, siguen la República del Congo, Irán, Turkmenistán, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Zimbabwe, Venezuela, Cuba y Corea del Norte. El listado completo puede consultarse en la URL http://www.heritage.org/index/ranking.
La siguiente es la descripción que acompaña a la calificación argentina, en palabras de los editores del Indice (conforme publicado en http://www.heritage.org/index/country/argentina):
Sinopsis
El puntaje de la Argentina en materia de libertad económica es de 44.1, posicionándose su economía en el puesto número 169 del Indice 2015. Su puntaje general ha disminuído en medio punto a raíz de registrarse una declinación en cinco de las diez libertades económicas evaluadas, incluyendo la administración del gasto estatal, la libertad laboral, y la libertad para hacer negocios. La Argentina se ubica en el puesto #27 sobre un total de 29 naciones evaluadas en la región de América Central y del Sur, en tanto su calificación general continúa siendo bastante más baja que los promedios regionales y globales.
La Argentina continúa sumida en un clima de represión económica. Severamente obstaculizada por la interferencia estatal, la economía formal continúa exhibiendo un crecimiento estancado, mientras que la actividad económica informal se expande. La estabilidad monetaria es particularmente débil, y existen controles de precios para casi la totalidad de bienes y servicios. La interferencia gubernamental en el sector financiero distorsiona todavía más los niveles de precios.
A lo largo de los últimos cinco años, el puntaje de la libertad económica de la Argentina se ha precipitado en más de siete puntos, arrojando a su economía a la categoría de 'reprimida'. Se han registrado pérdidas considerables en ocho de las diez libertades económicas [bajo análisis], lo cual se observa con mayor notoriedad en el gasto estatal, en libertad para inversiones, libertad para negocios, y derechos de propiedad. En el Indice 2015, la Argentina ha registrado su más baja calificación en materia de libertad económica.
Antecedentes
La Argentina deberá elegir un nuevo presidente en octubre de 2015. La Presidente Cristina Fernández de Kirchner, elegida en 2007 y reelegida en 2011, tiene prohibido volver a presentarse para otro mandato, conforme figura en la Constitución del país. El perfil para las inversiones de la Argentina ha sido fuertemente dañado por la mala administración fiscal y monetaria, el creciente proteccionismo, y las expropiaciones. El default por la deuda de 2001 continúa representando un obstáculo. Una decisión de tribunales estadounidenses en favor de acreedores de deuda que no aceptaron reestructuraciones previas arrojó al país nuevamente al default en 2014. El crecimiento económico se ha derrumbado, y el índice de pobreza se ha incrementado. Los controles al capital han agravado el proceso de fuga de capitales, y la economía ha pasado de ser la tercera más grande de América Latina, a convertirse en la cuarta. La Argentina continúa exigiendo tomar posesión de las Islas Malvinas-Falkland, a pesar de que sus residentes votaron continuar bajo dominio británico.
Estado de Derecho
La corrupción se ha convertido en una plaga en la sociedad argentina, y los escándalos son moneda corriente. En junio de 2014, el Vicepresidente Amado Boudou fue acusado por sobornos y por conductas incompatibles con la función pública. El sistema de justicia se muestra afligido por el comportamiento de magistrados incompetentes y corruptos. Las cortes de primera instancia se exhiben altamente politizadas, y la relativamente independiente Corte Suprema ha registrado un incremento de presiones de parte del gobierno.
Gobierno limitado
La tasa impositiva para particulares y empresas en la Argentina es del 35%. Otros impuestos incluyen un impuesto al valor agregado, un impuesto a la riqueza, y un impuesto a transacciones financieras. La presión impositiva alcanza al 29.5% del Producto Bruto Interno. El gasto gubernamental llega a 40 puntos del PBI, y la deuda pública llega a casi la mitad del tamaño de la economía doméstica. El gobierno se encuentra en default técnico debido a la reestructuración en el pago de bonos.
