Argentina: disquisiciones sobre fraude electoral

Hacía menos de un minuto que había conocido a su interlocutor, y aún no se había quitado el abrigo: 'Estoy asqueado. No soporto más'. Así aprovechó para presentarse el hombre -que acusa unos cincuenta años de edad, se define como experto en fraudes electorales, y tiene una necesidad irrefrenable de explicitar detalles.

'La clave del fraude no es tanto torcer un resultado, sino ampliar una diferencia para consolidar poder y tener más legisladores a favor, especialmente senadores. Un senado en contra puede tumbar a un gobierno. Le pasó a [Raúl] Alfonsín y mucho más a [Fernando] De la Rúa'. Y completa: 'La desviación de los números en una elección produce diagnósticos y remedios equivocados. Si vos no sabés cuantas personas están a tu cargo, no sabés cuánta comida tenés que comprar. En un país, es igual. No da lo mismo ganar por tres puntos que por diez. Los análisis van a ser diferentes; las medidas de gobierno, también'.

 

'La historia reciente hubiera sido muy diferente de no ser por el fraude de 2007', afirma temerario. El 28 de octubre de aquel año, se celebraron elecciones presidenciales que consagraron a la fórmula Cristina Fernández de Kirchner-Julio Cobos con el 45,28% (aproximadamente 8.650.000 votos), superando al tándem Elisa Carrió-Rubén Giustiniani, que cosechó el 23,05% (4.403.642 sufragios). En tercer lugar quedaría el binomio Roberto Lavagna-Gerardo Morales, con casi el 17%. Aquel comicio consignó la consolidación del kirchnerismo. 

 

Las credenciales del interlocutor son comprobables, aunque prefiere no hacer pública su identidad. Solo confiesa haber sido un estrecho colaborador de Elisa Carrió en aquel turno electoral, y que supo desempeñarse brevemente como funcionario municipal en una ciudad de magnitud en la Provincia de Buenos Aires. Hoy, se ha enrolado a la ONG 'Ser Fiscal' y, para las elecciones del año 2013, preparó un aproximado de seis mil fiscales. 'Además, tengo muchos amigos expertos en fiscalización de elecciones, vinculados al peronismo. Me enseñaron todos los trucos' -refiere, soltando una carcajada. A pesar de ello, se siente un idealista: 'Mi referente en la política es Héctor "Toty" Flores. Yo milito con él, no con Cambiemos ni con Carrió. Lilita me defraudó'.

 

El problema suele ser el mismo de siempre en estos casos: la imposibilidad de ofrecer pruebas sobre los mecanismos fraudulentos. 'Fijate que Carrió, en 2007, reconoció la derrota antes de la medianoche. Yo hablé con ella antes, le contaba lo que me decían los fiscales, y ella prefirió reconocer el triunfo de Cristina. Sabía que la habían cagado, pero no podía probarlo', cuenta resignado, afirmando luego que les robaron cerca de un millón de votos -la cifra exacta para evitar una segunda vuelta. 'Pero bueno, 2007 ya es historia antigua. Me aterran el presente y el futuro', afirma -no sin temor.

Continúa: 'A mí siempre me sorprendieron las oficinas móviles del RENAPER que te daban el DNI en 5 minutos. ¿Desde cuándo el Estado en la Argentina actúa con tanta rapidez?', se pregunta. El RENAPER (Registro Nacional de las Personas) es el organismo encargado de realizar el registro e identificación de todas las personas físicas que se domicilien en territorio argentino o en jurisdicción argentina. Depende del Ministerio del Interior y fue creado en 1948. Durante los hechos narrados por el entrevistado, el órgano se hallaba bajo la órbita del hoy precandidato Florencio Randazzo. 'Ponés el dedo y listo. Esa información viaja a Buenos Aires. Y allá, qué se yo quién la recibe. El tema es muy sencillo: mandaban a todos los militantes K a hacerse el DNI, y a muchos de ellos les daban hasta cinco documentos'.'En el padrón hay cerca de un millón y medio de DNI truchos, como mínimo'. 

