Irán y la cercanía de la bomba atómica: ¿engaña la Administración Obama a Estados Unidos?
¿Acaso la Administración del presidente estadounidense Barack Obama está liberando...
¿Acaso la Administración del presidente estadounidense Barack Obama está liberando información crucial sobre la capacidad nuclear de Irán en forma deliberada y echando mano de oportunismo político?
En primer lugar, será útil repasar la historia reciente entre la Administración Obama e Irán. En 2010, el congreso estadounidense aprobó el Acta sobre Sanciones Extendidas a Irán, Responsabilidad y Privación (Comprehensive Iran Sanctions, Accountability, and Divestment Act). Esta legislación impone uno de los regímenes sobre sanciones extendidas más completos contra Irán al día de la fecha.
El efecto de la ley y las pérdidas económicas resultantes de Irán obsequió a la Administración una oportunidad para negociar sobre el programa nuclear ilegal de Teherán.
La Administración Obama peleó con uñas y dientes en favor del proyecto de 2010, lo cual es particularmente desconcertante, considerando que es probable que el gobierno federal supiera detalles sobre la capacidad nuclear iraní -sobre la que hoy se estima está en posición de hacerse de armamento atómico en un término de tres meses.
Se entiende por capacidad crítica a la medida de tiempo entre el momento de tomarse la decisión de producir el suficiente material como para lograr armar un vector, y el momento de producir efectivamente ese material. El Plan Conjunto de Acción Extensivo de la Administración Obama expresa que un acuerdo nuclear con Irán demoraría este tiempo, pasándolo de tres meses a un año completo.
En rigor, es altamente improbable que el acuerdo emergente devuelva como resultado todos los beneficios que la Administración le adjudica. Irán ya ha acusado a la Casa Blanca de engañar al público estadounidense y al congreso.
En octubre de 2013, la Administración estimó que la capacidad crítica de Irán para producir armas nucleares sería superior a un año. Este estimativo ayudó a disminuir la sensación de urgencia, optimizó el argumento de que era hora de recurrir a la diplomacia y asistió en el objetivo de dejar de lado las sanciones del congreso, a las que se opuso en reiteradas oportunidades.
Todo lo cual modificó las estimaciones sin explicación, luego de que las negociaciones con Irán dieran inicio en 2014.
El 1ero. de abril próximo-pasado, la Administración Obama desclasificó de súbito las estimaciones de que Irán podría acumular material fisible suficiente para construir una bomba en un período de entre dos y tres meses.
En apariencia, las estimaciones previas que hablaban de un año también incluyeron un estimado de cuánto tiempo le llevaría a Irán construir una cabeza nuclear con uranio enriquecido, dato que la Administración estadounidense intentó ocultar con esmero.
No está claro por qué esta información fue elegible para su desclasificación abrupta. Pero la estimación más alarmante llega en un momento conveniente para la Administración. Esta puede ahora argüir que existe una mayor urgencia para cimentar el marco tentativo para el acuerdo anunciado el 2 de abril, día después de que las estimaciones fueron desclasificadas.
El acuerdo delineado en el Plan Conjunto de Acción Extendido no detendrá los esfuerzos de Irán para contar con armas nucleares; solo disminuirá la velocidad de sus progresos y proporcionará un marco de legitimidad para los esfuerzos ilegales de Teherán de hacerse con ese armamento.
A pesar de las seis Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que arengaban a detener los esfuerzos iraníes de enriquecimiento de uranio y la abundancia de uranio enriquecido a bajo precio en el mercado global, la Administración estadounidense esencialmente aceptó el 'derecho' autoproclamado de Irán para enriquecer uranio, e hizo a un lado las exigencias de que Irán desmantele su infraestructura nuclear -que Irán construyó a modo de desafío sobre sus compromisos corporizados en el Tratado de No Proliferación Nuclear.
Previo a que cualquier sistema de sanciones sea levantado, Irán debe proyectar transparencia ante la Agencia Internacional de Energía Atómica y el Grupo 5+1 (China, Francia, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y Alemania), y aclarar cómo logró consolidar una capacidad crítica de tres meses.
Un acuerdo nuclear aceptable al menos devolvería resultados lindantes con una detención en el enriquecimiento de uranio ejecutado por Irán, y lo propio en lo que hace a la producción de plutonio.
Pero la Administración Obama jamás logrará consolidar un acuerdo aceptable en tales términos, dado que debilitó adrede su poder de negociación, al oponerse repetidamente contra el sistema de sanciones elaborado por el congreso, en parte, tras haber manipulado información politizada de inteligencia.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/04/22/is-the-obama-administration-misleading-americans-about-how-close-iran-is-to-getting-a-nuclear-weapon/
Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.