¿Ha reabierto Corea del Norte el viejo campo de prisioneros 'Campo 18'?
Imágenes satelitales recientes revelaron que un campo de prisioneros políticos...
Imágenes satelitales recientes revelaron que un campo de prisioneros políticos norcoreano, el ex Campo 18, podría haber sido reabierto.
Aún no está claro cuándo y por qué esto pudo haber sucedido. El tiempo transcurrido para la obtención de información detallada desde Norcorea implica que los datos pueden, de alguna manera, ser antiguos. Pero incluso la posibilidad de que el campo haya sido reabierto, alimenta alertas -los campos de prisioneros políticos en Corea del Norte han sido hogar para las más impresionantes violaciones de derechos humanos en la era moderna.
El Campo 18, también conocido como campo de prisioneros políticos de Pukchang, consistía de aproximadamente 28 millas cuadradas y podía albergar a una cifra cercana a los 27 mil prisioneros. Supo ser uno de los campos de prisioneros políticos más grandes en Norcorea. El Campo 18 se situaba apenas cruzando el Río Taedong desde el Campo 14, un campo de prisioneros similar. Combinados, ambos espacios albergaban a un total aproximado de 50 mil prisioneros políticos y a sus familias.
El Campo 18, en teoría, fue clausurado en algún momento de 2006. Pero, desde 2011, imágenes satelitales han mostrado un crecimiento importante en la construcción de casillas en el área.
Imágenes recientes capturadas en Google Earth proporcionaron eviedencia de que el campo ha sido, de hecho, reabierto. Las imágenes muestran que un número sustancial de casas ha sido construído, y que un nuevo perímetro de seguridad con barracas para soldados han sido dispuestos de igual manera. La 'Torre de la Inmortalidad', una estatua en homenaje al fundador del régimen local, Kim Il-Sung, había sido un elemento fundacional del área residencial, pero ahora ha sido removido.
Todo lo cual apunta a la probabilidad de que, o bien el Campo 18 ha sido reinaugurado, o bien el Campo 14 está siendo ampliado en dimensiones. Corea del Norte ha negado la existencia de campos de prisioneros políticos en el país, pero numerosos reportes sobre el país han confirmado que, en efecto, existen, y que han registrado graves abusos de derechos humanos.
En 2014, la Comisión de Naciones Unidas para la Investigación sobre Derechos Humanos en Corea del Norte (COI) dio a conocer un informe que reveló 'irreproducibles atrocidades' cometidas en Corea del Norte. Certifica el informe de referencia que el régimen norcoreano es responsable de crímenes tales como 'desnutrición deliberada, trabajos forzados, ejecuciones, torturas, violaciones, y la negación de derechos reproductivos a partir de castigos reforzados, abortos forzados e infanticidio'. El gobierno norcoreano utiliza los campos de prisioneros políticos como medio para mantener en línea a la población, a menudo enviando hasta a tres generaciones de familias a los campos, por supuesta comisión de delitos contra el Estado.
Desde conocerse el informe de la COI, la comunidad internacional —incluyendo los Estados Unidos—ha advertido a Corea del Norte que 'desmantele' sus campos de prisioneros políticos y que libere a los internos. Con todo, y de acuerdo a un análisis de Amnistía Internacional, Pyongyang 'sigue manteniendo, e incluso invierte, en estas instalaciones represivas'. Otra serie de novedosas imágenes satelitales certifica esto, confirmando la 'sostenida, sino incrementada, importancia del uso de trabajos forzados bajo el régimen de Kim Jong-un'.
Estados Unidos dio un paso positivo en 2016, sancionando al líder supremo Kim Jong-Un y a otros conocidos violadores de derechos humanos en Corea del Norte, pero aún puede hacerse mucho más. El asunto de los campos de prisioneros debe tomarse bajo una consideración tanto estratégica como humanitaria. EE.UU. y la comunidad internacional deberán desarrollar un plan creíble para hacer responsable a Corea del Norte de cara a la comisión de delitos contra la humanidad.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2016/12/02/has-north-korea-reopened-an-old-prison-camp/
Es asistente en investigación en el Centro de Estudios Asiáticos en la Fundación Heritage, Washington, D.C. Sus artículos se publican en el sitio web The Daily Signal (Estados Unidos).