2017: ¿brotes verdes del empleo? Análisis de despidos en el mes de marzo
El año 2017 computa, hacia fines de marzo, la suma de 9.599 despidos y 2.594 suspensiones...
17 de Abril de 2017
La economía argentina ya arrancó. De eso no hay dudas. Desde agosto, el empleo privado viene creciendo de manera sostenida todos los meses
Nicolás Dujovne, 06/04/2017
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El año 2017 computa, hacia fines de marzo, la suma de 9.599 despidos y 2.594 suspensiones. Tal como ilustra la tabla a continuación, estos se encuentran concentrados particularmente en el sector industrial.
En términos generales, al 31 de marzo de 2017 se contabilizan 253.967 despidos y suspensiones (Tabla N° 1 del informe). Los despedidos ascienden a 212.004 y los suspendidos a 41.963 casos. Dentro de ellos, los despidos del sector privado ascienden a 136.656 y las suspensiones suman 41.933 (Tabla N° 5 del informe).
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El año 2017 computa, hacia fines de marzo, la suma de 9.599 despidos y 2.594 suspensiones. Tal como ilustra la tabla a continuación, estos se encuentran concentrados particularmente en el sector industrial.
En términos generales, al 31 de marzo de 2017 se contabilizan 253.967 despidos y suspensiones (Tabla N° 1 del informe). Los despedidos ascienden a 212.004 y los suspendidos a 41.963 casos. Dentro de ellos, los despidos del sector privado ascienden a 136.656 y las suspensiones suman 41.933 (Tabla N° 5 del informe).
El aumento en el mes de marzo fue de 4.824 casos, una cantidad superior a la del mes anterior. El 95% de los casos (4.569) corresponden al sector privado y sólo el 5% (255 casos) al sector público.
La participación del sector privado en términos de despidos y suspensiones sobre el total tuvo un avance de 0,47 puntos porcentuales en el mes de marzo.
Al interior del sector privado se evidencia nuevamente en el mes bajo análisis un incremento en la participación del sector industrial sobre el total de despidos y suspensiones. En el caso de la industria se contabilizan 2.754 despidos y suspensiones adicionales en marzo. Es decir, el 60% del total de despidos y suspensiones corresponden a la industria.
Si bien la industria se vio aquejada desde el inicio del proceso de expulsión de trabajadores en el mercado de trabajo, es desde septiembre último que se ve particularmente afectada. En los últimos seis meses, a diferencia del sector público, el sector primario, la construcción y los servicios, la industria continuó con cesantías. Fueron 32.793 trabajadores despedidos o suspensiones en los últimos 6 meses en relación a 45.887 despidos y suspensiones totales para el periodo mencionado (el 71,46% en promedio).
Este proceso se puede percibir con claridad en el gráfico 4, donde se detalla la cantidad de despidos y suspensiones en la industria: 67.802 sumaban en septiembre, 73.248 en octubre, 83.905 en noviembre, 88.015 en diciembre, 90.766 en enero, 93.704 en febrero y 96.458 en marzo.
Al interior del sector privado se evidencia nuevamente en el mes bajo análisis un incremento en la participación del sector industrial sobre el total de despidos y suspensiones. En el caso de la industria se contabilizan 2.754 despidos y suspensiones adicionales en marzo. Es decir, el 60% del total de despidos y suspensiones corresponden a la industria.
Si bien la industria se vio aquejada desde el inicio del proceso de expulsión de trabajadores en el mercado de trabajo, es desde septiembre último que se ve particularmente afectada. En los últimos seis meses, a diferencia del sector público, el sector primario, la construcción y los servicios, la industria continuó con cesantías. Fueron 32.793 trabajadores despedidos o suspensiones en los últimos 6 meses en relación a 45.887 despidos y suspensiones totales para el periodo mencionado (el 71,46% en promedio).
Este proceso se puede percibir con claridad en el gráfico 4, donde se detalla la cantidad de despidos y suspensiones en la industria: 67.802 sumaban en septiembre, 73.248 en octubre, 83.905 en noviembre, 88.015 en diciembre, 90.766 en enero, 93.704 en febrero y 96.458 en marzo.
Actividades industriales, aún muy afectadas; en marzo, los servicios también.
Encabezan el ranking de despidos y suspensiones acumulados desde diciembre de 2015 la rama metalúrgica, con 17.707 despedidos y suspensiones; el sector textil, con 4.124 despidos y 12.050 suspensiones; el sector automotriz con 10.360 bajas laborales (al que deben complementarse 1.634 trabajadores despedidos y suspendidos en el sector autopartes y 364 despidos y 1.800 suspensiones en el sector neumático); el sector petrolero con 8.891 casos; electrónica y electrodomésticos, con 5.503 despidos y 2.870 suspensiones de trabajadores y el sector alimenticio con 7.877 despidos y suspensiones. Estas actividades suman el 72% de los despidos y suspensiones entre diciembre 2015 y marzo 2017.
Los despidos del sector primario no han sido significativos.