Eficiencia regulatoria
La regulación gubernamental se ha visto incrementada, comprometiendo la eficiencia y el crecimiento de la productividad. Establecer una nueva empresa es una labor incómoda, y obtener los permisos necesarios es costoso. Las reformas al rígido mercado laboral se han visto interrumpidas desde hace tiempo. El gobierno publica cifras inferiores a la inflación real; regula los precios de la electricidad, el agua, los combustibles y de cientos de otros productos; también presiona a las compañías privadas para fijar precios y salarios.
Mercados abiertos
La Argentina exhibe un índice tarifario del 5.6%. Las barreras no tarifarias incluyen la obtención de licencias de importación y una política oficial de 'sustitución de importaciones'. La inversión extranjera en algunos sectores de la economía está sujeta a regulación. El gobierno ejercita un control considerable de las actividades financieras. El más importante banco de la Argentina, que está bajo control estatal y suele ser la única institución financiera para determinadas áreas, es conocido por la colocación de créditos basados en gasto político.
Los expertos de la fundación se dieron cita en el Allison Auditorium, para escuchar las palabras de apertura del presidente de la institución, Jim DeMint, y del legislador del Partido Republicano Paul Ryan -quien se presentara en los últimos comicios presidenciales en EE.UU. acompañando a Mitt Romney. Los editores del Indice son el ex embajador Terry Miller (hoy titular del Center for Trade and Economics en Heritage) y Anthony B. Kim, analista senior de políticas públicas (oficia de co-editor).
Lea más sobre la economía argentina, en el Indice de Libertad Económica, Edición 2015.
El Indice de Libertad Económica se ha convertido en uno de los ránkings más consultados por expertos y entendidos de la Economía a nivel mundial en los últimos años, y mensura a un total de 178 naciones bajo una metodología rigurosa -resumida en variables tales como libertad para desarrollar negocios, libertad comercial, gasto estatal, derechos de propiedad y libertad monetaria. Las economía de cada nación es, eventualmente, calificada como 'libre' o 'mayormente libre' en la porción superior del ránking, cerrando con el título de economías 'reprimidas' o 'poco libres' (en inglés, mostly unfree). Así las cosas, los primeros puestos del Indice están ocupados por, en este orden: Hong Kong, Singapur, Nueva Zelanda, Australia y Suiza (núcleo que responde a las economías más libres del planeta). El top ten se completa con Canada, Chile -nuevamente, la nación mejor calificada en las Américas-, Estonia, Irlanda e Islas Mauricio.
La Argentina, por su parte, volvió a ser calificada con dureza: incluso retrocedió un puesto en relación a la Edición 2014, ocupando el escalafón #169. De tal suerte que nuestro país se sitúa en el poco auspicioso grupo de las diez naciones con las economías más problemáticas del globo; debajo de la Argentina en el ránking, siguen la República del Congo, Irán, Turkmenistán, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Zimbabwe, Venezuela, Cuba y Corea del Norte. El listado completo puede consultarse en la URL http://www.heritage.org/index/ranking.
La siguiente es la descripción que acompaña a la calificación argentina, en palabras de los editores del Indice (conforme publicado en http://www.heritage.org/index/country/argentina):
Sinopsis
El puntaje de la Argentina en materia de libertad económica es de 44.1, posicionándose su economía en el puesto número 169 del Indice 2015. Su puntaje general ha disminuído en medio punto a raíz de registrarse una declinación en cinco de las diez libertades económicas evaluadas, incluyendo la administración del gasto estatal, la libertad laboral, y la libertad para hacer negocios. La Argentina se ubica en el puesto #27 sobre un total de 29 naciones evaluadas en la región de América Central y del Sur, en tanto su calificación general continúa siendo bastante más baja que los promedios regionales y globales.
