Análisis fundamental: Molinos Agro S.A.
Desde el 19 de junio pasado, Molinos Agro (MOLA) cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
08 de Noviembre de 2017
Desde el 19 de junio pasado, Molinos Agro (MOLA) cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Tras la escisión que tuvo lugar con Molinos Río de la Plata S.A (MOLI), la firma de referencia se convirtió en la primera del sector del crushing de soja y exportación de cereales en cotizar en el Merval. A lo largo de estos meses, los inversores la han denominado como la 'pata sojera' de Molinos -hoy cotiza en el panel general.
La compañía cuenta con una planta industrial situada en San Lorenzo (Provincia de Santa Fe), y con cinco acopios en puntos estratégicos del país que exhiben una capacidad de almacenaje total de 4,2 millones de toneladas de harina de soja y 1,2 millones de toneladas de aceite de soja. Adicionalmente, exporta 500 mil toneladas anuales desde su terminal portuaria de uso exclusivo, contando con casi 2 mil proveedores que conforman la cadena de suministro abasteciendo de soja, cereales y soja certificada por la Environmental Protection Agency (EPA) de los Estados Unidos de América.
En 2016, Molinos Agro alcanzó su segundo mayor registro de carga en la historia del Puerto San Benito (foto): 4.740.000 toneladas de subproductos de molienda de soja. En aquel mismo año, se invirtieron US$ mil millones, a los efectos de consolidar la amplicación de los espacios para warehousing de poroto y harina de soja, y potenciar la operación de cereales. De acuerdo a lo expresado por la firma en un comunicado de aquella oportunidad, la expansión la convertiría: 'en una de las más eficientes del mundo, con capacidad para procesar anualmente 6 millones de toneladas de soja, y exportar 2 millones de toneladas de granos'.
Así, pues, se trata de una de las compañías más poderosas de la República Argentina, que ha decidido dividir sus negocios para concentrarse, por un lado, en el control de marcas a través de Molinos Río de la Plata, y en el negocio de la soja y cereales, por intermedio de Molinos Agro. Teniéndose en consideración los datos del más reciente informe trimestral -que cerrara el próximo-pasado 30 de septiembre-, se observa que el valor por bolsa de MOLA equivale a US$ 530 millones. La ganancia neta obtenida fue de AR$191 millones -la misma, en comparación interanual a misma fecha de 2016, fue casi similar: AR$189 millones (poco más de 1% en el mismo lapso).
Al compararse con el trimestre anterior, se atiende a un crecimiento del activo en AR$2,4 millones y un incremento del pasivo por idéntica cifra: AR$2,4 millones. De tal suerte que el patrimonio ha logrado mantenerse estable. Las ventas crecieron a un ritmo del 50%, aunque los costos financieros se incrementaron en un ciento por ciento, a raíz de las diferencias en el tipo de cambio. La utilidad bruta de la firma se registró inferior a la computada en el mismo trimestre de 2016 (AR$310 millones versus AR$409 millones). Los gastos en general de los últimos seis meses merodearon los AR$320 millones; al cotejarse esta cifra con la utilidad bruta (AR$651 millones), se observa que la ganancia fue superior, en más de AR$ 300 millones -tomando en cuenta siempre términos brutos. Ello consigna que la compañía ingresa utilidades.
Una vez descontado el impuesto a las Ganancias (AR$199 millones), la ganancia neta de la firma se ubica en los AR$ 191 millones, teniéndose en cuenta que al 30 de junio se llevaban ganados AR$137 millones. A ellos se agregan AR$54 millones de ganancias en los últimos tres meses -una cifra remarcable, habida cuenta de que las ventas registran crecimiento, aunque no significativo si se lo analiza desde la perspectiva interanual.
Al mensurarse el volumen de ventas por unidades de negocios, se vislumbra que el más rentable coincide con la soja y sus subproductos, que crecieron en un 125% medidos en un año. Por su parte, la comercialización de cereales se ha incrementado en un 39%, sumando un total (al 30 de septiembre) de AR$16.157.054 M contra AR$7.996.272 M interanual. El contraste está signado por las diferencias en el tipo de cambio registradas en el último trimestre, lo cual representó una barrera a la hora de consolidarse un resultado operativo superior.
De manera complementaria, corresponde subrayar que más del 90% de las ventas de soja y derivados son destinadas por Molinos Agro al mercado externo -apenas una ínfima porción se dirige al mercado interno. De la escisión antes referida entre Molinos Río de la Plata S.A. y Molinos Agro, el análisis se centra en la conclusión de que el negocio que reviste mayor solidez y sustentabilidad es regenteado por la segunda compañía: en lo que va de 2017, los trimestrales de Molinos Río de la Plata llevan una pérdida acumulada de de AR$9 millones.
