El rol de Mike Pence en la Casa Blanca

El vicepresidente estadounidense Mike Pence viajó por América Latina en agosto pasado, en un momento en que Venezuela registraba una erupción de tumulto social. En abril, Pence visitó a Corea del Sur -aliado de EE.UU.- y se exhibió en la frontera entre ambas Coreas, para advertir a Pyongyang luego de una reciente prueba misilística que 'la etapa de la paciencia estratégica se ha terminado'. Y, en febrero, fue Pence quien, en la Conferencia de Seguridad de Munich, volvió a ofrecer garantías para los aliados estadounidenses en la OTAN.

Pero, en el frente doméstico, y en general tras bambalinas, el rol de Pence en la Administración Trump es aún más significativo, dijeron funcionarios de la Casa Blanca y entendidos en política pública que trabajan en la Casa Blanca. Aún cuando son muy distintos en temperamento y personalidad, Pence y el presidente Donald Trump son genuinamente cercanos -así lo entienden los observadores.

El presidente estadounidense y su vicepresidente conversan varias veces al día, tal como lo hacen sus jefes de personal -señaló un funcionario de la Casa Blanca al medio The Daily Signal.

Queda claro qué tan cercanos son Trump y Pence, dice Marjorie Dannenfelser, presidente de la Lista Susan B. Anthony (grupo pro-vida), habiéndolos observado en el tiempo que ella trabajó en la Casa Blanca. 'Son tan diferentes y, sin embargo, se complementan mucho, al punto en que uno puede confiarle al otro hacer lo que uno entiende que no podría llevar adelante sólo', dijo Dannenfelser a The Daily Signal.

Previo a que fuera elegido gobernador de Indiana en 2012, Pence sirvió durante cinco períodos en la Cámara de Representantes desde 2003; ahora, oficia como hombre de confianza del presidente a la hora de trabajar con el congreso', señala Dannenfelser. 'Trump necesita y desea a Pence en ese rol. Pence es el mariscal de campo [N. del T.: mariscal de campo o quarterback, figura central en todo equipo de fútbol americano de reglas NFL].

Dada la rispidez existente entre Trump y el liderato Republicano en el congreso, ese rol podría incluso ser más importante, dice el historiador presidencial Craig Shirley. 'Pence puede hablarle a Trump y a Capitol Hill. Habla ambos idiomas', dice Shirley a The Daily Signal. Al consultársele si esa rispidez potencia la relación de Pence con el parlamento, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders declaró que Pence desempeñará un rol central a la hora de trabajar con líderes en el congreso, 'sin importar cualesquiera sean las circunstancias'.

'Naturalmente que él siempre será una parte importante del proceso de promover legislación específica, en el terreno que sea, o se trate del asunto que se trate', dijo Sanders a The Daily Signal en un informe de prensa oficial. 'Probablemente, Pence sea uno de los mejores representantes aquí en la Casa Blanca, y ciertamente alguien en quien el presidente confía muchísimo, y está feliz de contar con él en el equipo'. La pasada semana, luego de la salida del jefe de temas estratégicos Steve Bannon, las facciones más conocidas en el seno de la Casa Blanca se volvieron el tópico principal de conversación en todo Washington.

Pero, más allá de las intrigas de palacio que concentran la atención de los medios, Pence esencialmente ha trabajado como un negociador honesto, acercando a los consejeros para garantizar que Trump cuente siempre con las mejores opciones para el proceso de toma de decisiones, afirma un funcionario de la Casa Blanca, en conversación con The Daily Signal.

Pence parece ser genuinamente leal al presidente, dijo Shirley, historiador presidencial. Pero su estrellato político probablemente vaya in crescendo, en todo escenario que Trump debe hacer frente a más problemas.

'Conforme los problemas de Trump continúan y su agenda legislativa parece ir hacia ninguna parte, su poder político tenderá a diluírse, y el poder político de Pence -poder político, no poder constitucional- se incrementará, aún cuando no es eso lo que quiere el vicepresidente', agrega Shirley.

