Asolado por la guerra y el terror, este grupo minoritario sirio lucha por sobrevivir
La secta minoritaria drusa en Siria hace frente hoy a un juego de supervivencia a doble o nada...
La secta minoritaria drusa en Siria hace frente hoy a un juego de supervivencia a doble o nada, en el complejo sistema de alianzas de la brutal guerra civil en este país. El modo en que este acosado grupo minoritario se conduce en el cruce de rutas político y de seguridad bien podría determinar su futuro en Siria.
El peligro para los drusos incluso se ha convertido en una espina para la vecina Israel, una nación que intenta mantener una posición neutral de cara a la guerra civil siria. La manera en que el gobierno en Tel Aviv logre apaciguar a su propia minoría drusa sigue representando un obstáculo significativo.
¿Quiénes son los drusos?
Los drusos son una secta esotérico-religiosa escindida del Islam shiíta en el siglo XI. Este grupo suscribe elementos de casi todos los credos monoteístas, así como también enseñanzas de filósofos griegos -incluyendo a Aristóteles y Sócrates.
Son creyentes de la teofanía y la reencarnación, y son considerados como infieles por los grupos extremistas del Islam sunita, particularmente aquellos involucrados en los capítulos más violentos de la guerra civil siria, como ser Jabat al-Nusra (afiliada a la versión siria de al-Qaeda) y el Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS).
Hoy día, existen cerca de un millón de drusos en todo el globo, dos tercios de los cuales residen en Siria, y el otro tercio puede ser hallado en áreas de Israel, Jordania y el Líbano. Históricamente, los drusos han experimentado una intensa persecución en el Levante, mientras que los drusos en Israel definen su relación con los judíos israelíes como un 'pacto de sangre', dada la experiencia histórica común.
En lo que representa un esfuerzo tendiente a evitar la división y la persecución, los drusos frecuentemente ofrecen intensa lealtad a los regímenes o gobiernos de los países en los que residen. Los drusos en Siria suelen estar relacionados con el régimen de Basher al-Assad, mientras que muchos de sus pares en Israel son ciudadanos israelíes -y algunos sirven en unidades de combate en las Fuerzas de Defensas de Israel (IDF).
Esta misma suerte de relación de los drusos con gobiernos anfitriones se registra en el Líbano y Jordania. Mientras que estas generalizaciones se mantienen relativamente consistentes a lo largo de la región, la naturaleza del conflicto en Siria está forzando a un recálculo de sus actuales alianzas.
El terrorismo toma a los drusos sirios por objetivos
A comienzos de junio de este año, Jabat al-Nusra -grupo terrorista afiliado a al-Qaeda- asesinó a un aproximado de veinte miembros de la secta drusa en Qalb Loze, provincia de Idlib, cercana a la zona fronteriza con Turquía.
Estos hechos dieron inicio a protestas y temor entre las comunidades drusas residentes en numerosas porciones de Siria -particularmente aquellas que viven en lo que consideran su tierra ancestral, Montaña Drusa, provincia de Sweida. Lo propio sucedió con sus pares en el Líbano e Israel. Los recurrentes llamados a los drusos para que pasen a la acción -por parte de Israel- no pueden ser desatendidos, dada su importancia. Los drusos residentes en Israel, en tanto solo constituyen un 1.5% de la población total del país, registran una influencia de calibre en los espectros político y militar, dadas sus posiciones de alto nivel en el gobierno y en las Fuerzas de Defensa de Israel.
Mientras que muchos drusos han desertado de las fuerzas sirias, o bien se han rehusado a servir -a auspicios de neutralidad-, muchos, como otras sectas minoritarias entre las que se cuentan alawitas y cristianos, tradicionalmente supieron apoyar al régimen de al-Assad. Sin embargo, este apoyo se ha visto reducido en la comunidad drusa últimamente, dadas las acciones de conscripción de hombres en extremo jóvenes y el hecho de que se los fuerza a combatir muy lejos de su territorio de origen.
Adicionalmente, muchos en la comunidad drusa interpretan el ataque ejecutado por Jabat al-Nusra en la provincia de Idlib como un claro ejemplo de la debilidad de las fuerzas de Basher al-Assad, que remite a la erosión de la efectividad de las tropas regulares sirias.
De acuerdo con el grupo pro-opositor, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, en los últimos meses, Jabat al-Nusra ha profanado tumbas drusas y destruído templos en Qalb Loze y otras localidades drusas en la provincia de Idlib.
Más hacia el sur, en Sweida -hogar de la más importante colectividad drusa en Siria-, las alianzas han comenzado a complicarse. Aún cuando muchos de los drusos intentan alinearse junto a fuerzas pro-gubernamentales, también se esfuerzan para evitar alianzas con milicias rebeldes que, eventualmente, podrían quedar bajo control extremista.