 

En 2015, el ciclo Periodismo Para Todos de Jorge Lanata denunció el modo en que ciudadanos paraguayos recibían DNI para que pudieran cruzar a la Provincia de Formosa y, así, votar en el país. 'En las provincias del NOA, el gobierno nacional directamente no tiene control de los padrones. Lo maneja cada gobernador. Cuando vos le decís eso a algún funcionario nacional, te contestan que no pasa nada', se lamenta. Y agrega: 'Otro elemento del fraude es el desdoblamiento de las elecciones en las provincias. En esa decisión hay especulación electoral, pero más que nada se hace para permitir lo que llamamos el "voto interprovincial". Es decir, gente que vota para gobernador y senadores en una provincia, y más adelante vota lo mismo en otra provincia. Y luego en otra a presidente'.

El entrevistado comparte su perspectiva pesimista de cara al futuro próximo: 'Por un lado, tenés que la mayoría de los empleados del Correo son de La Cámpora. Por ejemplo, los urneros que se llevan las urnas con los votos son kirchneristas. Del otro, tenés un gobierno que no hizo nada pare cambiar esto. No tomó medidas de fondo. No sabés si subestima el fraude o si perpetúa el sistema'. La designación -por parte del Consejo de la Magistratura- del juez electoral Juan Manuel Culotta como titular del estratégico juzgado federal número 1 de La Plata, que hasta hace unos meses subrogaba María Romilda Servini de Cubría tras conocerse la muerte del juez Manuel Blanco, no le ofrece al buen señor garantías de transparencia: 'Es amigo de Macri', explicita sobre Culotta. Como tampoco le resulta esperanzadora la contratación -de acuerdo a informes, ya consolidada- de la nebulosa firma española INDRA, involucrada en un sinnúmero de escándalos en todo el mundo, y que fuera la elegida en su momento por el kirchnerismo para procesar los telegramas oficiales del Correo Argentino en las próximas elecciones de octubre. Al parecer, Cambiemos también ha optado por la comprometida compañía que, precisamente hace pocas horas, vio allanadas sus oficinas de Madrid.

 

El consultado explicita otro formato para el fraude: 'Nos empezó a llamar la atención, desde 2009, que mucha gente empezaba a votar lejos de su domicilio. Estudiamos varios casos, y llegamos a la conclusión que detrás de eso hay un trabajo de expertos. Detectan que determinado grupo social no vota al oficialismo. Por ejemplo, los jubilados. Entonces, a un señor de ochenta años de edad lo mandan a votar a diez kilómetros, para lograr que, por la distancia, no vaya. Marcos Peña (por el Jefe de Gabinete) tiene a cientos de personas estudiando las redes sociales'.

El interlocutor se desempeñó como delegado partidario en la justicia electoral durante el primer turno de los comicios de 2015; refiere que, lo que allí vio, difícilmente pueda olvidarlo: 'Es un sistema cavernícola. Se cuenta mesa por mesa, urna por urna. En mi sección, hay más de 1.500 mesas. Hay dos tipos de cada lado de la mesa; uno lee, otro anota. Cuando los datos no coinciden, a la planilla le ponen un sello rojo de observada. ¿Sabés dónde va esa planilla? A la basura. No hay revisión; no existe'.  Prosigue: 'En el país hay 92.000 mesas, de las cuales 44.000 solamente son de la Provincia de Buenos Aires. Hay partidos del conurbano que son directamente impenetrables, donde corren a los fiscales opositores a punta de pistola'. Y remata: 'No te confundas. Los grandes fraudes no se hacen en los grandes poblados. Se hace en los pueblos chicos, donde nadie pone atención'.

 

Para concluir, y ante la consulta respectiva, el hombre comparte lo que entiende serían medidas de urgente implementación, con el objeto de comenzar con la tarea de remover el fraude del sistema. Entiende que se debe proceder con la depuración inmediata de los padrones, la unificación de todas las elecciones, y la implementación de la boleta única de papel: 'No evita el fraude al 100%. Pero lo achica bastante', afirma -al respecto de la boleta única.

 

Al cierre, el interlocutor ofrece un breve y conciso diagnóstico de cara a las legislativas de octubre próximo: 'Ahí, puede pasar cualquier cosa'.