Avión no tripulado de EE.UU. asesina al segundo de al-Qaeda

Al-Qaeda confirmó el próximo-pasado martes que un avión no tripulado (drone) ultimó a su segundo al mando, Nasir al-Wuhayshi.

 

Al-Wuhayshi también comandaba al grupo terrorista afiliado de Yemén, conocido como al-Qaeda en la Península Arábiga (AQAP), la rama más letal de la red global -de acuerdo a las descripciones compartidas por funcionarios estadounidenses. El grupo declaró en un reciente video que otros dos operativos también perdieron la vida junto al líder.

 

Steven Bucci, director del Centro Allison para Estudios sobre Política Exterior en la Fundación Heritage (Washington, D.C.), declaró que la muerte de Wuhayshi es una 'noticia positiva, pero en modo alguno definitiva'.

 

'Al-Qaeda se ajustará a esta novedad, y promoverá a otro líder', dijo. Y completó: 'Estados Unidos necesita tener cuidado y no quedarse centrado en esta novedad'.
 

'Sepan los enemigos de Dios que su batalla no es solo contra una persona o una figura, sin importar su calibre', declaró el veterano líder de al-Qaeda, Khaled Batarfi, en el comunicado del grupo. 'A los infieles Estados Unidos: Dios ha mantenido vivo a aquellos que les depositarán en un mundo de problemas, haciéndoles paladear la amargura de la derrota'.

 

El comandante de la rama militar de AQAP, Qassim al-Raimi, se convertirá en el sucesor de al-Wuhayshi.

 

'La eliminación de un nuevo líder de al-Qaeda debería celebrarse, pero todo mundo deberá recordar, sobre todo el presidente estadounidense, que los ataques de aviones no tripulados contra los líders no podrán, por sí solos, ganar esta guerra', agregó Bucci. 'Es una buena herramienta, pero no la panacea'.

 

James Carafano, vicepresidente de Estudios de Defensa y Política Exterior en la Fundación Heritage, aportó que los ataques con drones, en soledad, no son suficientes. Carafano explicó, ya en 2010, que los aviones no tripulados han servido como núcleo de la estrategia antiterrorista de Barack Obama. Aún hoy, la amenaza terrorista transnacional es 'más grande que nunca'.

 

'Aniquilar a los terroristas de a uno por vez no ganará esta guerra', resumió Carafano.

 

Al-Wuhayshi ofició de socio de bin Laden en la iniciativa que llevaría a este último a los ataques del 11 de septiembre, y condujo el intento infructuoso de AQAP de hacer explotar vuelos comerciales sobre el espacio aéreo estadounidense. También declamó responsabilidad por la masacre acontecida en el periódico satírico Charlie Hebdo a comienzos del año en curso.

 

El grupo también ha logrado ampliar su alcance de operaciones en meses recientes, alimentando el el caos en la guerra civil de Yemén -con miras a capturar territorio y explotar el vacío de poder dejado por el colapso del gobierno local. En abril pasado, la organización terrorista capturó la quinta ciudad más importante de Yemén, Mukala, haciéndose de millones de dólares del banco central doméstico, junto con el botín representado por la captura de un aeropuerto y una terminal petrolera.