Las filtraciones desde la comunidad de inteligencia y el daño a la seguridad nacional
En los Estados Unidos, las filtraciones de información clasificada a los medios de comunicación...
En los Estados Unidos, las filtraciones de información clasificada a los medios de comunicación en general han sido enmarcadas bajo el choque entre el denominado 'Gobierno profundo' o Deep State y el presidente Donald Trump. Sin embargo, la amenaza de Gran Bretaña de no continuar compartiendo información de inteligencia con EE.UU., consigna un problema mayor.
La cadena británica BBC informó originalmente el pasado jueves que la policía del Reino Unido dejaría de compartir información con los Estados Unidos en relación al ataque terrorista de Manchester, luego de que alguien en la comunidad de inteligencia estadounidense filtrara fotografías clasificadas del sitio del ataque al matutino New York Times, lo cual enfureció a funcionarios británicos. Más tarde ese mismo jueves, el Reino Unido -luego de corroborar datos-, que continuaría compartiendo información. El dato sobrevino en la forma de gran preocupación para la Administración Trump.
'El presidente ha dejado bien claro, desde hace ya meses, que las filtraciones amenazan a la seguridad nacional, que él está enfurecido tras la noticia, y que llegará al fondo de la cuestión', afirmó el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, el jueves. El acusar judicialmente solo a un pequeño número de filtradores o informantes enviaría un sólida mensaje al respecto de que se está protegiendo la información clasificada, dijo Jordan Sekulow, director ejecutivo del Centro Estadounidense para la Ley y la Justicia (American Center for Law and Justice), grupo conservador que monitorea las actividades gubernamentales.
'El Gobierno Profundo, o gobierno en las sombras, es algo de lo cual esta Administración habrá de esperar importantes réplicas', dijo Sekulow a The Daily Signal. 'Por nuestra parte, respaldaríamos firmemente la constitución de un gran jurado, si es que no se ha propuesto hacerlo ya, a los efectos de investigar la filtración de información clasificada'. Pero este tipo de investigaciones no son sencillas, y podrían toparse con la Primer Enmienda, apunta Robert Ray, ex fiscal federal, quien fue consejero independiente que completara la investigación de Ken Starr contra el entonces presidente Bill Clinton.
'Puede hacerse, pero es difícil, y puede ser ponderado como inocuo, lo cual no equivale a minimizar la importancia de la información clasificada', dijo Ray a The Daily Signal. 'Para probar que los filtradores compartieron semejante información con los medios, el redactor del informe debe identificarlos. La prensa respeta el proceso de anonimato. Para extraer esa información, como en el caso de Valerie Plame, deben existir reporteros en desacato, o bien con condena de prisión, hasta que la investigación dé resultados, todo lo cual es tremendo'. Ray se refería al caso de Valerie Plame, quien trabajaba para la CIA y luego su identidad fue filtrada a los medios, en épocas de la Administración Bush. Un periodista del New York Times debió ir a prisión por no revelar que Plame fue su fuente a lo largo de la investigación para el matutino.
El equilibrio de estas cuestiones con lo relacionado con la libertad de prensa debe manejarse con sensibilidad, dice Hans von Spakovsky, analista de carrera en temas legales para el think tank estadounidense The Heritage Foundation, quien también se desempeñó como abogado para el Departamento de Justicia. No obstante, apuntó el experto, no existe el derecho constitucional de no identificar a alguien que, de manera ilegal, reveló información que compromete a la seguridad nacional.
'El empleo de información de inteligencia para dañar a opositores políticos es uno de los peores abusos', señaló von Spakovsky. 'Si un servicio de inteligencia extranjero interrumpe el flujo de información -tal como ahora lo hace Inglaterra-, aquí no se trata sólo de alguien que viola la ley, sino que el asunto compromete a la seguridad nacional', agregó. A comienzos del año en curso, los medios publicaron informes basados en filtraciones de información clasificada, que versaba sobre las comunicaciones de Michael Flynn con funcionarios rusos, lo cual remató con la eyección de Flynn de su puesto.
Este mes de mayo, el matutino The Washington Post informó que Trump compartió información clasificada a funcionarios rusos. El Times continuó, informando luego que Israel era la fuente de la información que Trump proporcionó a Rusia. Luego de ello, Spicer afirmó que 'claramente, hay allí un patrón' de filtraciones de información clasificada como agenda en el seno del gobierno, que busca comprometer al presidente. Pero Spicer no ofreció una respuesta definitiva sobre si acaso existía una investigación en marcha al respecto. La filtración sobre Gran Bretaña probablemente dio inicio con un filtrador vinculado a Trump, dice Steven Bucci, analista invitado en The Heritage Foundation; Bucci es un ex oficial de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos y ex funcionario del Pentágono.
'Una vez que Usted da inicio al proceso de sentir que es "cool" hacer de fuente para un periodista, entonces el tema cobra vida propia', dijo Bucci a The Daily Signal. 'Yo apostaría el salario de un mes a que una persona que hubiese filtrado datos sobre Trump es la misma que filtró esta información'.
'Esto no ha sido obra de un informante que expone los malos modos de un gobierno', apunta Ron Hosko, ex director asistente del FBI para la División de Investigaciones Criminales del organismo. 'Esto se trata de un burócrata diciéndole a un periodista: "mira, mira lo que sé y lo que tengo aquí", esperando que el periodista lo haga quedar bien tiempo más tarde... Esta filtración no tenía una meta positiva'.
La filtración británica es una que comporta 'impacto destructivo y negativo' frente a la investigación del ataque perpetrado por el Estado Islámico en un concierto, dijo Hosko, agregando que los filtradores deberían ser 'investigados y expuestos agresivamente'. 'Esta filtración podría alertar al sujeto de la investigación al respecto de lo que las fuerzas de seguridad saben sobre él, incluso permitiéndoles destruir valiosa evidencia, y dándoles la oportunidad de abandonar la jurisdicción para evitar su arresto', completó Hosko.
La Embajada del Reino Unido en el Distrito de Columbia no respondió a consultas enviadas por correo electrónico por The Daily Signal.
Artículo original, en inglés, en http://dailysignal.com/2017/05/25/us-intelligence-leaks-threatening-national-security-heres-white-house-can/
Lucas se desempeña como corresponsal en la Casa Blanca, para el sitio web estadounidense The Daily Signal (Washington, D.C.). Es autor del libro 'Tainted by Suspicion' (Contaminados por la Sospecha).