La Argentina continúa sumida en un clima de represión económica. Severamente obstaculizada por la interferencia estatal, la economía formal continúa exhibiendo un crecimiento estancado, mientras que la actividad económica informal se expande. La estabilidad monetaria es particularmente débil, y existen controles de precios para casi la totalidad de bienes y servicios. La interferencia gubernamental en el sector financiero distorsiona todavía más los niveles de precios.
A lo largo de los últimos cinco años, el puntaje de la libertad económica de la Argentina se ha precipitado en más de siete puntos, arrojando a su economía a la categoría de 'reprimida'. Se han registrado pérdidas considerables en ocho de las diez libertades económicas [bajo análisis], lo cual se observa con mayor notoriedad en el gasto estatal, en libertad para inversiones, libertad para negocios, y derechos de propiedad. En el Indice 2015, la Argentina ha registrado su más baja calificación en materia de libertad económica.
Antecedentes
La Argentina deberá elegir un nuevo presidente en octubre de 2015. La Presidente Cristina Fernández de Kirchner, elegida en 2007 y reelegida en 2011, tiene prohibido volver a presentarse para otro mandato, conforme figura en la Constitución del país. El perfil para las inversiones de la Argentina ha sido fuertemente dañado por la mala administración fiscal y monetaria, el creciente proteccionismo, y las expropiaciones. El default por la deuda de 2001 continúa representando un obstáculo. Una decisión de tribunales estadounidenses en favor de acreedores de deuda que no aceptaron reestructuraciones previas arrojó al país nuevamente al default en 2014. El crecimiento económico se ha derrumbado, y el índice de pobreza se ha incrementado. Los controles al capital han agravado el proceso de fuga de capitales, y la economía ha pasado de ser la tercera más grande de América Latina, a convertirse en la cuarta. La Argentina continúa exigiendo tomar posesión de las Islas Malvinas-Falkland, a pesar de que sus residentes votaron continuar bajo dominio británico.
Estado de Derecho
La corrupción se ha convertido en una plaga en la sociedad argentina, y los escándalos son moneda corriente. En junio de 2014, el Vicepresidente Amado Boudou fue acusado por sobornos y por conductas incompatibles con la función pública. El sistema de justicia se muestra afligido por el comportamiento de magistrados incompetentes y corruptos. Las cortes de primera instancia se exhiben altamente politizadas, y la relativamente independiente Corte Suprema ha registrado un incremento de presiones de parte del gobierno.
Gobierno limitado
La tasa impositiva para particulares y empresas en la Argentina es del 35%. Otros impuestos incluyen un impuesto al valor agregado, un impuesto a la riqueza, y un impuesto a transacciones financieras. La presión impositiva alcanza al 29.5% del Producto Bruto Interno. El gasto gubernamental llega a 40 puntos del PBI, y la deuda pública llega a casi la mitad del tamaño de la economía doméstica. El gobierno se encuentra en default técnico debido a la reestructuración en el pago de bonos.
Eficiencia regulatoria
La regulación gubernamental se ha visto incrementada, comprometiendo la eficiencia y el crecimiento de la productividad. Establecer una nueva empresa es una labor incómoda, y obtener los permisos necesarios es costoso. Las reformas al rígido mercado laboral se han visto interrumpidas desde hace tiempo. El gobierno publica cifras inferiores a la inflación real; regula los precios de la electricidad, el agua, los combustibles y de cientos de otros productos; también presiona a las compañías privadas para fijar precios y salarios.
Mercados abiertos
La Argentina exhibe un índice tarifario del 5.6%. Las barreras no tarifarias incluyen la obtención de licencias de importación y una política oficial de 'sustitución de importaciones'. La inversión extranjera en algunos sectores de la economía está sujeta a regulación. El gobierno ejercita un control considerable de las actividades financieras. El más importante banco de la Argentina, que está bajo control estatal y suele ser la única institución financiera para determinadas áreas, es conocido por la colocación de créditos basados en gasto político.
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@MatiasERuiz
Sobre Matias E. Ruiz
Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.