La innovación como desafío en América Latina
Las nuevas tecnologías han penetrado en todos los sectores...
26 de Septiembre de 2017
Las nuevas tecnologías han penetrado en todos los sectores. Hoy en día, todas las industrias están atravesadas por la introducción de tecnologías innovadoras que han generado grandes cambios. Si bien América Latina no se destacó en el último Indice Global de innovación, el pronóstico para la región aún no está sellado.
El reconocimiento facial, la inteligencia artificial y la automatización de los procesos, ya son parte de la realidad. La incorporación de estas tecnologías a la vida diaria de las personas, es una tendencia global, de la cual América Latina no está exenta.
La tecnología y la innovación son dos componentes que no deben desestimarse, ya que son el motor del desarrollo económico y sostenible. Es por eso que América Latina necesita de la digitalización para poder continuar creciendo económicamente y posicionarse como un referente, junto a los líderes de la economía mundial. Esa es la conclusión que brinda el estudio Aprender mejor: Políticas públicas para el desarrollo de habilidades, presentado por el Banco Interamericano de Desarrollo.
“El proceso de transformación ocurrirá en primer lugar en aquellas industrias cuya estructura y cadena de valor sean más aptas para incorporar una digitalización disruptiva”, se lee en el informe. Conforme a lo expresado en el estudio, Chile y Colombia son los países de la región que lideran en materia de digitalización, seguidos por México que comienza a innovar en el sector digital. Sin embargo, en algunos casos, la innovación se topa con un freno: el temor al cambio.
A pesar de que las empresas reconocen los beneficios de la digitalización, también contemplan los riesgos que podrían derivar de la transformación radical que se requiere para implementar los cambios. Es por eso, que el informe advierte que el capital humano es un aspecto fundamental para asegurar el éxito de las empresas a la hora de llevar a cabo la digitalización de sus procesos.
El temor es uno de los principales obstáculos a la hora de innovar. Es por eso que se requiere un cambio de perspectiva, para poder estar en sincronía con las últimas tendencias mundiales. El que no arriesga, no gana. Y en este caso, arriesgarse es una gran parte del cambio. Los beneficios que traen estas nuevas modalidades, significan una gran oportunidad para la región. Los avances generan impactos positivos en la productividad y en la demanda de empleos que requieren nuevas capacidades.
Si bien América Latina aún no se posiciona como referente, se cree que lentamente, la región va a ir adaptándose. “La región se desempeña muy bien en materia de instituciones, infraestructura y sofisticación empresarial, pero tiene un rezago en capital humano, investigación y desarrollo, y tecnologías del conocimiento”, explicó el investigador de la Escuela de Negocios SC Johnson de la Universidad de Cornell, Rafael Escalona. Escalona también consideró que América Latina debe impulsar políticas públicas que integren el crecimiento económico, la competitividad y la innovación.
La región podrá mejorar su competitividad, pero para eso hace falta un cambio profundo, que debe abarcar diferentes áreas. Para poder transformar el sistema laboral, es necesario insertar cambios en el sistema educativo. “Una persona que ha tenido acceso a una adecuada estimulación durante los primeros años de su vida, buenas escuelas, universidad y empleo en una compañía formal, posee grandes ventajas en la vida”, explicó el Vicepresidente de Sectores y Conocimiento del BID, Santiago Levy. La educación es una pieza clave para el desarrollo de la innovación. Si bien la región hoy no presenta grandes avances en la materia, es cierto que comienza a prepararse y por lo menos, a indagar sobre qué se requiere para estar a la altura de los países más avanzados.
El desarrollo de la innovación y la implementación de nuevas tecnologías, es un proceso que se está dando lentamente en la región, pero que es ineludible. Si bien algunos países están mejor preparados que otros, el cambio es inevitable. Es por eso que América Latina debe afrontar ese desafío y empezar a buscar soluciones para los obstáculos que aún presenta en esta materia. Un sistema educativo sólido, le permitirá a la región, mejorar su sistema laboral. Algo que sin dudas, es de suma importancia para Latinoamérica.
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