La compañía cuenta con una planta industrial situada en San Lorenzo (Provincia de Santa Fe), y con cinco acopios en puntos estratégicos del país que exhiben una capacidad de almacenaje total de 4,2 millones de toneladas de harina de soja y 1,2 millones de toneladas de aceite de soja. Adicionalmente, exporta 500 mil toneladas anuales desde su terminal portuaria de uso exclusivo, contando con casi 2 mil proveedores que conforman la cadena de suministro abasteciendo de soja, cereales y soja certificada por la Environmental Protection Agency (EPA) de los Estados Unidos de América.
En 2016, Molinos Agro alcanzó su segundo mayor registro de carga en la historia del Puerto San Benito (foto): 4.740.000 toneladas de subproductos de molienda de soja. En aquel mismo año, se invirtieron US$ mil millones, a los efectos de consolidar la amplicación de los espacios para warehousing de poroto y harina de soja, y potenciar la operación de cereales. De acuerdo a lo expresado por la firma en un comunicado de aquella oportunidad, la expansión la convertiría: 'en una de las más eficientes del mundo, con capacidad para procesar anualmente 6 millones de toneladas de soja, y exportar 2 millones de toneladas de granos'.
Así, pues, se trata de una de las compañías más poderosas de la República Argentina, que ha decidido dividir sus negocios para concentrarse, por un lado, en el control de marcas a través de Molinos Río de la Plata, y en el negocio de la soja y cereales, por intermedio de Molinos Agro. Teniéndose en consideración los datos del más reciente informe trimestral -que cerrara el próximo-pasado 30 de septiembre-, se observa que el valor por bolsa de MOLA equivale a US$ 530 millones. La ganancia neta obtenida fue de AR$191 millones -la misma, en comparación interanual a misma fecha de 2016, fue casi similar: AR$189 millones (poco más de 1% en el mismo lapso).
Al compararse con el trimestre anterior, se atiende a un crecimiento del activo en AR$2,4 millones y un incremento del pasivo por idéntica cifra: AR$2,4 millones. De tal suerte que el patrimonio ha logrado mantenerse estable. Las ventas crecieron a un ritmo del 50%, aunque los costos financieros se incrementaron en un ciento por ciento, a raíz de las diferencias en el tipo de cambio. La utilidad bruta de la firma se registró inferior a la computada en el mismo trimestre de 2016 (AR$310 millones versus AR$409 millones). Los gastos en general de los últimos seis meses merodearon los AR$320 millones; al cotejarse esta cifra con la utilidad bruta (AR$651 millones), se observa que la ganancia fue superior, en más de AR$ 300 millones -tomando en cuenta siempre términos brutos. Ello consigna que la compañía ingresa utilidades.
Una vez descontado el impuesto a las Ganancias (AR$199 millones), la ganancia neta de la firma se ubica en los AR$ 191 millones, teniéndose en cuenta que al 30 de junio se llevaban ganados AR$137 millones. A ellos se agregan AR$54 millones de ganancias en los últimos tres meses -una cifra remarcable, habida cuenta de que las ventas registran crecimiento, aunque no significativo si se lo analiza desde la perspectiva interanual.
Al mensurarse el volumen de ventas por unidades de negocios, se vislumbra que el más rentable coincide con la soja y sus subproductos, que crecieron en un 125% medidos en un año. Por su parte, la comercialización de cereales se ha incrementado en un 39%, sumando un total (al 30 de septiembre) de AR$16.157.054 M contra AR$7.996.272 M interanual. El contraste está signado por las diferencias en el tipo de cambio registradas en el último trimestre, lo cual representó una barrera a la hora de consolidarse un resultado operativo superior.
De manera complementaria, corresponde subrayar que más del 90% de las ventas de soja y derivados son destinadas por Molinos Agro al mercado externo -apenas una ínfima porción se dirige al mercado interno. De la escisión antes referida entre Molinos Río de la Plata S.A. y Molinos Agro, el análisis se centra en la conclusión de que el negocio que reviste mayor solidez y sustentabilidad es regenteado por la segunda compañía: en lo que va de 2017, los trimestrales de Molinos Río de la Plata llevan una pérdida acumulada de de AR$9 millones.
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@EricNesich
Sobre Eric Nesich
Es Licenciado en Periodismo y Licenciado en Ciencia Política. Columnista de El Ojo Digital especializado en temas económicos y financieros, y aficionado a la investigación relativa a fraudes y estafas en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina. Sus artículos son publicados regularmente en http://www.elojodigital.com/categoria/tags/eric-nesich. Su correo electrónico para consultas es eric.nesich@gmail.com.