Justin Trudeau pone en riesgo la libertad económica de Canada

Justin Trudeau, el nuevo primer ministro de Canada, se encuentra de visita en Washington con el objetivo de profundizar los lazos con el presidente Barack Obama, y avanzar en una ambiciosa agenda de izquierdas, en una amplia gama de temáticas. Desde una perspectiva económica, la cumbre americano-canadiense básicamente podría intitularse: Trudeaunomics conoce a Obamanomics, lo cual puede duplicar el riesgo de la libertad económica en Canada, y su dinamismo.

A lo largo del lapso de siete años, la política económica de Barack Obama coincidieron con un incremento del gasto estatal, altos impuestos, regulaciones más extendidas y redistribución del ingreso gubernamental en los Estados Unidos; la libertad económica del país se ha achicado notablemente, conforme ha sido documentado en el Indice de Libertad Económica y otros.

Estados Unidos ha caído del puesto #6 entre las economías más libres del planeta -momento en que Obama llegó a la Casa Blanca- al puesto #11 en 2016. El retroceso estadounidense en el índice está cercanamente emparentado a la Obamanomics, la cual ha venido hiriendo la cotidianeidad de minorías y, por sobre todo, de los más pobres.

Infortunadamente, el enérgico y encantador nuevo primer ministro Trudeau -Justin Fever, así lo llaman sus críticos- se ha mostrado demasiado predispuesto a poner en acción estas políticas económicas fallidas y extemporáneas. De acuerdo a una reciente entrevista en Bloomberg:

El primer ministro canadiense Justin Trudeau urge a los líderes del globo que se respalden más en el gasto estatal (...) para alimentar el crecimiento [.] (...) También ha defendido su plan para, adrede, dirigirse al rojo (...) El arribo de Trudeau a la escena global y su respaldo de políticas sustentadas en déficit consignan un cambio importante respecto de su predecesor, Stephen Harper.

En efecto, fue elegido tras prometer... ¡déficit presupuestarios! Y así lo informó la web estadounidense Politico:

Mientras que otras muchas naciones de Occidente se han abrazado a la austeridad y a recortes del gasto público, Trudeau hizo campaña a favor de subirse a un déficit de US$ 10 mil millones para ayudar a financiar inversiones en infraestructura. Desde su llegada al despacho, su gobierno ha admitido que los déficits públicos se incrementarán significativamente.

Su gobierno incluso planea respaldarse en una redistribución del ingreso, incrementando los impuestos al ingreso sobre el 1% de la población que más gana, a criterio de financiar una reducción en los impuestos al ingreso para las clases medias.

Lo que resulta (trágicamente) alarmante, es que la ingenua convocatoria del primer ministro canadiense, que invita a implementar políticas en descrédito -como es el caso del keynesianismo-, aparenta ser la columna vertebral de las Trudeaunomics, arriesgando la disolución de la prudencia fiscal de Canada y depositando al país en la senda del retroceso en materia de libertad económica -tal como le sucedió a los Estados Unidos bajo el mandato de Barack Obama.

El reciente -destacado- éxito económico de Canada se debe al alejamiento del socialismo, no al haberse acercado más a este tipo de propuestas. De acuerdo con el Indice de Libertad Económica, Edición 2016, Canada ha superado a EE.UU., convirtiéndose en la nación más libre de América del Norte desde 2010. A través de iniciativas tales como reducción del tamaño del gobierno y el recorte de las tasas de impuestos a nivel corporativo, Canada logró restaurar su dinamismo económico y reducir el desempleo.

Ahora, Trudeau parece buscar revertir el curso del país, poniendo en peligro el progreso canadiense. Por fortuna, tras cenar y beber junto a Obama, el primer ministro tendrá la oportunidad de pensar dos veces sus planes económicos, antes de que sea demasiado tarde.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/03/10/justin-fever-puts-canadas-economic-freedom-at-risk/