Brexit: rápida salida para David Cameron, tras la dura derrota
El referéndum del jueves sobre Europa estaba llamado a...
24 de Junio de 2016
LONDRES.- El referéndum del jueves sobre Europa estaba llamado a construírse como una victoria definitiva para el primer ministro británico David Cameron -resolviéndose de una vez por todas una temática que había dividido a su Partido Conservador durante una generación. Al cierre, la brecha sobre el tema europeo se volvió tan profunda e irreconciliable, que el viernes puso un súbito final a su permanencia en el poder.
Apenas treces meses atrás, Cameron se mostró frente a la puerta de Downing Street 10, exhibiendo una inesperadamente sólida victoria en una elección general que restauró la mayoría conservadora en el parlamento, por primera vez en casi dos décadas. Ese día, Cameron se posicionó al tope de la política británica, disfrutando de lo que pareció ser un momento de relativa libertad en el ejercicio de sus poderes.
Aquella campaña de 2015 forzó a los líderes opositores de los partidos Laborista y Demócrata Liberal a ceder puestos, en la derrota. Cameron ofreció un tributo a los caídos: 'Las elecciones pueden ser un choque de ideas y argumentos', dijo, 'y mucha gente que cree profundamente en la función pública ha visto que ese servicio se ha quedado corto'.
Aquellas palabras probaron ser proféticas y personales este viernes, aún cuando Cameron no imaginaba que, poco más de un año más tarde, una campaña todavía más dura recortaría su temporada en el despacho. Conforme Tony Travers, de la London School of Economics, declaró hoy, conforme intentaba resumir el periodo de Cameron, 'Fue un político con mucha fortuna, pero ahora su suerte se ha acabado'.
Cuando tomó el liderazgo de su partido en 2005, Cameron representaba una cara joven en un partido viejo y agotado. Este viernes, apenas horas después de que los votantes aquí le propinaron un fuerte rechazo a él y al establishment político -convocando a que Gran Bretaña se retirase de la UE-, Cameron reconoció que el resultado ahora exigía un 'liderazgo más fresco', para implementar el deseo de los votantes.
Su época como primer ministro probablemente en gran parte será recordada por el voto que conmovió al mundo y que le costó su empleo. Pero el arco de su liderazgo incluyó mucho más que solo este momento. Cuando se alzó victorioso en la pelea por el liderazgo en 2015, el Partido Conservador -el más exitoso partido en la historia del Reino Unido- había perdido tres elecciones sucesivas ante los laboristas. En cinco años, él había llevado otra vez a los tories al poder, como socio de carrera en un gobierno de coalición con los demócratas liberales.
'Es importante que no veamos todo a través del prisma de este voto, dijo Tim Bale, profesor de política pública en la Universidad Queen Mary en Londres.
Cameron prometió una versión británica del conservadurismo compasivo. Tuvo la visión de una Gran Sociedad, con un enfoque basado en mayor comunidad a ciertas políticas sociales que limarían los bordes del liderato conservador. Pugnó exitosamente por legislación tendiente a ofrecer igualdad sexual en el Reino Unido. Sus políticas económicas atrajeron críticas de parte de políticos laboristas por ser dura y austera, pero se las arregló para ganar en 2015 a pesar de ello.
Cameron heredó dos debates recurrentes sobre la unidad de Gran Bretaña. Uno lindó con el movimiento independentista en Escocia, cuyos líderes se mostraban firmes en su derecho de separarse del gobierno central en Londres. En 2014, el asunto quedó en manos de los votantes: '¿Debería Escocia ser una nación independiente?'.
Cameron se involucró de lleno en esa campaña. Prometió reformas tras la votación y rescató apoyos para mantener a Escocia dentro de Gran Bretaña. Cuando una sólida mayoría de escoceses rechazó la independencia, Cameron se granjeó gran parte del crédito.
Sin embargo, para entonces ya se mostraba comprometido con otro referendo, el que tenía que ver con el futuro del Reino Unido en Europa. Era una arenga más relacionada con debilidad que con convicciones. Enfrentaba una revuelta en el tema europeo, y sus propios miembros se mostraban cada vez más preocupados con el resurgimiento del Partido Independentista del Reino Unido (UKIP). La promesa de un referendo fue, en parte, una táctica para volver vulnerable al UKIP en distritos controlados por el conservadurismo.
'Creo que lo que sucedió aquí es un testamento del hecho de que la modernización siempre se mostró incompleta', dijo Bale. 'En lo que tiene que ver con Europa, logró apaciguarlos. Les dio espacio y ellos ganaron cada vez más terreno; eventualmente llevándolo a un referendo que no quería llevar a cabo, y aquí está el resultado'.
Martin Kettle -del matutino The Guardian- apuntó en una columna este viernes que Cameron se llamaba a sí mismo un euroescéptico, pero uno comprometido como muy pocos en su partido. Aquella aparente ambivalencia lo dejó en la incómoda posición de proponer un referendo para el tema de la UE y, a la postre, en la necesidad de plantarse para derrotar al Brexit.
Aún cuando el resultado no podía conocerse el jueves, había críticas para Cameron -por prometer el referendo en primer lugar y por luego involucrarse en lo que se consideró una campaña perdida en favor del voto para permanecer en la UE.
Cameron dijo este viernes que había dejado 'su cerebro, su corazón y su alma' en la pelea y, en los últimos días de campaña, las encuestas sugerían que su apuesta rendiría frutos. Un voto por la permanencia en la UE privaría a los euroescépticos de un futuro previsible, e incluso ayudaría a aplastar un segundo intento independentista en Escocia.
Ahora, el Reino Unido se aleja de Europa.
Y, con Escocia votando para mantenerse en la UE, Nicola Sturgeon, líder del Partido Nacional de Escocia, dijo el viernes que un segundo referendo por la independencia es 'altamente probable'.
Horas después de clausurarse las mesas el jueves por la noche, cuando una encuesta sugería que el resultado ganador sería el de la permanencia en la UE, Patrick Dunleavy -de la London School of Economics- ofreció una evaluación de Cameron abandonando su rol de primer ministro sin que ello fuera un fracaso: 'Si es una victoria, entonces sería un muy exitoso premier', dijo Dunleavy.
Menos de una hora más tarde, conforme los primeros resultados en el norte de Inglaterra mostraban un sólido apoyo por el Brexit, aquella evaluación fue sometida a un dramático escrutinio -y, por la mañana, la decisión de Cameron de renunciar era ya inevitable.
(c) 2016, The Washington Post · Dan Balz, Karla Adam · WORLD, EUROPE · 24 de junio de 2016 - 10:50 AM | Republicado con permiso y bajo formato de sindicación
(c) 2016, The Washington Post · Dan Balz, Karla Adam · WORLD, EUROPE · 24 de junio de 2016 - 10:50 AM | Republicado con permiso y bajo formato de sindicación