POLITICA | FOTOGRAMAS: MATIAS E. RUIZ

Argentina: Estela Barnes de Carlotto y el emporio del exabrupto

'Aquí hay una persecución política tremenda a Cristina y a Néstor...

16 de Enero de 2017

'Aquí hay una persecución política tremenda a Cristina y a Néstor; si pudieran resucitarlo para enviarlo a la cárcel, lo harían' (...) 'Tienen mucha plata, pero eso no es robar'

La caprichosa sentencia pertenece a la Señora Estela Barnes de Carlotto, a la sazón, titular y verborrágica vocera de la organización Abuelas de Plaza de Mayo. En apariencia, la mencionada decidió, ante el prestigioso matutino El País (España), proponerse como acérrima defensora del legado de destrucción compartida por doce años de kirchnerismo.

Garavano, Avruj, Carlotto BarnesEn tanto los motivos que empujan a Carlotto a plantarle cara a los críticos de Néstor Kirchner y Cristina Elisabet Fernández se desconocen, sus palabras remiten a un dejo de indisimulada desesperación. La asiste la necesidad de diferenciarse -aunque, en la práctica, esa empresa se tope con serias dificultades- del extendido registro de desbarajustes en el que fueran protagonistas su contraparte derechohumanista Hebe Pastor de Bonafini y el ex socio comercial de ésta, el Abogado Sergio Schoklender. Naturalmente, el eje de las desprolijidades siempre ha sido el dinero estatal -cuya apropiación impune hace a la declarada raison d'être y modus operandi de no pocos referentes en el mundillo de los DD.HH. Luis Gasulla (Perfil.com) apuntó no poca información al respecto, ya en 2013, en la web Tribuna de Periodistas (Los millonarios fondos que reciben los organismos de derechos humanos).

En el ínterin, resulta cuando menos extraño que la Señora Barnes, otrora reconocida adalid en lo que respecta a los asuntos de la memoria histórica, haya preferido subirse al caballo de la amnesia más abyecta. Por principio, parece haber olvidado el episodio de los más de US$ 700 millones que los Kirchner fugaron del Banco de Santa Cruz en los años noventa, y cuyo destino jamás terminará de conocerse. Mala suerte para ella: cada cual es esclavo de sus propias palabras; en una entrevista concedida a Gastón Roitberg (La Nación, junio de 2011), Carlotto no solo reconocía que Abuelas recibía aportes estatales de parte del oficialismo K, sino que confesaba otro dato que hoy muchos habrán de valorar particularmente, esto es, que cifró a Abel Fatala -íntimo de Amado Boudou, y hoy comprometido en el escándalo de Sueños Compartidos- como gestor directo de aquéllas erogaciones. Fatala, por su parte, también ha puesto de suyo (en más de una oportunidad) para plantear una defensa ridícula del contaminado ex funcionario José López, estrecho partenaire comercial de Julio De Vido, quien alcanzó el estrellato tras haber revoleado alforjas con millones de dólares por encima del muro de un convento. Sobre López, Fatala declararía: 'Era una persona muy trabajadora, que no hacía ningún tipo de ostentación'.

Sin embargo, la Señora Barnes de Carlotto no se ha percatado de que su falta de oportunidad -esa que la lleva a oficiar de embajadora de la 'Década Ganada'- comporta el potencial para arrastrarla también a ella misma. Como guardaespaldas ideológica de Néstor y Cristina Kirchner, la titular de Abuelas está obviando que ese rol la pone a tiro de la comisión del delito de defraudación: rápidamente, cualquier analista avezado podría concluír que agita la amenaza del escarnio público, con el objetivo de hacerse de partidas extra. Solo así podrían explicarse la velocidad y la premura de las que en su momento echó mano para reunirse a solas con el Presidente Mauricio Macri y sus funcionarios.

En el artículo publicado este lunes 16 en Diario Clarín (link), Carlotto retoma su costumbrismo de criticar ácidamente a la Administración Cambiemos. Proceder que también ameritará ser evaluado a consciencia, por cuanto Germán Garavano (Ministerio de Justicia) y Claudio Avruj (Secretario de Derechos Humanos) ya habían firmado -en agosto pasado- la asignación de nuevas partidas en dinero de los contribuyentes argentinos para Abuelas. A la postre, será lícito preguntarse si acaso el Gobierno Nacional coincide con los modos autoritarios de la Señora Barnes. Hace cuestión de pocas horas, el nieto recuperado Hilario Bacca fue sometido a hiriente escrutinio por Carlotto y sus adláteres, a raíz de que el joven se negó a abandonar el apellido de sus supuestos apropiadores.

La Señora Estela de Carlotto trae consigo el triste antecedente de haber montado una deleznable persecución contra Marcela y Felipe Noble Herrera -infortunado subcapítulo del autoritarismo kirchnerista, que la opinión ciudadana difícilmente olvide en el corto plazo. El Ministro Garavano no solo habrá de tener presente ese dato, sino que también habrá de interiorizarse en relación a la cercanía que une a la titular de Abuelas con los investigados Boudou y Fatala. En la caída del telón, uno estimaría innecesario aleccionar al Señor Avruj con los destructivos efectos de la persecución contra aquellos que piensan distinto.

La Señora Carlotto, por su parte, cuenta con la discrecionalidad para enredarse a piacere en una disquisición bizantina para dilucidar si su personalidad es o no diferente a su sosías, Hebe Pastor de Bonafini. La refutación es su derecho democrático; derecho que tantas veces le ha negado a terceros.

 

Sobre Matias E. Ruiz

Es Analista en Medios de Comunicación Social y Licenciado en Publicidad. Es Editor y Director de El Ojo Digital desde 2005.