En 2013, un grupo de drusos en Sweida llamó al Batallón al-Atrash del Sultán Pasha -que asistió a grupos islamistas vecinos locales en Deraa, junto al Ejército Libre Sirio (FSA)- fue, a la postre, superado por la Comisión de la Sharia de Jabat al-Nusra, lo cual derivó en el asesinato de numerosos drusos. Es que, en Sweida, los drusos han quedado en medio de los combates entre fuerzas pro y antigobierno; de tal suerte que los drusos son ahora rehenes de un peligroso juego de secuestros llevados a cabo por ambas partes, en el que muchos líderes drusos han sido capturados por el Frente al-Nusra y luego ejecutados.
Estrategia de autopreservación
Hasta el momento, el objetivo primario de los drusos en la guerra ha sido de autopreservación, condimentando con una sólida dosis de neutralidad. Los esfuerzos tendientes a adherir a esta estratagema se evidenciaron en el caso de Sweida, y han traído como resultado una relativa paz. Esto ha permitido a la colectividad desempeñar un rol importante como santuario para refugiados, particularmente para aquellas personas atrapadas en medio de los combates en Deraa.
Sweida incluso ha servido como corredor humanitario clave para numerosas poblaciones en la región.
Los drusos -aún con el escenario de la guerra civil siria en su contra- han creado una pequeña isla de estabilidad, en el medio de un país vaporizado por el caos y el conflicto. Con todo, y dada la trayectoria actual de los eventos, es improbable que esa estabilidad continúe inmutable por mucho tiempo.
Los drusos entienden que sus opciones para una autodefensa efectiva son limitadas. A la luz de la situación de los drusos sirios, muchos en Israel ahora presionan para que las Fuerzas de Defensa de Israel proporcionen ayuda humanitaria, así como también armamento letal a las comunidades druso-sirias cercanas a la frontera entre Siria e Israel. Sin embargo, existen algunos drusos en el lado sirio que evalúan estos esfuerzos desde la sospecha: estos dicen que Israel podría utilizar a los drusos como zona buffer para obtener una ventaja geopolítica clave en el futuro.
Al mismo tiempo, el gobierno israelí ha recibido numerosas críticas de parte de los drusos en Israel, dado el apoyo humanitario indiscriminado proporcionado por Tel Aviv durante la guerra civil siria. Por ejemplo, un hospital de campaña israelí en los Altos del Golán asiste a heridos de guerra de Siria, bajo una política de no hacer preguntas ni formular disquisiciones a los heridos respecto de a qué bando pertenecen.
Los drusos entienden que, en esos hospitales de campaña, Israel asiste a combatientes de Jabat al-Nusra, permitiéndoles regresar luego al teatro de operaciones. La tensa situación en los Altos del Golán culminó pocos días atrás cuando una turba de drusos israelíes atacó a una ambulancia militar que llevaba a sirios heridos en combate.
Uno de los ciudadanos sirios transportado fue asesinado; el otro resultó gravemente herido. Más aún, el líder druso en el Líbano, Walid Jumblatt, ha llamado a los drusos a apoyar a Jabat al-Nusra, una política que muchos drusos en Siria se resisten a aceptar, dado el reciente ataque en Idlib.
Los drusos se han convertido en feroces combatientes, característica atribuíble -para muchos- a incesantes siglos de persecución, y a su capacidad para sobrevivir en áreas pro y antigubernamentales en Siria.
Pero, conforme la guerra se amplifica y las voces moderadas del país comienzan a tomar partido tanto por al-Assad como por ISIS o por Jabat al-Nusra, la táctica de autopreservación y neutralidad será difícil de mantener para los drusos, en especial si Jabat al-Nusra o si alguna fuerza aliada se hace del control total en Sweida.
A pesar de las declamaciones previas del Frente Jabat al-Nusra, en ocasión de una entrevista concedida a la cadena Al-Jazeera, en el sentido de que el grupo no dañaría a los drusos, las acciones hablan con más fuerza con las palabras en esta región. Y es probable que los drusos deban hacer frente a un destino similar al de yazidíes y cristianos en su momento masacrados por ISIS.
La alternativa de obtener el apoyo de Israel, aún teniendo en cuenta su improbabilidad, podría representar la última esperanza para los drusos.
Traducción al español: Matías E. Ruiz | Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/07/01/torn-by-war-and-terror-this-syrian-minority-group-is-struggling-to-survive/
Foto: colectividad drusa manifestándose en los Altos del Golán | Crédito: Ammar Awad/Reuters/Newscom
Desarrolla artículos sobre la política de seguridad de los Estados Unidos de América en relación a Africa y el Medio Oriente, con foco en libertad económica, instituciones democráticas, desarrollo, y seguridad y cooperación. Es analista en el Centro Allison para Estudios de Política Exterior de la Fundación Heritage. Sus trabajos pueden leerse en español en el sitio web Heritage Libertad. En El Ojo Digital, sus artículos se encuentran compilados en la URL http://www.elojodigital.com/categoria/tags/charlotte-florance.