El sector servicios durante el mes de marzo ha mostrado una sensible cantidad de despidos, concentrados en la actividad de call center y del sector financiero (American Express) a lo que se suman varios casos del sector comercio.
Encabezan el ranking de despidos y suspensiones acumulados desde diciembre de 2015 la rama metalúrgica, con 17.707 despedidos y suspensiones; el sector textil, con 4.124 despidos y 12.050 suspensiones; el sector automotriz con 10.360 bajas laborales (al que deben complementarse 1.634 trabajadores despedidos y suspendidos en el sector autopartes y 364 despidos y 1.800 suspensiones en el sector neumático); el sector petrolero con 8.891 casos; electrónica y electrodomésticos, con 5.503 despidos y 2.870 suspensiones de trabajadores y el sector alimenticio con 7.877 despidos y suspensiones. Estas actividades suman el 72% de los despidos y suspensiones entre diciembre 2015 y marzo 2017.
Los despidos del sector primario no han sido significativos.
El sector servicios durante el mes de marzo ha mostrado una sensible cantidad de despidos, concentrados en la actividad de call center y del sector financiero (American Express) a lo que se suman varios casos del sector comercio.
Constataciones
Como se percibe en el apartado II del presente trabajo, el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) computa 55.768 trabajadores menos en el sector industrial entre noviembre de 2015 y enero de 2017.
Según el presente relevamiento, los despidos, sin suspensiones, del sector industrial ascienden a 55.780, levemente por encima de lo registrado por SIPA pero considerando los meses de febrero y marzo de 2017.
Casos paradigmáticos en marzo 2017
En el mes de marzo, y tal como se preveía, la industria petrolera sufrió nuevamente despidos en Amarilla Gas, SP, Tecpetrol, Tuboscope Vetco de Argentina SA e YPF.
El caso de la crisis láctea impactó en Cotapa, en Entre Ríos, mientras que el caso de Sancor continúa abierto y sin solución.
Por la apertura importadora y la caída de las ventas locales, en el sector textil se produjeron nuevamente despidos, en este mes alcanzando los 197 casos, en empresas como Unisol-Puma (Sanagasta, Chilecito, La Rioja), Enod y Tejedurías Naiberger.
La ciudad de Baradero se movilizó durante el mes de marzo de manera masiva. No es para menos: esta vez fue la empresa Ingredion quien despidió 186 personas, en el sector agroindustria.
En el sector Servicios, los call center tuvieron un mes complicado, que se reflejó en 1.090 casos, motorizados entre otros por Task Solution en Córdoba, por el fin de servicios realizados para Telecom.
También fueron representativos los 300 casos de American Express, relacionados con el rubro financiero.
El sector comercio sufrió 133 despidos, en empresas como Rizzi Distribuciones, Easy, Hipermercado Libertad, Pizzería Mi Tío y Vesta, estos dos últimos, por cierre
Conflictos abiertos
El apartado III del presente trabajo permite vislumbrar futuras situaciones conflictivas en materia laboral. El recuento asciende a 8.975 casos. De ellos, 1.870 corresponden a casos de servicios, y 7.081 a casos industriales.
En el caso de los industriales, se percibe la profundización de la crisis laboral en el sector petrolero.
Marzo y abril, con discusiones paritarias y creciente movilización
Desde principios de marzo a la fecha, la conflictividad ha ido incrementándose, a través de repetidas movilizaciones. Según un informe de CEPA, los conflictos de 2017 se concentraban en reclamos por despidos, readecuación salarial e incumplimiento de acuerdos, condiciones de trabajo y atrasos en los pagos. En relación a estos reclamos, resulta imprescindible destacar que el eje del abordaje planteado por el Gobierno Nacional y local, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, no reside en resolver algunos de los problemas que originan el reclamo sino en encontrar el mecanismo para que tales demandas sencillamente no lleguen a las calles de la Ciudad.
Por otro lado, se observa la profundización de la estrategia “ejemplificadora” del gobierno con los docentes. El objetivo reside en ilustrar a los trabajadores argentinos y a los gremios de cada sector, pero también al empresariado de nuestro país, qué intereses defiende a rajatabla el gobierno nacional y cuanto está dispuesto a invertir para recorrer el camino de la flexibilización. La finalidad de tales acciones están dirigidas a justificar aumentos salariales limitados, que consoliden la pérdida de poder adquisitivo producida a lo largo de 2016, junto con el condicionamiento de futuros reclamos, pasos necesarios en el proceso flexibilizador explicitado por el propio gobierno.
En este contexto, la represión policial a los docentes en la plaza de los Dos Congresos para evitar la instalación de la “Escuela itinerante” su suma a la premeditada estigmatización de un sector gremial representado en el ataque a Roberto Baradel, Secretario General de SUTEBA, los descuentos por los paros realizados, el adicional para los docentes que no adhirieron al paro, las amenazan con multar y quitar la personería gremial. Todo esto en el marco de sostener casi la misma oferta original que impide recuperar algo de los salarios perdidos en 2016.
