INTERNACIONALES: HERNAN BONILLA

Uruguay: ¿nueva reforma constitucional?

Cumplidas las cuatro instancias que marca la Constitución de la República Oriental del Uruguay...

03 de Junio de 2015
Cumplidas las cuatro instancias que marca la Constitución de la República Oriental del Uruguay, queda cerrado el ciclo electoral 2014-2015. Como ya es habitual, desde que se probara por primera vez el nuevo régimen en 1999 con quejas sobre su extensión y exceso de comparecencias ciudadanas en las urnas y, por lo tanto, gana terreno la visión de que el sistema necesita modificaciones. Pero es necesario ser muy cuidadosos a la hora de definir cuáles.
 
Sin dudas, entre las primeras debe figurar la instrumentación del voto electrónico, conservando todas las garantías actuales. Hoy día, se registra un gigantesco desperdicio de recursos en la impresión y distribución de las listas; esto, amén de atentar contra el medio ambiente, resulta una barrera de entrada económica a la presentación de nuevas agrupaciones que resulta profundamente antidemocrática. No admite más demora trabajar en los próximos cinco años para llegar a las siguientes elecciones con un sistema más acorde a los tiempos que vivimos y dejar atrás un arcaico sistema de votación que ya no tiene justificación posible.
 
En relación a los cambios en el calendario electoral, es compartible la visión de que resulta extenso y costoso. Sin embargo, a la hora de analizar qué modificaciones podrían realizarse en concreto, surgen discrepancias. ¿Qué instancias eliminar? ¿Las internas? ¿La segunda vuelta? ¿Las departamentales? En todo caso, debe analizarse desde la perspectiva del ciudadano, de qué forma tiene mayor libertad de elección y no desde las conveniencias de determinado partido político. Por esta razón, es probable que se vea obstaculizada cualquier negociación entre los partidos políticos, y acaso la única alternativa sea la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, con sus ventajas y desventajas.
 
Parece un mecanismo idóneo en las actuales circunstancias pero, si la misma contare con una mayoría regimentada del Frente Amplio, ello abriría las puertas a una reforma de tipo chavista de nefastas consecuencias para la tradición republicana del Uruguay. No hay que ser ingenuos, pensando que el astorismo o los sectores moderados no continuarán por este camino; al final, siempre son sometidos en la interna y éste es un dato de la realidad.
 
Por otro lado, si el Frente fuera derrotado en la elección de la Constituyente, podría convertirse en el equivalente a la derrota del batllismo hace cien años en la misma circunstancia de la elección de la Constituyente de 1916. Contra todo pronóstico, una excepcional votación de los blancos dio lugar al 'alto de Viera' y al fin del reformismo socialista que venía llevando adelante Batlle y Ordóñez. Fue el triunfo de los defensores de las garantías electorales y marcó un nuevo escenario, claramente mejor, para la política nacional.
 
Por tanto, el mecanismo de la Asamblea Constituyente es un arma de doble filo. Puede resultar muy bueno si la mayoría responde a la tradición democrática y republicana de nuestro país o terminar en una tragedia si sirve para institucionalizar la visión de la mayoría del Frente Amplio.
 
En reiteradas oportunidades, el Dr. Ramón Díaz llamó la atención sobre el deterioro en la calidad de nuestras constituciones con el paso del tiempo, reflejo de los cambios culturales que iba sufriendo el país. Antes de dar un paso hacia una nueva reforma de la Constitución, es menester sopesarlo todo, si lo que se pone en riesgo no es más de lo que se puede obtener, al avanzar por ese camino.

 
Sobre Hernán Bonilla

Columnista del diario El País (Uruguay), consultor independiente y Diputado suplente del Partido Nacional de la República Oriental del Uruguay. Obtuvo su maestría de Economía de la Universidad Ort.