SOCIEDAD: ARTURO LARRABURE

Causa Larrabure: Carlos Ruckauf ratificó la gravedad de la agresión terrorista

Al dictaminar el Fiscal General Palacín en la causa donde se investiga el secuestro...

31 de Marzo de 2015
Al dictaminar el Fiscal General Palacín en la causa donde se investiga el secuestro, cautiverio, torturas y homicidio del Coronel Argentino del Valle Larrabure, citó entre los elementos distintivos que diferencian claramente a los crímenes de lesa humanidad de los delitos comunes, a la existencia de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil. Ello implica la comisión múltiple de crímenes, como ser: asesinato, secuestros, torturas, atentados, llevados adelante de conformidad con la política de un Estado o de una organización armada trazada para cometer ese ataque o promover esa política.

Aclaró que todo individuo indefenso, independientemente de su estado formal como miembro de una fuerza armada, debe considerarse civil, quedando comprendidos quienes no estén tomando parte activa en las hostilidades, incluyendo los miembros de las fuerzas armadas. La exclusión de militares y soldados como víctimas de crímenes contra la humanidad, por su sola condición de tales, no tiene justificación alguna en  el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Larrabure estaba protegido por su sola condición de persona, independientemente de su profesión.

Los ataques del PRT-ERP – destacó- fueron sistemáticos, conforme estuvieron organizados a la luz de la política común tras la que se alinearon. Fueron producto de un plan. Los integrantes del PRT-ERP sabían que sus actos formaban parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, de acuerdo con una política y un plan nítidamente delineados.

El PRT-ERP era una organización revolucionaria que  planteaba una revolución socialista, inspirada en la Revolución Cubana.

El reciente testimonio prestado en la citada causa por  el ex ministro de trabajo de María Estela Martínez de Perón, Carlos Ruckauf, ha corroborado lo dictaminado por el Fiscal General, ratificando que en ese tiempo se había decretado el Estado de sitio 'por el accionar terrorista que era de gran magnitud', aclarando que se trataba de 'un ataque al gobierno y a las instituciones', que 'afectó, sin duda, además a civiles'.

Al referirse a las características que tuvo ese ataque señaló que “había secuestros, atentados y ataques a cuarteles, estructuras policiales, personal judicial, personal policial y civiles”.

Preguntado si tales ataques eran ocasionales, aislados o sistemáticos, respondió: “Hubo muchos hechos”, recordando incluso que fueron afectados niños, entre los que citó a los hijos del Capitán Viola.

Interrogado respecto a si las acciones del ERP fueron inorgánicas, aisladas o existía un plan trazado para llevarlas a cabo, contestó: “Supongo que existía un plan, pero no lo conozco”...”En los medios salía que buscaba el poder”-aclaró.

Cabe recordar que en los considerandos del decreto 1368/74 que declarara el estado de sitio se menciona  la necesidad imperiosa de “erradicar expresiones de una barbarie patológica que se ha desatado como forma de un plan terrorista aleve y criminal contra la Nación toda”, llegando al extremo de amenazar a niños en edad escolar. Ruckauf fue también preguntado sobre qué tipo de gobierno se hubiera instaurado en el país de haber el ERP tomado el poder, respondió: 'Puedo suponer que marxista, porque ellos alegaban que eran marxistas...'.

Admitió también Ruckauf que el ERP y otras organizaciones armadas editaban publicaciones y revistas que circulaban libremente en el país, donde “se difundían las ideas de cada uno de los grupos y en algunos casos actos criminales que habían comertido”. Preguntado concretamente sobre si el gobierno argentino permitía su libre circulación dijo: “no me acuerdo, pero eran muchísimas y se repartían en las calles de la ciudad”.

Palacín había destacado al dictaminar que el quincenario clandestino El Combatiente tiraba 21.000 ejemplares, mientras que el periódico del ERP, Estrella Roja, imprimía el doble o más; tenía, además, publicaciones dirigidas a sectores obreros específicos, y tres publicaciones legales: el diario El Mundo, el quincenario Nuevo Hombre y la revista política Posición.

Admitió Ruckauf haber firmado el decreto 2772/75 que ordenó combatir al terrorismo subversivo en todo el país.  “El Dr Luder”-dijo-“nos manifestó que las fuerzas de seguridad estaban superadas, por eso este decreto se firmó en acuerdo de gabinete, y no solamente con los ministros de las áreas respectivas”. 

Quedó, de tal manera, ratificada la gravedad de al agresión terrorista y el poder de fuego de las organizaciones armadas. Certeramente, Palacín, había sostenido que el PRT-ERP no constituyó una organización más, sino que su poder -por momentos- alcanzó para neutralizar, contrarrestar y disminuir el poder del Estado argentino.

