ECONOMIA: GUSTAVO LAZZARI

Argentina: la 'grieta', explicada a extranjeros

Para cualquier argentino, explicar 'la grieta' a través de la cual se muestra...

12 de Enero de 2016
Para cualquier argentino, explicar 'la grieta' a través de la cual se muestra dividida la sociedad, puede ser algo tan complejo como interminable -abarcando desde recuerdos históricos personales hasta empatías o antipatías recientes. Desde hechos dudosos del pasado, hasta quimeras relatadas en el presente. Todo puede dividir irreconciliablemente a una sociedad. Pero, si acaso la idea coincidiera con explicar a un extranjero en qué consiste esa 'grieta', pues quizás debamos tomar un poco de distancia de nuestras memorias, afectos y resentimientos personales.
 
A través de los años, en la Argentina se ha edificado una cultura de vivir de lo ajeno. Es 'moral' para muchos argentinos recibir prestaciones a cambio de nada. La palabra 'empleo' sustituyó a la palabra 'trabajo'.
 
La grietaEl Estado ha ido creciendo pari passu; entregaba más y más subsidios, prestaciones, asignaciones y 'empleos'.
 
El Estado se ampliaba y, cada diez años, tenía una crisis de financiamiento que parecía detener la historia. Sin embargo, en tiempos del kirchnerismo (2003/2015), sucedió algo inédito. Los precios internacionales de los commodities (materias primas), sumado a las bajísimas tasas de interés en un contexto de default de las obligaciones externas, permitieron un crecimiento exponencial del gasto público y por lo tanto del hecho de 'vivir de lo ajeno'.
 
En 2008, el conflicto con el campo -surgido de las exorbitantes tasas de impuestos pretendidas (65% del precio de la soja a través de las retenciones móviles de marzo de 2008)- dio origen a 'la grieta'.
 
Aquellos ciudadanos acostumbrados a vivir del esfuerzo ajeno, se toparon con que los dueños de aquel esfuerzo dijeron 'basta' -fue la primera rebelión fiscal de la historia argentina. Y, a pesar de la reelección de 2011, luego llegaron las manifestaciones, el revés electoral de 2013, el fin del sueño de la reelección eterna y la derrota final en 2015. Los dueños del esfuerzo dijeron basta. Nació la 'grieta'.
 
La 'grieta' no es otra cosa que la ruptura irreconciliable entre los que se esfuerzan y los que pretenden robar el producto de dicho esfuerzo. Esa relación injusta e inmoral existió desde la década de 1930. Quizás antes. ¿Qué cambió durante el kirchnerismo? Por un lado, el nivel de exacción fiscal. Los impuestos llegaron al 45% del PIB que, con una evasión promedio del 40%, quiere decir que la mitad de los argentinos que paga impuestos tiene una tasa efectiva claramente confiscatoria. De acuerdo a un estudio del Ieeral, la tasa legal de impuestos en Argentina es claramente superior a las escandinavas.
 
Por otro lado, el nivel de inutilidad del gasto, sumado a las sospechas (¿fundadas?) de enormes grados de corrupción en todos los niveles, y el grado de politización ideológica, provocaron una ruptura de la relación contribuyente–Estado.
 
Los beneficiados resultaron ser muchos más que los contribuyentes, lo cual remite a una relación de alta conflictividad. El discurso impuesto desde el gobierno por el cual los contribuyentes son los responsables de las penurias de los beneficiados no coincide con el dato objetivo que expone que, por cada persona que contribuye al Estado, se contabilizan tres que se benefician de él.
 
La grieta es producto del hartazgo de los que ponen versus el  deseo irrefrenable de quienes sacan. La asimetría quebró todo pacto solidario existente (voluntario o no) que rigió en la historia argentina del siglo XX.
 
La extralimitación del subsidio y de la exacción fiscal fracturaron a la sociedad, partiéndola en dos. Aún no se ha desatado la rebelión de los productivos. Pero no estamos demasiado lejos.
 
La grieta no tiene punto de contacto: la sociedad está partida. Sólo existe una solución posible, y ésta es el cambio cultural de una sociedad que debe comprender que no es ético vivir del esfuerzo ajeno.

 
Sobre Gustavo Lázzari

El autor es economista en la Fundación Libertad y Progreso (Argentina). Publica regularmente sus trabajos en la web de la fundación y en el sitio web en español del Instituto Cato.