EE.UU. rehusó defender su embargo contra Cuba en la ONU; por qué es incorrecto
Por primera vez en la historia, Estados Unidos se abstuvo de votar una Resolución...
Por primera vez en la historia, Estados Unidos se abstuvo de votar una Resolución de Naciones Unidas destinada a condenar el embargo estadounidense contra Cuba. La novedad rompe con décadas de respaldo bipartidista para la legislación estadounidense en el escenario internacional. Lo cual demuestra qué tan lejos la Administración Obama se muestra predispuesta a promocionar su errónea y mal informada política hacia Cuba.
Durante el último cuarto de siglo, el régimen de los Castro introdujo anualmente una Resolución en Naciones Unidas, culpando al embargo comercial interpuesto por Estados Unidos por los problemas económico-sociales de la isla, y llamando al fin del embargo. Hasta el pasado miércoles, Estados Unidos siempre había votado contra tal Resolución, a menudo quedando en soledad en pos de la defensa de los derechos humanos y la democracia para el pueblo cubano.
La Administración del presidente Barack Obama ha refutado esta postura bipartidista. El Consejero Adjunto de Seguridad Nacional Ben Rhodes, expresó que no 'había razones para defender una política fallida'. La Embajadora de los Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, celebró la abstención, declarando que EE.UU. estaba cerrándole la puerta a 'cincuenta años y algo más de aislamiento', a favor de elegir el 'sendero del acercamiento', a criterio de quedar en mejor posición para dotar de poder al pueblo de Cuba.
Pero la novedad no amerita celebración. El embargo estadounidense no es el origen de los padecimientos para los cubanos de a pie, mientras que sí lo son el régimen de los Castro y sus políticas económicas destructivas. Más de 190 naciones no han observado el embargo americano, y se han involucrado con Cuba en formatos económico y diplomático y, a pesar de ello, no se han registrado cambios positivos en la isla. Si el 'acercamiento' con el resto del mundo no ha traído alivio al malestar económico, ni ha producido cambios políticos positivos en Cuba, entonces la Administración Obama y la comunidad internacional deben notificarse de que han sido las políticas del castrismo en sí mismas las que condujeron a las condiciones deplorables en ese país.
La Administración Obama ha promocionado este mismo argumento desde 2014, momento en que el Embajador de EE.UU. Ronald D. Godard expresara, a la hora de explicar el voto estadounidense contra la Resolución propuesta por Cuba:
El gobierno cubano utiliza esta Resolución anual en un intento para desplazar la culpa por los problemas económicos de la isla, desvinculándola de sus propias políticas fallidas (...) La economía cubana no florecerá, hasta tanto el gobierno cubano permita un mercado laboral libre y justo, dote de poder a los emprendedores independientes, respete los derechos de propiedad intelectual, permita acceso irrestricto a la información a través del Internet, abra sus monopolios estatales a la competencia económica, y adopte políticas macroeconómicas sanas que han contribuído al éxito de los vecinos de Cuba en América Latina….
Estados Unidos respalda con firmeza el deseo del pueblo cubano a determinar su propio futuro, a través del libre flujo de la información desde y hacia Cuba. El derecho de recibir y difundir información e ideas a través de cualquier medio está previsto en el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Son las políticas del gobierno cubano las que siguen impidiendo que la ciudadanía disfrute de este derecho….
Esta Resolución solo sirve al propósito de distraer frente a los verdaderos problemas que enfrenta el pueblo cubano y, por lo tanto, mi delegación se opondrá a ella (...) Alentamos a este cuerpo mundial para que respalde los deseos del pueblo cubano de elegir su propio futuro. Al hacerlo, verdaderamente se avanzará en la implementación de los principios de la Carta de Naciones Unidas, y de los propósitos para los cuales Naciones Unidas fueran creada.
El abrupto abandono de la posición -basada en principios- de defender al pueblo cubano frente a la represión de su gobierno, representa una desgracia.
Repeler el embargo, objetivo declarado de la Resolución de Naciones Unidas ante la cual EE.UU. se abstuvo el miércoles, no hará nada sino dotar de mayor poder al régimen de los Castro. Solo servirá para reducir la posición de fuerza que Estados Unidos mantenía de cara a cualquier eventual aproximación que se lleve adelante ante Cuba. Estados Unidos debe reconocer que es el régimen de los Castro el que precisa cambiar primero sus políticas, y no al revés.
Una cosa, para la Administración Obama, es promocionar su desaprensiva política hacia Cuba a nivel doméstico, pero otra muy diferente es tropezar a la hora de defender a Estados Unidos contra una Resolución de ONU que, en rigor, ataca a las leyes estadounidenses y sus políticas establecidas. Demuestra una perturbadora omisión de su responsabilidad, al momento de representar lealmente los intereses del país y sus políticas en organismos internacionales.
Infortunadamente, el potencial de daños para la Administración Obama en Naciones Unidas no se encuentra limitado a resoluciones no vinculantes propuestas por Cuba en la Asamblea General. De acuerdo a informes internacionales, los palestinos habrán de insistir en el Consejo de Seguridad, en lo que constituirá otro intento de garantizarse una adhesión plena a Naciones Unidas, y exigir un alto a los asentamientos israelíes. ¿Se sorprendería alguien, acaso, si la Administración Obama modificara su posición sobre este tema, de igual manera?
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/10/27/heres-why-its-wrong-that-america-refused-to-defend-its-embargo-on-cuba-at-the-un/
Es Investigadora Asociada sobre Asuntos Hemisféricos y Latinoamérica en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Más puntualmente, se desempeña en el Centro Douglas y Sarah Alison para Políticas de Seguridad Nacional y Exterior -división del Instituto Shelby Cullom Davis para Estudios Internacionales.