Se refirió finalmente Ruckauf al ataque al Regimiento de Azul reconociendo que se acordaba de éste “porque fue muy notorio porque Perón se enojó mucho”, y su reacción provocó la renuncia de un gobernador.

Al hablar al país el 20 de enero de l974, luego del ataque del ERP contra la unidad militar de aquella localidad, Perón dijo:

'Me dirijo a todos los argentinos frente al bochornoso hecho que acaba de ocurrir en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, donde una partida de asaltantes terroristas realizaron un golpe de mano, mediante el cual asesinaron al jefe de la unidad, coronel don Camilo Gay, y a su señora esposa, y luego de matar alevosamente a soldados y herir un oficial y suboficial, huyeron llevando como rehén al teniente coronel Jorge Ibarzábal.
Hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas que viene operando en la provincia de Buenos Aires,  ante una evidente desaprensión de sus autoridades. El gobierno del pueblo, respetuoso de la Constitución y la ley, hasta hoy ha venido observando una conducta retenida frente a estos desbordes que –reitero- nada pueden justificar en la situación que vive la República.
Tampoco, desde nuestro movimiento, hemos querido producir un enfrentamiento, desde  que anhelamos la paz y propendemos a la unión y solidaridad de todos los argentinos, hoy ocupados en la reconstrucción y liberación nacional. Pero todo tiene un límite: tolerar por más tiempo hechos como el ocurrido en Azul, donde se ataca a una institución nacional con los más aleves procedimientos,  está demostrando palmariamente que estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados para luchar contra el Estado, al que a la vez se infiltran con aviesos fines insurreccionales.
Ya no se trata solo de grupos de delincuentes sino de una organización que, actuando con objetivos y dirección foránea, atacan al Estado y a sus instituciones, como medio de quebrantar la unidad del pueblo argentino y provocar un caos que impida la reconstrucción y la liberación en que estamos empeñados. Es la delincuencia asociada a un grupo de mercenarios que actúa mediante la simulación de móviles políticos tan inconfesables como  inexplicables.
En consecuencia, ni el gobierno que ha recibido un mandato popular, claro y plebiscitario, ni el pueblo argentino, que ha demostrado con creces su deseo de pacificación y liberación, pueden permanecer inermes ante estos ataques, abiertos a su decisión soberana, y tolerar el abierto desafío a su autoridad, que pone en peligro la seguridad de la ciudadanía, cada día expuesta a la acción criminal de  estas bandas de asaltantes.
No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones; es indudable que ello obedece a una impunidad en  que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible. Por lo que sería aún peor si mediara como se  sospecha una tolerancia culposa.
Pido, asimismo, a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general que tomen partida activa en la defensa de la república, que es la atacada en las actuales circunstancias.
Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la acción criminal que atenta contra la existencia misma de la patria y sus  instituciones y que es preciso destruir antes que nuestra debilidad produzca males que puedan llegar a ser irreparables en el futuro.
Aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que pretendemos una patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar. Sin ello, ni la reconstrucción nacional ni la liberación serán posibles'
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En ocasión de declarar Antonio Cafiero en la misma causa, fue preguntado por la querellante:

-¿A quién imputó Perón haber facilitado con su inoperancia o tolerancia culposa el ataque terrorista al citado regimiento.

Cafiero: - Cuando Perón aludió que no es por casualidad que estas cosas ocurran en determinada jurisdicción, según mi criterio, se está refiriendo a lo que acontecía en la Provincia de Buenos Aires.
Querella -¿Por qué Perón consideró en riesgo la existencia misma de la Patria? ¿Cuál era el plan criminal que temía se llevara adelante?
Cafiero- Y, ante los ojos de Perón cuando veía que atacaban cuarteles y militares a Perón, eso le sonaba que era el preludio de atacar directamente la existencia misma de la República.
Querella- ¿Bidegain renunció luego del discurso de Perón a la gobernación de Buenos Aires?
Cafiero: -Sí.

 
Sobre Arturo Larrabure
Es Licenciado en Investigación Operativa, hijo del Coronel Argentino del Valle Larrabure, y autor del libro 'Un Canto a la Patria'. Caracteriza al autor de la obra su prédica contra todo tipo de violencia y su llamado a la reconciliación entre los argentinos, mensajes que fueron recibidos de su padre a través de las escasas comunicaciones con su familia desde el lugar de su extendido cautiverio. Publica en numerosos medios nacionales.