El mismo presidente de la Nación mencionó en durante el paro nacional que 'No hay Plan B' para la economía. La estrategia de flexibilización del gobierno se podría resumir en “trazo grueso” en 2016 (despidos y caída del salario real) complementados con “sintonía fina” flexibilizadora en 2017, sustentada en el acuerdo firmado para los petroleros en Vaca Muerta, que el propio gobierno pretende extender a la industria automotriz (Macri estuvo en Córdoba anunciándolo), a la construcción, textil, calzado entre otros.
Finalmente, el paro nacional realizado a principios de abril, tuvo altísimo acatamiento. El gobierno cuestionó tal convocatoria criticando a los sindicalistas convocantes y mencionado que el costo del paro implicaba 15.000 millones de pesos. Esto resulta sintomático, dado que esos mismos sindicalistas hicieron lo imposible por evitar el paro, forzado finalmente por las exigencias de los mismos trabajadores en la movilización del día 6 de marzo.
El caso de la crisis láctea impactó en Cotapa, en Entre Ríos, mientras que el caso de Sancor continúa abierto y sin solución.
Por la apertura importadora y la caída de las ventas locales, en el sector textil se produjeron nuevamente despidos, en este mes alcanzando los 197 casos, en empresas como Unisol-Puma (Sanagasta, Chilecito, La Rioja), Enod y Tejedurías Naiberger.
La ciudad de Baradero se movilizó durante el mes de marzo de manera masiva. No es para menos: esta vez fue la empresa Ingredion quien despidió 186 personas, en el sector agroindustria.
En el sector Servicios, los call center tuvieron un mes complicado, que se reflejó en 1.090 casos, motorizados entre otros por Task Solution en Córdoba, por el fin de servicios realizados para Telecom.
También fueron representativos los 300 casos de American Express, relacionados con el rubro financiero.
El sector comercio sufrió 133 despidos, en empresas como Rizzi Distribuciones, Easy, Hipermercado Libertad, Pizzería Mi Tío y Vesta, estos dos últimos, por cierre
Conflictos abiertos
El apartado III del presente trabajo permite vislumbrar futuras situaciones conflictivas en materia laboral. El recuento asciende a 8.975 casos. De ellos, 1.870 corresponden a casos de servicios, y 7.081 a casos industriales.
En el caso de los industriales, se percibe la profundización de la crisis laboral en el sector petrolero.
Marzo y abril, con discusiones paritarias y creciente movilización
Desde principios de marzo a la fecha, la conflictividad ha ido incrementándose, a través de repetidas movilizaciones. Según un informe de CEPA, los conflictos de 2017 se concentraban en reclamos por despidos, readecuación salarial e incumplimiento de acuerdos, condiciones de trabajo y atrasos en los pagos. En relación a estos reclamos, resulta imprescindible destacar que el eje del abordaje planteado por el Gobierno Nacional y local, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, no reside en resolver algunos de los problemas que originan el reclamo sino en encontrar el mecanismo para que tales demandas sencillamente no lleguen a las calles de la Ciudad.
Por otro lado, se observa la profundización de la estrategia “ejemplificadora” del gobierno con los docentes. El objetivo reside en ilustrar a los trabajadores argentinos y a los gremios de cada sector, pero también al empresariado de nuestro país, qué intereses defiende a rajatabla el gobierno nacional y cuanto está dispuesto a invertir para recorrer el camino de la flexibilización. La finalidad de tales acciones están dirigidas a justificar aumentos salariales limitados, que consoliden la pérdida de poder adquisitivo producida a lo largo de 2016, junto con el condicionamiento de futuros reclamos, pasos necesarios en el proceso flexibilizador explicitado por el propio gobierno.
En este contexto, la represión policial a los docentes en la plaza de los Dos Congresos para evitar la instalación de la “Escuela itinerante” su suma a la premeditada estigmatización de un sector gremial representado en el ataque a Roberto Baradel, Secretario General de SUTEBA, los descuentos por los paros realizados, el adicional para los docentes que no adhirieron al paro, las amenazan con multar y quitar la personería gremial. Todo esto en el marco de sostener casi la misma oferta original que impide recuperar algo de los salarios perdidos en 2016.
El mismo presidente de la Nación mencionó en durante el paro nacional que 'No hay Plan B' para la economía. La estrategia de flexibilización del gobierno se podría resumir en “trazo grueso” en 2016 (despidos y caída del salario real) complementados con “sintonía fina” flexibilizadora en 2017, sustentada en el acuerdo firmado para los petroleros en Vaca Muerta, que el propio gobierno pretende extender a la industria automotriz (Macri estuvo en Córdoba anunciándolo), a la construcción, textil, calzado entre otros.
Finalmente, el paro nacional realizado a principios de abril, tuvo altísimo acatamiento. El gobierno cuestionó tal convocatoria criticando a los sindicalistas convocantes y mencionado que el costo del paro implicaba 15.000 millones de pesos. Esto resulta sintomático, dado que esos mismos sindicalistas hicieron lo imposible por evitar el paro, forzado finalmente por las exigencias de los mismos trabajadores en la movilización del día 6 de marzo.