Creciente tensión fronteriza entre Haití y República Dominicana
El Huracán Joaquín puede estar llevándose toda la atención, pero...
El Huracán Joaquín puede estar llevándose toda la atención, pero otro capítulo con intempestuoso carácter climático ha estado golpeando a la isla caribeña de La Española en los últimos meses.
Este verano, funcionarios en República Dominicana (DR) comenzaron a deportar a migrantes haitianos y personas de origen haitiano nacidas en Dominicana (aunque sin la documentación pertinente). La decisión ha concentrado atención mundial, y el gobierno de Danilo Medina en DR ha sido criticado por activistas de derechos humanos.
Para algunos haitianos, la orden de deportación los retrotrajo a recuerdos de la Masacre de Parsley Massacre de 1937, cuando el presidente dominicano Trujillo ordenó a las tropas del ejército de su país asesinar a miles de haitianos migrantes que residían en la zona fronteriza compartida por ambas naciones.
El resurgimiento de viejos conflictos raciales bajo la nueva política de deportación en DR podría ser un intento populist para lograr apoyo en tiempos de un escenario económico en franco estancamiento, previo a la elección presidencial de 2016 en Dominicana. La Administración Obama, según se ha informado, ha replicado con dureza al gobierno de Medina, para que ponga término a las órdenes de deportación.
Pero las tensiones entre Haití y la República Dominicana ya venían siendo noticia.
El gobierno haitiano necesita desesperadamente hacerse de dinero. La pérdida de ingresos aduaneros debido al extendido contrabando (que suele involucrar bienes de bajísima calidad) a lo largo de la frontera dominicano-haitiana ha sido motivo de preocupación para el gobierno de Puerto Príncipe durante largo tiempo. Y, como tal, en busca de mayores ingresos en materia tarifaria (y, probablemente, como réplica a las órdenes de deportación desde DR), los haitianos bloquearon -en agosto pasado- un camino que conducía a la frontera con República Dominicana, paralizando aún más el comercio y el intercambio.
En un encuentro reciente entre el primer ministro de Haití, Evans Paul, y el Secretario de Estado americano, John Kerry, el funcionario estadounidense discutió sobre los US$ 30 millones en ayuda de parte de Washington para el proceso electoral presidencial y legislativo que se avecina en Haití, presionando al primer ministro Paul con motivo de la disputa comercial con su vecino.
Kerry, sin embargo, no utilizó el encuentro para presionar al gobierno haitiano con miras a que limpie de una vez por todas la rampante corrupción en Haití -la cual ha interrumpido la creación de empleo y la libertad económica en ese país. Como tampoco presionó al gobierno de Paul para garantizar que los ciudadanos haitianos cuenten con la documentación apropiada que dé cuenta de su ciudadanía (de tal suerte que puedan evitar ser víctimas de matones que revistan en las Fuerzas Armadas dominicanas de DR y sus fuerzas de policía; de acuerdo a informes, estos amenazan con recurrencia a haitianos con la amenaza de deportarlos, a la vez que les exigen sobornos en dinero).
La Administración Obama debería echar mano de un acercamiento apropiado, promoviendo el Estado de Derecho y políticas que puedan dar lugar a una mayor libertad económica en ambos lados de La Española.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2015/10/02/border-tensions-are-on-the-rise-between-haiti-and-the-dominican-republic/
Es Analista en temáticas de Libertad Económica y Crecimiento en el Centro para Comercio Internacional y Economía (CITE). Responsable de tareas de investigación, desarrollo y análisis del Indice de Libertad Económica (desarrollado en conjunto entre la Fundación Heritage y The Wall Street Journal). Sirvió durante 25 años en el Departamento de Estado, desempeñándose en el servicio exterior en las embajadas de los Estados Unidos en México, Portugal, Francia, Panamá y Haití.