Angela Merkel, Donald Trump y la OTAN

En lo que fue su primer encuentro con la Canciller de Alemania, Angela Merkel, la pasada semana, el presidente estadounidense Donald Trump se refirió al compromiso de los Estados Unidos con la alianza atlántica, expresando: 'He reiterado a la Canciller Merkel mi firme respaldo por la OTAN'. El mandatario americano, asimismo, reiteró su llamado a que los miembros europeos de OTAN incrementen sus gastos en materia de Defensa. Conforme lo apuntara quien esto escribe en un análisis de hace una semana (link en inglés), Trump tenía la razón al alentar a la canciller en su intención de elevar el gasto para la Defensa en su país en 2 puntos porcentuales del PBI alemán.

En la Casa Blanca, Merkel se comprometió a tal objetivo, afirmando: 'Nos hemos comprometido a este objetivo de dos puntos porcentuales hacia 2024. El pasado año, incrementamos nuestro presupuesto par la Defensa en un 8%, y trabajaremos juntos, una y otra vez, en este terreno'. En su rol de más importante economía en Europa, y como segundo miembro más poblado de la OTAN después de los EE.UU., Alemania acierta a la hora de involucrarse más profundamente en la promoción de la defensa colectiva, que deberá comenzar por el incremento en los presupuestos del área.

Es importante observar que el gasto para la Defensa en Europa ha estado incrementándose en años recientes, pero aún es demasiado bajo. En 2016, 16 miembros de OTAN aumentaron sus gastos de Defensa, proporcionalmente a sus PBIs. Adicionalmente, resulta esencial estimar que Estados Unidos continúa involucrado en Europa porque está en su interés estratégico. Una Europa segura y estable siempre ha permitido el florecimiento de la prosperidad. Estados Unidos y Europa son, en forma recíproca, los socios comerciales más importantes el uno para el otro, y las inversiones europeas representan más del 70 por ciento de la inversión extranjera en los Estados Unidos.

Casi la mitad de las fuerzas militares estadounidenses en Europa se encuentran estacionadas actualmente en Alemania, y el gobierno alemán asiste a la hora de pagar los costos. La presencia permanente de Estados Unidos en Europa demuestra que EE.UU. está dispuesto a respetar sus obligaciones -firmadas en el convenio OTAN- y, gracias a esto, es menos probable que Rusia cometa errores de cálculo. Más aún, el estar situado en cercanías de zonas calientes en Oriente Medio permite a los tomadores de decisión en Estados Unidos contar con opciones más numerosas y oportunas, a los efectos de responder a los incidentes en tal región.

Trump y Merkel también expresaron su compromiso conjunto de cara al acuerdo de cese al fuego en Ucrania, conocido como Minsk II. La continuidad de este compromiso implica que Estados Unidos y Alemania deberán presionar a Rusia para que ésta cumpla con sus compromisos, y que tanto Estados Unidos como Europa deberían ampliar las sanciones contra Rusia dada su recurrente agresión en Ucrania.

Otra área de interés fue la amenaza representada por el terrorismo islamista, conforme Alemania y los Estados Unidos han padecido ataques terroristas, y deberían trabajar en conjunto para implementar políticas que reduzcan las posibilidades de ocurrencia de ataques a nivel doméstico, al tiempo en que trabajan para plasmar estrategias que debiliten a la ideología islamista. El General Joseph Dunford, presidente del Estado Mayor Conjunto, describió recientemente la importancia de las alianzas para los Estados Unidos, declarando: 'Desde la perspectiva de los Estados Unidos, debo decir que creo que nuestro centro de gravedad como nación, visto desde la óptica de la seguridad, es una red de alianzas'.

Alemania es un aliado fundamental de los Estados Unidos de América. Como tal, la Administración americana habrá de fortalecer la cooperación con Alemania en aspectos críticos de OTAN, respaldar a Ucrania, y lidiar con los peligros derivados del extremismo islamista.

Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/03/21/what-trumps-meeting-with-angela-merkel-means-for-nato/