El líder chino Xi Jinping endurece las políticas de la República Popular
Conforme se aproximaba la clausura del Congreso Número 19o. del Partido Comunista Chino...
Conforme se aproximaba la clausura del Congreso Número 19o. del Partido Comunista Chino la pasada semana, el Secretario General del Partido, Xi Jinping, consolidó su liderazgo de cara a los próximos cinco años. Mientras que es improbable se revelen con precisión sus políticas previo al Tercer Plenario del Congreso Número 19o. del Partido el próximo año, su reciente discurso ante el Congreso ofrece algunos probables indicadores de la dirección que elegirá.
Respaldarse en el Estado, no en los mercados
En el discurso -que se extendió por más de tres horas-, Xi puso énfasis en el rol de las firmas tuteladas por el Estado, a la hora de ayudar a China a consolidar su meta de convertirse en una 'sociedad moderadamente en bienestar' hacia 2012. Tales compañías serán el eje central sobre el cual gravitarán los esfuerzos para ampliar los sectores chinos en los segmentos de telecomunicaciones, finanzas y energía. China se respladará en los mercados cada vez más, como medio para localizar recursos que motoricen el crecimiento.
Mientras expresó que el mercado habrá de asistir en el proceso de fijación de tasas de interés, subrayó Xi que Pekín 'deberá desarrollar el sector público'. A tal efecto, las firmas cuya titularidad ejerce el Estado se convertirán en 'más fuertes, mejores y más grandes'. Afirmación que sobreviene en notable contraste con la era del Secretario General Jiang Zemin y el Premier Zhu Rongji, cuando el liderato chino buscó reducir la dependencia de las firmas estatales, y abrazó el mercado de manera más abierta.
Asimismo, el discurso de Xi hizo a un lado toda esperanza relativa a que el desarrollo económico chino cree una clase media que pudiere ejercer presión a favor de reformas políticas y de liberalización. Tales esperanzas probablemente sigan sin completarse, en los próximos cinco años.
Endurecimiento de las políticas domésticas
Los comentarios de Xi en relación a Hong Kong, Taiwan y el Internet dejan en claro que su postura no se acerca a la apertura política. Por ejemplo, afirmó que el objetivo del rejuvenecimiento nacional sería 'una expresión de deseos' si no es promocionado por el Partido Comunista Chino.
Antes que seguir el sendero de otras naciones, Xi afirmó que China habrá de perseguir sus propios objetivos políticos, especialmente debido a que 'ningún sistema político debería ser ponderado como la única opción'. A la hora de respaldarlo, el Internet quedará sujeto a controles más férreos, a criterio de limitar el daño ejercido por 'puntos de vista erróneos'. Los 'patriotas' habrán de desempeñar un rol crítico en el liderazgo de Hong Kong y Macao.
Sus comentarios sobre Taiwan se toparon con un ruidoso aplauso:
Con firmeza, respaldaremos la integridad de nuestra soberanía nacional y territorial, en tanto jamás toleraremos una repetición de la tragedia histórica de una nación dividida. La totalidad de las actividades que contribuyan a dividir a la madre patria se encontrarán con la más firme oposición del pueblo chino. Contamos con la capacidad, la firmeza y la confianza suficientes como para derrotar a cualquier complot que se oriente a la secesión e independencia de Taiwan. No toleraremos que ninguna persona, organización ni partido político dividan porción alguna del territorio de China, en ningún momento ni forma.
Estos comentarios ofrecen escasos prospectos para un mayor respeto por los derechos humanos, la transparencia o un intercambio abierto de ideas. Adicionalmente, sugieren un eventual endurecimiento de las políticas hacia Taiwan. Pekín ya ha suspendido toda comunicación oficial y diálogo con Taipei. Los comentarios de Xi sugieren que no solamente es improbable que tal postura se modifique, sino que perfectamente podrían incrementarse las presiones durante su segundo año en el poder.
Modernización militar sostenida
A los efectos de mantener esa presión, y para defender los cada vez más recurrentes reclamos territoriales chinos en el Pacífico Occidental, Xi también dejó en claro que los actuales esfuerzos de modernización militar no se detendrán. Endilgó al Ejército Popular de Liberación la responsabilidad no solo de mostrarse capacitado para involucrarse en guerras futuras, sino también para ganarlas. Lo cual exigirá que el ejército se encuentre capacitado para involucrarse no solo en operaciones convencionales en tierra, mar y en el aire, sino en nuevos teatros de operciones, como ser el ciberespacio y el espacio exterior.
De igual manera, el líder chino remarcó que China no retrotraería sus reclamos territoriales, como en el caso del Mar del Sur de China. Abiertamente, declaró: 'China jamás avanzará en desmedro de los intereses de terceras naciones, pero jamás abandonaremos nuestros legítimos derechos'. Dijo, tiempo después, que China no retrocederá en los asuntos que 'dañan nuestra soberanía, nuestra seguridad y nuestros intereses en materia de desarrollo', que se vinculan directamente al concepto que Pekín entiende como 'intereses críticos'.
A tal efecto, Xi reafirmó el compromiso de la República Popular China de mantener sus puestos de vigilancia exterior y sus islas artificiales en el Mar del Sur de China, y lo propio con el desarrollo sostenido de la armada china, con la meta de defender sus interese marítimos. En conjunto con el encumbramiento de figuras como Wang Huning -ideólogo del Partido Comunista Chino- al Comité Permanente del Politburó, el Congreso Númer 19o. del Partido ha ofrecido escasas razones para ponderar que Pekín ablandará sus posturas, ya fuere en el orden doméstico como en el contexto internacional.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2017/10/30/chinese-leader-xi-jinping-draws-harder-lines-outset-second-term/
Analista e Investigador en la Fundación Heritage (The Heritage Foundation), Washington, D.C., en temas políticos y de seguridad. Como experto en capacidades militares y espaciales de la República Popular China, Cheng se ha especializado también en el estudio de la política exterior y de Defensa chinas, en particular sobre la relación de Pekín con el resto de Asia y con los Estados Unidos de América.