Escalada de violencia en Irán: qué debe hacer Estados Unidos
Irán está siendo conmovido por una ola de protestas ciudadanas contra el régimen islámico...
Irán está siendo conmovido por una ola de protestas ciudadanas contra el régimen islámico -lo cual viene sucediendo desde el próximo-pasado 28 de diciembre. Las manifestaciones se han visto fogoneadas por un recurriente resentimiento ciudadano contra la mala administración macroeconómica, y el escenario ha rematado hasta escalar en denuncias políticas contra los regentes del gobierno.
el presidente estadounidense Donald Trump se ha mostrado rápido de reflejos, ofreciendo respaldo a los manifestantes -expresándose Trump en una serie de comentarios en Twitter. En Año Nuevo, el mandatario americano publicó:
Irán está fracasando en todos los niveles, a pesar del horrendo convenio firmado por ese gobierno con la Administración Obama. El gran pueblo iraní ha sido reprimido durante muchos años. Los ciudadanos tienen hambre de alimentos y de libertades. Junto con sus derechos humanos, la riqueza de Irán está siendo saqueada. ¡ES HORA DE UN CAMBIO!
Los cánticos sobre la escalada de precios al consumidor han cedido a críticas cada vez más osadas contra aquello que los manifestantes ven como un gobierno represivo y corrupto, que fracasa a la hora de hacer frente a las necesidades populares. Las exigencias del público se han mostrado variables. Algunos entonaron: 'No queremos una República Islámica', y 'Muerte al dictador' -en referencia al Líder Supremo, el ayatolá Ali Khamenei.
Resentimiento contra las medidas económicas, que nutre a la amplificación de revulsión política
En apariencia, las protestas se vieron fogoneadas por un incremento en los precios de alimentos básicos, lo cual también supo contribuír en su momento a las manifestaciones en pos de la Primavera Arabe, seis años atrás. La protesta ciudadana se extendió rápidamente, potenciada por un sinnúmero de posts en redes sociales, mientras tenía lugar la cobertura mediática oficial (controlada por Teherán). Se asiste hoy a las manifestaciones ciudadanas más importantes desde que millones de iraníes se dirigieron a las calles en 2009 para protestar contra la elección amañada del entonces mandatario Mahmoud Ahmadinejad. Pero el régimen aplastó aquellas protestas en lo que consignó un brutal ataque, que arrojaría como resultado un saldo de treinta muertos y miles de ciudadanos arrestados, torturados y enviados a prisión.
Hasta el momento, las recurrentes protestas no han alcanzado los niveles logrados por el Movimiento Verde en 2009, del que tomaron parte millones. Hasta el día de la fecha, se ha informado de una veintena de muertos tras las manifestaciones -en tanto el domingo por la noche los choques entre ciudadanos y fuerzas de seguridad estatales se intensificaban. Algunas de las protestas iniciales en Mashhad, según se informó, fueron organizadas por simpatizantes de línea dura del régimen pero que se oponen a Rouhani -y quizás hayan pergeñado la intentona con el objetivo de comprometer su autoridad.
Las marchas pro-Teherán denunciaron que los líderes del Movimiento Verde de 2009 podrían estar detrás de los desmanes. El desempleo se ubica en cifras superiores al 12%, y la inflación se ha disparado al 10%. Los recientes incrementos de precios en los huegos y productos de granja (que se ubicaron en torno del 40%) parecen haber constituído la razón primaria para las manifestaciones. Todo ello, mientras un vocero del gobierno culpó a la aniquilación de aves a partir de temores de gripe aviar.
Centenares de estudiantes se han unido a una nueva manfiestación en la Universidad de Teherán, que previamente había sido origen de otras protestas contra el régimen. A través de la historia, han sido los estudiantes iraníes quienes desempeñaron un rol de liderazgo en numerosos movimientos revolucionarios -incluyendo la Revolución Islámica de 1979.
La tensa situación en la Universidad de Teherán está llamada a ser una prueba de fuego para la fortaleza del movimiento antigobierno, así como también para la capacidad del régimen de contener, sofocar o aplastar las protestas. La Guardia Revolucionaria, que reprimió con severidad a la ciudadanía en 2009 (y que comporta un rol crítico en la exportación de terrorismo e ideología revolucionaria del régimen) continúa constituyendo una poderosa fuerza represiva, y es probable que aplaste a los revolucionarios si acaso las fuerzas de policía prueban ser inadecuadas para lidiar con el problema.
Veloz réplica de Trump
Trump hizo público su respaldo a las protestas, en la red social Twitter.
El presidente estadounidense tiene la razón al afirmar que el resentimiento que ahora se ve en las calles tiene su origen en el resentimiento motivado por los costos de la agresiva política exterior iraní; en tal sentido, los manifestantes están exigiendo que Teherán invierta menos en financiar a grupos radicales en el exterior, para concentrarse en la economía local. Algunas de las nuevas manifestaciones han denunciado específicamente la extendida corruptela gubernamental, así como también el oneroso costo de involucrarse en conflictos regionales, como los de Siria e Irak. En Mashhad, algunos gritaban: 'Ni por Gaza, ni por el Líbano; mi vida por Irán', manifiesta referencia de los manifestantes para oponerse a la prerrogativa del régimen de exportar revolución antes que de responder a las necesidades locales. Asimismo, denunciaron al liderato teocrático de su país: 'Las personas actúan como mendigos; los clérigos actúan como si fueran Dios'.
Washington, por su parte, habrá de seguir incrementando los costos militares, económicos y políticos a largo plazo en los que incurre Irán tras intervenir en Siria, Irak y Yemén. Cabe subrayar que la mala administración y la corrupción del régimen -como también su respaldo por la revolución islámica y el terrorismo, lo cual ha dado lugar a sanciones internacionales- han exacerbado los problemas económicos de Irán.
La política exterior estadounidense habrá de subrayar y denunciar la represión del régimen, y sus abusos en perjuicio de los derechos humanos de sus ciudadanos. Sin embargo, es probable que las manifestaciones sean rápidamente reprimidas o bien disueltas. Como también existe la probabilidad de que sean absorbidas por fuerzas antioccidentales -conforme ha sucedido con muchos casos en la Primavera Arabe. Washington deberá respaldar el derecho de los ciudadanos iraníes a desafiar a la represión de su gobierno y a denunciar la corrupción de un gobierno tiránico, pero Estados Unidos deberá abstenerses de respaldar a líderes específicos de la oposición, hasta tanto los cánticos y las arengas que de allí partan sean convenientemente ponderados y evaluados.
Hasta entonces, la Administración Trump deberá hacer lo mejor para publicitar y promocionar las legítimas preocupaciones políticas y económicas de la ciudadanía iraní, y sus esfuerzos para recuperar sus libertades de manos de una dictadura islamista que resposa en matones para suprimir a su propio pueblo.
Artículo original en inglés, en http://dailysignal.com/2018/01/01/iranian-protests-escalate-against-the-regime-in-tehran/
Analista senior en el Centro Douglas y Sarah Allison para Estudios de Política Exterior en la Fundación Heritage. Ha desarrollado numerosos trabajos sobre asuntos relativos al Medio Oriente y sobre terrorismo internacional desde 1978. Es columnista en medios televisivos norteamericanos y ha testificado en comités del congreso estadounidense en relación a temáticas de seguridad internacional.