Mike Pompeo, una opción excelente para el Departamento de Estado

La designación de Mike Pompeo como próximo Secretario de Estado americano -aunque la decisión aún queda sujeta a su confirmación por parte del Congreso- envía una señal contundente, en el sentido de que la presidencia de Donald Trump se ha comprometido a garantizar un liderazgo robusto en el concierto mundial.

 

Pompeo es una sólida elección para el puesto, reemplazando a Rex Tillerson en Foggy Bottom. El mencionado ha llevado a cabo una faena estupenda como Director de la CIA, y ha sido una figura clave en la exitosa estrategia de la Administración a la hora de derrotar al Estado Islámico y la amenaza que este grupo encarnaba para Irak y Siria, reduciendo el dominio geográfico de la organización terrorista a solo un 2% del territorio que otrora controlaba en la región.

 

Adicionalmente, Pompeo cuenta con una extendida trayectoria trabajando con legisladores en Capitol Hill, habiendo servido durante tres períodos en el congreso estadunidense, en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

 

Pompeo se halla en una posición ideal para conducir los destinos de la política exterior estadounidense, en un momento en que la potencia mundial debe lidiar con una serie de desafíos globales, que van desde el espectro potencial de una República Islámica de Irán con armas nucleares hasta la amenaza creciente representada por la Federación Rusa de Vladimir Putin. Las prioridades del flamante Secretario de Estado habrán de fortalecer las alianzas de los Estados Unidos de América, confrontar a adversarios críticos -entre los que se incluye a actores respaldados por Estados, y a redes islamistas dedicadas al terrorismo-, y reafirmar a los amigos de EE.UU. que éste país ha tomado una posición clara a favor de sus intereses.

Al igual que el presidente Donald Trump, Pompeo se ha mostrado en gran medida escéptico frente al profundamente fallido y extremadamente débil convenio nuclear con Irán, en su momento firmado por la Administración Obama -conocido técnicamente como Plan Abarcativo de Acción Conjunta (Joint Comprehensive Plan of Action). El funcionario habrá de ser instrumental en los esfuerzos para alinear a los aliados europeos de los Estados Unidos, en la necesidad de fortalecer el mencionado acuerdo. Si los aliados de los Estados Unidos en el Viejo Continente se rehusaran a hacerlo, Trump ha dejado bien en claro quese retirará del convenio al arribar el próximo mes de mayo.

 

De igual manera, Pompeo tendrá en consideración la visión más amplia que explicita la estrategia estadounidense para imponerse en Irán. Esta estrategia confronta el desarrollo iraní de misiles balísticos de largo alcance y a su respaldo al terrorismo a través de Hamás y Hezbolá, así como también la supresión que el régimen de Teherán ejercita contra los derechos humanos de su población.

 

La designación de Pompeo llega en una instancia en la que el mayor aliado estratégico de Irán -Rusia- se muestra cada vez más amenazador contra los aliados de Estados Unidos en Europa, especialmente contra aquellos situados en la vera del Báltico y la Europa Oriental.

 

Como Secretario de Estado, Pompeo desempeñará un rol clave en la remodelación de la réplica general de los EE.UU. contra Moscú, la cual incluirá el fortalecimiento de sanciones económicas, la potenciación de la presencia militar estadounidense en Europa por intermedio de OTAN, y el respaldo a Ucrania contra la agresión perpetrada por fuerzas rusas. A la postre, Pompeo supervisará la respuesta americana contra el empleo barbárico, por parte del régimen ruso, de armas químicas en suelo británico -lo cual consignó un ataque directo contra la soberanía del Reino Unido.

 

En Asia, Pompeo será parte del redireccionamiento de las próximas negociaciones con Corea del Norte, con miras a que esa nación ponga fin a su programa de armas nucleares. Asimismo, habrá de lidiar con el creciente rol de la República Popular China, que busca imponer su hegemonía en el Lejano Oriente.

 

En Oriente Medio, Pompeo recibirá la tarea de supervisar la respuesta estadounidense a la dictadura de Basher al-Assad y a su costumbre de reincidir en el homicidio masivo de civiles, y la responsabilidad de que Estados Unidos resista los intentos rusos e iraníes por garantizar una presencia de largo plazo en Siria, nación azotada por la guerra civil.

 

El portfolio de Pompeo también involucrará a la guerra global contra el terrorismo islamista, personificado hoy en los grupos ISIS y al-Qaeda. Esa guerra continúa bajo desarrollo en múltiples fuentes, incluyéndose a Africa del Norte, el Sur de Asia y Afganistán -e incluso llega a las calles y avenidas principales de numerosas ciudades europeas, desde Bruselas y París hasta Londres y Berlín.

 

Pompeo liderará el Departamento de Estado en una instancia verdaderamente crucial para el liderazgo estadounidense. Trae con él una extendida experiencia en la rama ejecutiva y legislativa, así como también un sistema de trabajo en notable cercanía con el presidente estadounidense.

 

Su clara comprensión de las amenazas con que Estados Unidos debe lidiar hoy mismo, así como su firme compromiso con las alianzas de Washington en el concierto mundial, lo convierten en una opción ideal para el puesto.


Artículo original, en inglés, en http://dailysignal.com/2018/03/13/mike-pompeo-excellent-choice-secretary-state/