De cómo el espectro liberal en EE.UU. promocionó la mentira de los líderes iraníes 'moderados'

El controvertido esfuerzo de la Administración Obama a la hora de promocionar el fallido acuerdo nuclear con Irán continúa reverberando, luego de que el Consejero Designado de Seguridad Nacional, Ben Rhodes, ofreció una pobre entrevista a la Revista del New York Times -en la que alardeó sobre la 'cámara de resonancia' que construyó en colaboración con periodistas y organizaciones no gubernamentales.

Incluso observadores que acordaron en su momento con la política oficial hacia Irán se vieron sorprendidos por la arrogancia de Rhodes, aspirante a novelista con título de grado en escritura creativa. Por ejemplo, Tom Ricks, veterano reportero de temas de Defensa, destruyó a Rhodes en un blog: '¿Ser cínico e ignorante, y convertir a ambas en virtud? Esto es arrogancia a escala gigantesca'.

La agencia Associated Press informó la semana pasada sobre las actividades de la ONG mencionada por Rodhes, denominada Ploughshares Fund. Dirigida por Joseph Cirincione, ex consejero en temática nuclear para la campaña de 2008 de Obama a la presidencia, la misión declarada de la organización es 'reducir y, eventualmente, eliminar los arsenales nucleares en todo el globo'.

Ploughshares Fund, que saltó a la fama tras apoyar el convenio nuclear con Irán, ofició de red de financiamiento para la Asociación para el Control de Armas, think tanks como Atlantic Council y Brookings Institution, y de grupos de presión como J-Street, grupo judío-liberal de acción política, y el National Iranian American Council (que también presionó por el acuerdo atómico).

Acaso la más egregia decisión en materia de financiamiento tomada por Ploughshares Fund en relación al acuerdo nuclear con Irán fue su beca de US$ 70 mil para la Universidad de Princeton, para promocionar las actividades de Seyed Hossein Mousavian, ex embajador iraní y vocero de temas nucleares. Esencialmente, esta acción significó una subsidización directa de los esfuerzos de propaganda iraníes dentro de las fronteras de los Estados Unidos de América.

Aún cuando Mousavian fue expulsado durante la Administración del presidente Mahmoud Ahmadinejad, el funcionario trabajó en cercanía de Hassan Rouhani, actual mandatario iraní, en negociaciones nucleares con diplomáticos europeos hasta 2005, y continúa defendiendo los esfuerzos atómicos de Teherán.

Ploughshares Fund, como contrapartida, recibió financiamiento del Instituto Sociedad Abierta (Open Society Institute) fundado por George Soros, reconocido billonario y especulador contra monedas nacionales, quien ha sabido financiar a numerosas organizaciones progresistas y de izquierda.

La mentirosa narrativa promocionada por Rhodes, con la ayuda de Ploughshares Fund, ya se ha desmoronado.

Rhodes ayudó a hilvanar la falsa narrativa que versó que la Administración había dado inicio a las negociaciones en 2013 con Teherán, para tomar ventaja de un líder algo más 'moderado' como Rouhani, quien fue elegido presidente aquel año. Pero, en rigor, las negociaciones atómicas comenzaron muchos meses previo a la elección de Rouhani.

Todavía más desconcertante es el argumento oficial de que el convenio puede potenciar a los iraníes 'moderados' en su lucha de poder con sus contrapartes de línea dura o halcones. Pero la verdadera puja en Teherán tiene lugar entre los halcones y los ultra-halcones.

La facción de Rouhani es más pragmática que la que portan elementos de ultra-línea dura, pero no por ello es un 'moderado'. Rouhani ha trabajado en cercanía del ayatolá Ali Khamenei, el líder supremo de Irán, durante muchos años. Y continúan colaborando en una suerte de equipo con el clásico 'policía bueno' y 'policía malo'.

Los verdaderos moderados fueron purgados del sistema en 2009, luego de que aquéllos tomaran partido por millones de ciudadanos iraníes que protestaron contra la manipulación de los comicios que obsequiaron un segundo período a Ahmadinejad.

El convenio nuclear le ha permitido a Teherán lograr todo lo que ha buscado. Irán continúa siendo el principal promotor internacional del terrorismo y, además, ha sido recompensado por lo que podrían ser restricciones temporarias y fácilmente reversibles a su programa nuclear.

Antes que moderada, la política exterior de Teherán ha dado como resultado una serie de provocaciones y amenazas, desde firmado el convenio.

Ha escalado su intervención militar en Siria, hecho caso omiso de Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que prohibían las pruebas misilísticas iraníes, ha conducido un ejercicio naval con misiles y munición real en proximidad a un portaviones estadounidense en el Golfo Pérsico, tomado otro rehén americano además de los cuatro que ya había detenido previo al acuerdo nuclear del 14 de julio de 2015, y ha capturado, desarmado y humillado a diez marinos estadounidenses que fueron arrastrados por la corriente hacia aguas territoriales de Irán.

Para el caso de que aún no ha quedado clara la intención iraní cuando sus fuerzas armadas exhibieron un misil balístico con la inscripción 'Israel debe desaparecer de la faz de la Tierra' en hebreo, un funcionario de la Guardia Revolucionaria recordó la pasada semana que Irán podría 'arrasar al régimen sionista en menos de ocho minutos'.

Claramente, el régimen totalitario iraní jamás ha sido moderado, a pesar de la ingenua narrativa promocionada por la Administración Obama y sus aliados en su caja de resonancia.

Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/05/27/how-the-liberal-echo-chamber-sold-the-lie-of-moderate-iranian-leaders/