INTERNACIONALES: BRUCE KLINGNER

Corea del Norte: el brutal régimen es el culpable por escasez de alimentos, y no el clima

En el pasado, Pyongyang culpó los magros resultados de su cosecha de granos a inundaciones...

19 de Junio de 2015

En el pasado, Pyongyang culpó por los magros resultados de su cosecha de granos a inundaciones catastróficas y a sequías, que no afectaron a se vecino Corea del Sur. La realidad, sin embargo, es que el culpable es exclusivamente el desastroso sistema económico norcoreano, combinado con la geografía mayormente montañosa del país, que no es conducente para consolidar una autosuficiencia en materia de agricultura. Históricamente, la porción hacia el sur de la Península Coreana ha sido el granero de la nación.

Dicho esto, las actuales condiciones de sequía han afectado tanto a Norcorea como a Corea del Sur. La prensa surcoreana ha informado que los ríos en numerosas provincias exhiben un caudal de solo el 60% de sus niveles normales. La siembra de cultivos que demandan hidratación intensiva, como ser coles, garbanzos y espárragos se ha visto demorada en muchas zonas.

Corea del Norte es más susceptible a traumas climáticos, dado que su sistema de agricultura centralmente controlada nunca proporcionó niveles mínimos de autosuficiencia como para nutrir a la sociedad. Complementariamente, las prácticas de deforestación ejecutadas por el régimen condujo al desgaste de las superficies cultivables.

En la actualidad, Pyongyang padece una fatiga en lo que hace a donaciones internacionales, debido a las repetidas amenazas interpuestas por el régimen contra potenciales países aportantes, al menosprecio de décadas de potenciales reformas a su economía, al desvío de fondos de ayuda para equipar a sus fuerzas armadas, y al haberse rehusado a cumplimentar con lo dispuesto en su convenio con el Programa Mundial de Alimentos (World Food Program).

Así las cosas, el ánimo de Washington -que ha mutado en pesar- no es el mejor para promover a un incremento en la asistencia a Corea del Norte, a raíz del comportamiento beligerante de Kim Jong-un y al hecho de que el gobierno de Pyongyang gasta el grueso de su dinero en los militares, en proyectos grandilocuentes que alimentan la vanidad del líder, y a la adquisición de bienes suntuosos.

De acuerdo con un legislador de Corea del Sur, Pyongyang gastó US$ 644 millones en bienes de lujo en 2013, varias veces más de lo invertido en la importación de comida para su necesitada población.

Eso, sin dejar de tener en cuenta que el informe de la Comisión de Averiguaciones de Naciones Unidas concluyó en 2014 que Norcorea era responsable por 'crímenes contra la humanidad, surgidas de "políticas implementadas desde altos niveles del Estado", incluyendo (...) el acto inhumano de promover a la desnutrición de manera sistemática.'

Corea del Sur podría mostrarse más predispuesta a proporcioanr ayuda a su vecino del norte, conforme el presidente surcoreano Park intenta desesperadamente hacer frente a crecientes críticas, dada la falta de resultados retornados por su Administración, luego de dos años en el poder.

Pero Park podría verse limitado a la hora de ofrecer ayuda a Norcorea, sin importar que ésta fuera de carácter humanitario -ello debido a la recurrente actitud negativa de Pyongyang contra Seúl. Las esperanzas de cara a una mejora de las relaciones intercoreanas colapsaron a comienzos de 2015, a partir de la creciente lista de demandas exageradas de parte de Pyongyang, al crescendo de amenazas y al eventual cierre de toda puerta para los acercamientos con el sur. La Comisión Nacional para la Defensa de Corea del Norte declaró: 'En apariencia, ningún cambio de importancia o transformación podrá lograrse en las relaciones intercoreanas, aún si debiéramos sentarnos miles de veces con esos funcionarios de gobierno'.

De tal suerte que, mientras las imágenes de norcoreanos en pésimo estado de desnutrición -particularmente niños- continúen motorizando iniciativas para rescates o ayuda humanitaria, la responsabilidad por esta tragedia reposa en los pies de las brutales prácticas sistémicas del régimen; muy lejos de las culpas que pudieren achacarse a la Madre Naturaleza.


Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/06/18/north-koreas-brutal-regime-not-the-weather-primary-culprit-for-nations-food-shortage/

 

Sobre Bruce Klingner
Es Analista Senior en Investigación para el Centro de Estudios Asiáticos de la Fundación Heritage. Publica periódicamente análisis y escritos sobre Corea del Norte, Corea del Sur, Japón y temáticas de seguridad en la región. Klingner se desempeñó veinte años en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA). Fue jefe de la estación de la CIA en Corea en el bienio 1993-1994.