En algunos casos, Pence bien pudo haber sido injustamente puesto en una trampa, dada la incapacidad del congreso, hoy controlado por los Republicanos, de promocionar una agenda legislativa -afirma David Bozell, presidente de ForAmerica, grupo de espectro conservador. 'Tras evaluar mi interacción con el vicepresidente y su personal, he de decir que Usted deja una reunión con ellos y luego se va deseando igualar ese esfuerzo', dice Bozell a The Daily Signal. 'Pence tiene clase, a la hora de representar al presidente en público; y, allí donde más importa, en lo privado'.

Aún cuando ambos hombres parezcan una extraña pareja, Pence oficia de necesario equilibrio para Trump en términos de acercarse a Capitol Hill, hablando en otro tono, dijo Gary L. Rose, profesor de ciencia política en la Universidad del Sagrado Corazón en Fairfield, Connecticut, y autor del libro recientemente publicado 'Haywire: A Chronology of the 2016 Presidential Contest'. 'Tras los tweets o discursos del presidente, Pence hace un gran trabajo a la hora de limar asperezas', dice Rose a The Daily Signal. 'Ya ha pasado menos de un año pero, hasta el momento, Pence es distinto a otros vicepresidentes que se han quedado en el asiento trasero del coche y han sido inconsecuentes. Pence es muy, muy crítico de éste presidente'. Pence parece tener un rol mucho más importante del que tuvo Joe Biden durante la Era Obama, aunque no llega a ser tan importante como el vicepresidente Dick Cheney bajo la Era Bush, sentencia el profesor universitario.

Rose dice que Pence tiene un rol más comparable al vicepresidente Walter Mondale, conocedor de Washington y vice de Jimmy Carter. Tanto Mondale como Pence oficiaron de puente ante las difíciles relaciones con Capitol Hill. Otros paralelismos podrían trazarse con el vicepresidente Lyndon Johnson, quien utilizó su notable influencia en el senado para promocionar parte de la agenda inicial de John Kennedy, agrega Rose. En un andarivel diferente, el vicepresidente Spiro Agnew supo proporcionar garantías a los conservadores, en relación al más moderado presidente Richard Nixon, aduce el profesor de ciencia política. Y agrega Rose: 'Pence no es el hombre del trabajo sucio para Trump, como Agnew lo fue para Nixon, pero sabe aplacar al ala conservadora del partido'. Rose dice creer en la negativa de Pence, al respecto de desmentir aquellos rumores que lo promocionan para una candidatura presidencial en 2020, pero insiste en que Pence, en efecto, está construyendo su camino hacia la carrera presidencial en 2024.

En lo que constituye otro apunte histórico, el profesor Rose afirma que, en su opinión, el vicepresidente Pence desempeñó un rol más significativo en la victoria de 2016 versus Hillary Clinton, de lo que han hecho otros vicepresidentes en el pasado. 'Las opciones para vicepresidente en general solo contribuyen a cosechar una pequeña franja de apoyo para un candidato presidencial', puntualiza Rose. 'No puedo decir con certeza que Pence acercó una enorme cantidad de votos, pero incluso el pequeño porcentaje que él contribuyó a arrimar, fue muy decisivo'.

Porciones significativas de los votantes en la primaria Republicana no respaldaron a Trump, porque el hombre de negocios de Nueva York era percibido como carente de credenciales conservadoras, afirma Lee Edwards, fellow distinguido en pensamiento conservador en el think tank estadounidense Heritage Foundation. 'Mike Pence desempeñó un papel vital en la campaña, al garantizar a los votantes conservadores que Trump era lo suficientemente conservador', dice Edwards a The Daily Signal. 'Pence no es el señor que viene a hacerse cargo de la limpieza. Tiene un rol mucho más sustancioso', certifica Edwards.


Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/09/03/role-pence-plays-trump-white-house/