De la Antártida a Djibouti, la presencia china se extiende
Ni Djibouti -situado en la costa este del continente africano, en la entrada al Mar Rojo- ni la Antártida...
Ni Djibouti -situado en la costa este del continente africano, en la entrada al Mar Rojo- ni la Antártida se encuentran tan cerca de China. Sin embargo, China se esfuerza en establecer una presencia en ambas áreas.
A los efectos de respaldar su creciente presencia en el Océano Indico, que ha incluído recientemente el despliegue de submarinos -en donde se cuenta a un navío de ataque de propulsión nuclear-, se informa que China está negociando con Djibouti el establecimiento de una presencia formal, que este país describe como una base militar, comparable a las ya posicionadas allí por las Fuerzas de Defensa del Japón, los Estados Unidos y Francia.
En simultáneo, los chinos han estado conversando con los líderes de las islas Maldivas, en relación a la posibilidad de ampliar relaciones y la construcción de una base china en las Seychelles. Aún no está claro si las negociaciones de referencia han rendido frutos, ni si se trata simplemente de un acceso o si, por el contrario, de una presencia militar explícita. Conforme China está en proceso de su despliegue rotativo antipiratería número diecinueve en cercanías del Golfo de Adén (para lo cual ha despachado un submarino nuclear), no debería aparecer como una sorpresa que Pekín desee algún sitio para que sus navíos se hagan de suministros y combustible.
Mientras tanto, más al sur, el líder chino Xi Jinping también ha señalado el interés chino en la Antártida. China ha llevado a cabo estudios sobre una ubicación para su quinta estación de investigación en el continente blanco, y se encuentra construyendo un nuevo rompehielos -con el objeto de respaldar a su red actual de instalaciones. El propósito de éstas -según se cree- es posicionar a China como para que eventualmente interponga un reclamo por recursos, para el caso en que el séptimo continente termine abriéndose a la explotación comercial. Mientras tanto, china incluso puede demostrar su creciente progreso científico, involucrándose en investigaciones en una de las locaciones más inhóspitas del planeta.
Resulta de interés crítico para los Estados Unidos mantener la vigilancia sobre la expansión de China hacia el sur, en el Océano Indico y en mares meridionales, ya fuere en las costas africanas o en las naciones insulares al sur del Océano Indico. Esto no debe, necesariamente, representar una postura antagónica; las dos naciones -China y EE.UU.- pueden hallar puntos de interés compartido. Ya se trata de investigación científica en el Polo Sur, o en lo que hace a operaciones antipiratería a lo largo de vías marítimas clave, Washington debería dejar en clara su predisposición a cooperar con Pekín allí donde sea posible -pero también la eventualidad de confrontar, allí donde sea necesario.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/05/15/from-antarctica-to-djibouti-chinas-presence-is-expanding/
Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.