Cuatro modos de reparar las economías alrededor del mundo
Algo anda mal con la economía mundial. Y va más allá de las oscilaciones de los mercados...
07 de Septiembre de 2015
Algo anda mal con la economía mundial. Y va más allá de las oscilaciones de los mercados de valores en China y otros sitios.
Los economistas sindican a la deuda y al lento crecimiento económico como culpables, pero tal explicación solo toca la superficie. A los efectos de corregir la economía mundial, necesitamos comprender los problemas más profundos que la caracterizan.
Un estudio recientemente publicado por la Fundación Heritage (Washington, D.C.) proporciona algunas respuestas. la Agenda Global para la Libertad Económica -Edición 2015-, desarrollada por James M. Roberts y William T. Wilson, identifica un set de problemas económicos disímiles que hoy afectan a las economías del mundo. El problema más serio remite a los elevados costos asociados a los gobiernos de gran tamaño.
La edición 2015 del Indice de Libertad Económica (en inglés, en www.heritage.org/index/; preparado entre la Fundación Heritage y el periódico The Wall Street Journal) mostró que el crecimiento recurrente de los gobiernos es la tendencia mas negativa -y que acusa mayor impacto- en la economía global. Al reflejar la tendencia de China y otros gobiernos en involucrarse en el gasto derivado de 'estímulos', el puntaje relativo a gasto gubernamental se precipitó en 0.8 puntos en el Indice 2015. Esta tendencia negativa es la que explica gran parte del por qué de la crisis mundial de deuda.
Otras variables en declinación que muestra el Indice de Libertad Económica prueban que, desde un punto de vista global, las libertades para conducir negocios y actividades, intercambios de trabajo o transacciones financieras, también han sufrido. Estos factores aportan lentitud al crecimiento económico y a la inversión. Cuando se agregan a una superposición masiva de deuda provocada por gasto estatal excesivo, hace de arrastre para el crecimiento económico y el progreso (que van hacia la baja).
Este es el problema: la falta de libertad económica a escala global. Pero, ¿cuál es la solución? Roberts y Wilson están de acuerdo en que la economía mundial simplemente deberá cambiar su dirección, en cuatro áreas críticas.
La primera remite a una mejora dramática en la libertad de comercio y de inversión. Sencillamente, ambas escasean. La Ronda de Doha sobre negociaciones en materia de comercio internacional fracasó, y Estados Unidos ofició de tardío promotor de negociaciones comerciales con Asia y Europa.
Para dar vuelta el partido, Estados Unidos debería enfocarse en garantizar que las negociaciones comerciales contribuyan, en rigor, a liberalizar el intercambio -no regulándolo, ni administrándolo. Deberían contabilizarse mas acuerdos comerciales de libre comercio. Programas tales como el Sistema Generalizado de Preferencias (GSP) y el Acta de Crecimiento y Oportunidades para Africa deberían ser expandidos, al tiempo que deberían evitarse medidas antidumping y medidas sobre derechos compensatorios.
En segundo orden, los trabajadores deberían contar con una mayor libertad para cambiar de ámbito laboral. Esto es cierto a nivel global, pero también para los propios Estados Unidos, que debería emitir más visados de la variante H1-B y extender el Visa Waiver Program. Expansión que podría sobrevenir con aliados como Polonia, que han merecido largamente la inclusión en el programa. El hacerlo le brindaría un empuje de importancia al turismo y a los viajes para hacer negocios en Estados Unidos.
Tercero, muchas de las economías del globo están infestadas de corrupción. Este es un tema de importancia vital en China, pero también remite a una problemática global. El estudio realizado por la Fundación Heritage promociona un ataque en varios flancos contra la corruptela. Las burocracias gubernamentales deben ser achicadas. Las palabras clave para cualquier gobierno deberían ser: transparencia, reforma judicial y Estado de derecho para proteger los derechos de propiedad y la sanción de contratos. Los gobiernos incluso necesitan detener sus esfuerzos para controlar la titularidad de propiedad.
Finalmente, el mundo necesita menos corporativismo de amigos. Los subsidios masivos a empresas bajo tutela del Estado en China (y otros países) ofician de magnetos para la corrupción y para deuda insostenible. Estas exterminan al sector privado, eliminando la competitividad. La eliminación del favoritismo económico debería ser prioritaria para todo acuerdo comercial internacional, y ser parte crítica de políticas económicas nacionales.
En rigor, no hay gran misterio al momento de explicar por qué algunas economías crecen y otras no lo hacen. La libertad económica es la clave. Parte de la respuesta es lograr que los gobiernos dejen de dañar activamente a la actividad privada, pero éste no es el todo. También se trata de establecer marcos institucionales como un Estado de derecho, y santificarse los contratos destinados al combate de la corrupción. Tal es el valor del estudio preparado por la Fundación Heritage. Invita a considerar una solución holística para lo que representa, en efecto, un problema global.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/09/07/4-ways-to-fix-economies-around-the-world/
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/09/07/4-ways-to-fix-economies-around-the-world/
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@KimSmithHolmes
Sobre Kim Holmes
Socio Distinguido en la Fundación Heritage, Washington, D.C., Holmes es analista de temas internacionales y política exterior. Es uno de los creadores y primer Editor del Indice de Libertad Económica que desarrollan en conjunto -y con rigor anual- la fundación y el matutino The Wall Street Journal.