INTERNACIONALES: JAMES PHILLIPS

La apuesta siria de Putin expone fallos en la ingenua política exterior de Obama

La agresiva intervención militar rusa en Siria es sinónimo de problemas de importancia para...

04 de Octubre de 2015

La agresiva intervención militar rusa en Siria es sinónimo de problemas de importancia para los Estados Unidos de América, sus aliados, y para el futuro de Siria. Es probable que tal intervención empeore el escenario al respaldar al régimen de Basher al-Assad, intensificar los combates y expulsar a más refugiados sirios fuera del país.

El Secretario de Estado americano, John Kerry, intentó desesperadamente imprimirle un sesgo optimista al asunto hace pocos días, declarando ante la cadena CNN que la intervención militar de Moscú podría motorizar algún tipo de reacción diplomática:

Creo que se trata de una oportunidad, siendo sincero. Una oportunidad para que forcemos la pregunta de cómo resolver realmente la situación en Siria.

Pero el presidente ruso Vladimir Putin tenía otra idea. Aprovechó la oportunidad para convocar a una coalición internacional liderada por Rusia contra la organización terrorista Estado Islámico (también conocido Putin, Obamacomo ISIS o EIIL); reveló un convenio para compartir información de inteligencia entre Rusia, Siria, Irán e Irak; y rápidamente lanzó ataques aéreos contra los rebeldes sirios, exponiendo la lentitud de la Administración Obama.

Las acciones unilaterales de Putin no solo provocaron una disrupción en las ensoñaciones diplomáticas sobre cooperación multilateral en la resolución de la crisis siria; por otro lado, el comienzo abrupto de la campaña aérea rusa sin coordinación con Estados Unidos sorprendió a funcionarios del Pentágono.

Un funcionario de carrera declaró anónimamente a CNN: 'Nuestros presidentes acaban de conversar, a criterio de poner en marcha conversaciones para reducir conflictos, y ahora ellos van y hacen esto. No se puede confiar en ellos'

El Secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, acusó a Rusia de 'echar gasolina al fuego', y convocó a continuar los ataques aéreos estadounidenses en Siria versus el Estado Islámico, a pesar de las advertencias rusas para que EE.UU. mantenga sus aeronaves lejos de las operaciones aéreas de Moscú.

Para empeorar las cosas, mientras Moscú afirmar que el objetivo de su campaña es el Estado Islámico, su fase inicial de bombardeos en realidad golpeó a grupos de rebeldes sirios moderados, incluyendo a grupos respaldados por Occidente entrenados y armados por la CIA.

Uno de los líderes del grupo rebelde Liwa Suqour al-Jabal, afiliado al Ejército Libre Sirio, declaró que aviones de guerra rusos atacaron su posición.

La agresiva intervención de Putin y su desprecio para los intereses estadounidenses representan otro cachetazo en la cara de la Administración Obama, que padece una serie de crisis surgidas del desastroso fallo en sus políticas para el Medio Oriente, en tanto asiste también al colapso de su ingenua política de 'reseteo' de las relaciones con la Federación Rusa.

Luego de que la Administración Obama elevara los intereses políticos de corto plaza por encima de los intereses de seguridad -de largo plazo- de los Estados Unidos en Irak; fallara en reconocer la amenaza encarnada por ISIS, que el presidente en su oportunidad minimizara; y llevara adelante una estrategia basada en la expresión de deseos en Siria, no debería sorprender que Putin haya intentado explotar los errores estadounidenses.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/10/01/putins-syrian-gambit-exposes-flaws-in-obamas-naive-foreign-policy/

 

Sobre James Phillips

Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.