John Kerry perjudica a un aliado clave de EE.UU.: Corea del Sur
En lo que constituye un ejemplo sobre cómo no negociar cuestiones...
En lo que constituye un ejemplo sobre cómo no negociar cuestiones que hacen a la seguridad nacional, el Secretario de Estado americano John Kerry dio lugar a confusión y consternación para el aliado natural de EE.UU. en Asia, Corea del Sur, en relación al despliegue del sistema de defensa misilístico THAAD (Terminal High Altitude Area Defense).
Mientras Washington finalmente ganaba espacio y momentum para desplegar un sistema que hubiese mejorado significativamente la protección antimisiles de Corea del Sur y de las fuerzas estadounidenses allí estacionadas, Kerry cayó presa de un faux pas diplomático.
En ocasión de una conferencia de prensa conjunta con su contraparte chino Wang Yi la pasada semana, Kerry anunció: 'Hemos dejado bien claro que no estamos hambrientos ni ansiosos para desplegar THAAD. La única razón para que THAAD se encuentre bajo consulta (...) se debe a las acciones provocativas de Corea del Norte, que públicamente ha anunciado que pone en la mira a Estados Unidos, y que está desarrollando armamento con la capacidad para atacar a EE.UU. Si podemos acercarnos a la desnuclearización, entonces no habría necesidad de desplegar THAAD'.
Aquello fue el equivalente a afirmar que los agentes de policía no serían necesarios, si acaso la gente simplemente decidiera dejar de cometer delitos -correcto desde el plano teórico, pero idealista, poco realista y de poca ayuda. Los medios surcoreanos interpretaron en forma colectiva los comentarios de Kerry, sugiriendo que Estados Unidos ahora veían al sistema THAAD como una mera herramienta de negociación para acercarse a un acuerdo con los chinos sobre sanciones en Naciones Unidas contra Norcorea, en lugar de proceder a una mejora necesaria de las defensas de Corea del Sur frente a la creciente amenaza nuclear y misilística del vecino del norte.
El asunto conmovió los temores de abandono por parte de EE.UU. que pesan sobre Corea del Sur. En comunión con los informes simultáneos que rezan que la Administración Obama ha discutido -en secreto- una propuesta para un tratado de paz con Corea del Norte, los analistas surcoreanos y la prensa advirtieron que EE.UU. estaba, una vez más, sacrificando los intereses de Seúl, en su propia búsqueda de mejorar relaciones con Pyongyang y Pekín. Las referencias a 'abandonos previos' y al hecho de que Seúl otra vez hace las veces de 'pez pequeño atorado entre dos más grandes' se han vuelto recurrentes.
Daniel Russel, Asistente del Departamento de Estado para el Este de Asia, buscó reparar el equívoco de Kerry. Al encontrarse en Seúl, Russel declaró:
No hay relación entre lo que sucede en el ámbito diplomático del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la cuestión del despliegue del sistema THAAD. THAAD no es una herramienta de negociación diplomática.
Asimismo, Corea del Sur intentó contrarrestar la percepción creciente de un equívoco de Estados Unidos en relación a THAAD. El vocero del Departamento de Defensa comentó que las conversaciones entre EE.UU. y Corea del Sur sobre THAAD dieron inicio 'sobre la comprensión compartida de que podría ayudar a Corea del Sur a defenderse, y que es necesario proteger a los ciudadanos estadounidenses que residen en Corea del Sur. Esta visión aún comporta un carácter efectivo. Se prevé que la posición de Estados Unidos se mantenga'.
Luego de años de que Corea del Sur no se atreviera siquiera a admitir que el despliegue estadounidense del sistema THAAD estaba siendo considerado, la presidente de Corea del Sur, Park Geun-hye, anunció, luego de la reciente prueba misilística de Pyongyang, que Seúl daría inicio a conversaciones bilaterales con Washington sobre el sistema defensivo. Sus ránkings de aprobación pública se incrementaron, en respuesta a su asertividad, y más de dos tercios de los encuestados en un reciente estudio respaldan el despliegue de THAAD. Los medios surcoreanos y los miembros de la Asamblea Nacional abandonaron el modo en que previamente habían minimizado las capacidades de THAAD y los temores de cara al modo en que China reaccionaría si Corea del Sur optimizara su seguridad.
Hasta momentos antes de conocerse los comentarios de Kerry, había un fuerte consenso en Corea del Sur sobre la necesidad de superar la falta de adecuación del sistema local de defensa de misiles, y de plantarse frente a los intentos de Pekín de imponerse sobre intereses de seguridad nacional de Corea del Sur. Este factor ha sido ahora reemplazado por la falta de certezas respecto de la política exterior de la Administración Obama, y por sensaciones negativas frente al eventual abandono de parte de EE.UU. de su aliado al sur de la Península Coreana.
Park Geun-hye ha redoblado la apuesta sobre THAAD. Infortunadamente, John Kerry ha contribuído a las dudas.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/03/01/john-kerry-undercuts-key-american-ally/