Horacio Verbitsky ataca de nuevo; ahora, contra Sergio Massa

La archiconocida metodología de Horacio Verbitsky con el solo objetivo de dañar a personas que él percibe como obstáculo para sus objetivos políticos, ha vuelto a ponerse en funcionamiento -en esta oportunidad, contra Sergio Massa. 

 

La metodología de referencia, ejecutada a través de su grupo en las redes sociales, consiste en la construcción consciente de una mentira política, emulando a Joseph Goebels, ministro de propaganda nazi. En este caso en particular, pretende colgarle el cartel de narcotraficante al Diputado Nacional Sergio Tomás Massa.

 

El motivo por el cual ha iniciado esta campaña El Perro Verbitsky, es debido a que las encuestas posicionan a Massa por encima de Cristina Kirchner, lo que la dejaría fuera del juego político si hoy tuviese lugar una contienda electoral y, por ende, todo el grupo que lidera el septuagenario periodista quedaría desarticulado y sin fondos.

 

Verbitsky llevó a cabo este tipo de operaciones desde el principio de los años noventa, echando mano de tres tácticas fundamentales: 1) acusar a la víctima de estar ligada a la dictadura militar; 2) acusar a la víctima de ser o haber sido parte de grupos nazis y, 3) ser traficante de drogas. De esta manera, montaba sobre el objetivo alguno de estos tres títulos que siempre fue acompañado de titulares o contratapas del matutino Página 12, agregando además un libro escrito por alguno de sus adláteres.

 

Como el lector recordará,  ésta metodología fue empleada por Verbitsky en perjuicio de la persona del Papa Francisco, difundiendo entonces una foto falsa donde un supuesto Bergoglio daba la comunión a Jorge Rafael Videla. Por su parte, a Eduardo Alberto Duhalde le colgó el cartel de narcotraficante, recurriendo a uno de sus lacayos, Hernán López Echagüe (autor del libro El Otro). A posteriori, hizo lo propio con Alberto Lestelle, con los reconocidos psiquiatras Dr. Juan Yaría y Dr. Eduardo Kalina. Ejecutó idéntica operatoria para perjudicar a José Ramón Granero, y también contra mi persona.

Para conmigo, Horacio Verbitsky tuvo un tratamiento especial; primero, en el programa de TV AM que se emitía entonces por Telefe, conducido por Leo Montero. Me sentaron frente al periodista de Página 12 Emilio Ruchansky y éste, en uno de los cortes, declaró estar investigándome en tres causas en la ciudad de Mar del Plata, por mi supuesta participación en el secuestro de personas en tiempos del Proceso Militar. Cuando volvimos del corte, hice público lo que afirmaba Ruchansky, y rematé el incidente con la siguiente frase: 'Ruchansky: largá la marihuana que no te deja pensar; en la época militar, yo tenía 14 años de edad'. El enviado de Verbitsky agachó la cabeza.

 

En otra ocasión, Verbitsky me dedicó una contratapa para acusarme de nazi, pero debió llamarse a silencio cuando le hice saber que estoy casado con una judía desde hace ya treinta años, que mis hijos son judíos por derecho de vientre y que, ante cualquier duda, lo consultara con 'la Mamele', mi suegra.

 

El tercer ataque fue en el programa de Gerardo Rozín en la señal C5N, donde el conductor -en compañía de Sebastían Basalo, director de la revista THC y ambos del grupo Verbitsky- pretendieron mostrarme como narcotraficante. Problema que solucioné con un simple vaso de agua.

 

Las metodologías del ex agente de inteligencia de la Fuerza Aérea Argentina en los días del último gobierno militar que asolara nuestro país ha decidido centrar ahora su artillería mediática para derribar al líder del Frente Renovador. Infortunadamente para él, su modalidad ya es harto conocida por el ciudadano de a pie. Verbitsky quedará frente a la opinión pública como lo que es: un periodista mentiroso que destroza con cada palabra la reconocida honorabilidad del cuarto poder.