Sobre el desagradable carácter racista de Karl Marx
Las celebraciones de mayo supieron llevarse a cabo a lo largo de las planicies...
Las celebraciones de mayo supieron llevarse a cabo a lo largo de las planicies, con radicales izquierdistas y sindicalistas adorando el ideario del comunismo.
El comunismo es una ideología que arenga en pos del control gubernamental sobre nuestras vidas. Fue creado por Karl Marx quien, en compañía de su colaborador, Friedrich Engels, escribió un panfleto intitulado 'Manifiesto del Partido Comunista'.
En 1867, Marx escribió el primer volmen de 'El Capital' (Das Kapital). El segundo y tercer volúmenes fueron publicados post mórtem, con edición de Engels.
Pocas personas que se hacen llamar marxistas en rigor se han molestado en leer 'Das Kapital'. Si uno lo leyera, se percataría de que las personas que se autodenominan marxistas tienen muy poco en común con Marx.
Para aquellos que ven en Marx a un héroe, existen algunos detalles históricos que podrían hallar interesantes. Nathaniel Weyl, ex comunista, los halló y planteó en su libro de 1970, 'Karl Marx: Racista'.
Por ejemplo, Marx no veía bien a los mexicanos. Cuando Estados Unidos anexó California luego de la Guerra con México, Marx sarcásticamente se preguntó: '¿Es acaso infortunado que la magnífica California fue quitada a los vagos mexicanos que no sabían qué hacer con ella?'.
Engels compartía el desprecio de Marx por los mexicanos, explicando: 'En Estados Unidos, hemos asistido a la coquista de México, y nos hemos regocijado por ella. Hace al interés de su propio desarrollo que México termina bajo la tutela de los Estados Unidos'.
Marx exhibía una visión racista que podría ser interesante para los ciudadanos estadounidenses de raza negra que simpatizan con sus ideas. En una carta dirigida a Engels, en referencia a su competidor político socialista Ferdinand Lassalle, Marx escribía:
Queda ahora completamente claro para mí que él, conforme se comprueba a partir de su formación craneal y su cabello, desciende de negros que en su momento se unieron al éxodo de Moisés desde Egipto, asumiendo que su madre o bien su abuela, desde el lado paterno, no se ha mezclado con un negro. Ahora, esta unión de judaísmo y germanismo con sustancia fundamental negra, debe dar lugar a un peculiar producto.
Y Engels también compartía la filosofía racial de Marx. En 1887, Paul Lafargue, quien fuera yerno de Marx, se presentó como candidato para ocupar un puesto en el consejo del distrito de París, que contenía un zoológico. Engels afirmó que Lafargue tenía 'un octavo o bien un doceavo de sangre de negro'.
En una carta dirigida a la esposa de Lafargue, Engels escribió: 'En su calidad de negro, un grado más cercano al resto del reino animal que el resto de nosotros, él es, sin dudas, el representante más aproximado de aquél distrito'.
Marx también era antisemita, conforme se prueba en su ensayo intitulado 'Sobre la Cuestión Judía', publicado en 1844. Marx se preguntaba:
¿De qué se trata la religión del judío en este mundo? La rapiña. ¿Cuál es su dios en este mundo? El dinero. El dinero es el dios celoso de Israel, allí donde no existe otro dios. El dinero degrada a todos los dioses del hombre -y los convierte en mercaderías (...) El billete de intercambio es el verdadero dios del judío. Su dios es apenas un ilusorio billete de intercambio (...) La nacionalidad quimérica del judío es la nacionalidad del mercader, del hombre dedicado al dinero en general.
A pesar del hecho de que, solo en el siglo XX, el comunismo fue responsable por la muerte de más de cien millones de personas, gran parte del respaldo hacia el comunismo y el socialismo proviene de los intelectuales.
La razón por la cual no condenan la barbarie del comunismo es comprensible. Lo explica Richard Pipes:
Los intelectuales, dada la verdadera naturaleza de sus profesiones, prestan enorme atención a las palabras y las ideas. Y se ven atraídos por las ideas socialistas. Ellos encuentran que las ideas del comunismo son dignas de alabanza y atractivas; que, para ellos, son más importantes que la práctica del comunismo. Ahora, bien; los ideales nazis, por otro lado, eran puro barbarismo; nada podría ser dicho en su favor.
Lo cual significa que los izquierdistas de todo el mundo continuarán celebrando los ideales del comunismo.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/05/10/ugly-racism-karl-marx/