EE.UU.: rechazo generalizado en el congreso a política de Barack Obama hacia Cuba
Si aún subsistían bolsones de confusión respecto de la posición del congreso estadounidense...
Si aún subsistían bolsones de confusión respecto de la posición del congreso estadounidense en relación a Cuba, esta semana -y de manera definitiva- eso llegó a término. Pasando por los proyectos para el gasto federal hasta la legislación en sí, una coalición bipartidista en el parlamento americano está resistiendo a la Administración Obama.
El miércoles próximo-pasado, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de gastos para Comercio, Justicia y Ciencia (CJS), que incluyó una provisión que prohibía a cada agencia financiar transacciones comerciales con los 'militares o el servicio de inteligencia cubano, o con cualquier familiar inmediato de aquéllos'. Por estas horas, las regulaciones de la Casa Blanca solo implementan excepciones a 'funcionarios específicos del gobierno del partido comunista'.
Ese mismo día, un grupo bipartidista liderado por el senador Marco Rubio (Republicano por Florida) introdujo el Acta sobre Transparencia y Militares Cubanos. Patrocinando junto a Rubio la iniciativa, revistan los senadores Tom Cotton (Republicano, Arkansas), Ted Cruz (Republicano, Texas), Cory Gardner (Republicano, Colorado), Orrin Hatch (Republicano, Utah), Mark Kirk (Republicano, Illinois), Bob Menéndez (Demócrata, Nueva Jersey), y David Vitter (Republicano, Louisiana).
Rubio declaró:
No está en el mejor interés de los Estados Unidos ni del pueblo de Cuba que Estados Unidos se transforme en financista de la brutalidad del régimen de Castro. El Acta de Transparencia sobre Militares Cubanos impedirá que dólares estadounidenses lleguen a las manos de funcionarios militares de Cuba, y exigirá rendición de cuentas a la Administración Obama en relación a fugitivos de la justicia americana en Cuba, el regreso de propiedades robadas y jamás compensadas, y también sobre el rol del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior cubano.
El respaldo para la implementación de sanciones más estrictas cosechó ecos el día siguiente, cuando la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de gasto para Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano, prohibiendo a la Administración Federal de Aviación, a la Administración Marítima y a la Comisión Federal Marítima aprobar nuevas áreas de aterrizaje y desembarco en tierras confiscadas [a Estados Unidos] en Cuba.
Han pasado ya casi seis meses desde que el presidente estadounidense anunciara su cambio radical de la política nacional hacia Cuba. Desde entonces, hemos recordado con recurrencia los aspectos negativos del acuerdo negociado por la Casa Blanca para el país. En menos de un semestre, el presidente Barack Obama ha entregado a La Habana tres espías, redujo drásticamente las sanciones, hizo lobby en el congreso para que el embargo sea levantado, y removió a Cuba del listado de Estados Patrocinadores del Terrorismo. Mientras que el congreso americano aún tiene mucho por hacer, como ser, continuar con la manutención del embargo y de la base naval en la Bahía de Guantánamo, esta semana ofreció pruebas contundentes en relación al carácter impopular de la nueva política presidencial hacia Cuba.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/06/05/congressional-responses-show-overwhelming-rejection-of-obamas-new-cuba-policy/
Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales.