Paraguay: sobre los 'free shops' brasileños y la falta de visión estratégica en Asunción

Es inminente la inauguración de los free shops o tiendas libres de impuestos por parte portadora de una visión estratégica. El comercio fronterizo implica pertenencia de sus habitantes al Estado, de soberanía y defensa territorial.

 

Si toda sale como Brasil se lo ha propuesto, y Paraguay se queda de brazos cruzados porque no no alimenta su propia visión geopolítica, ello significará modificar de una vez por toda la preeminencia de Ciudad del Este en la zona de la Triple Frontera. El turismo de compras afecta a la economía, dada su directa e indirecta relación con miles de puestos laborales y multimillonarias inversiones, tanto públicas como privadas.

 

Y, si acaso algunos esperaban que Brasil continuaría sin tomar medidas diferentes en su comercio fronterizo, como las de modificar el cupo de compras a los productos ofertados en Ciudad del Este y, de ese modo, seguir afectando sus intereses comerciales, no solo estaban pecando de ingenuos: también desconocen profundamente la historia de este país continental.

 

Ingenuos, porque Brasil con sus complicada agenda política y económica de los últimos años que lo llevaron a poner en entredicho su liderazgo en la región, algo tenía que hacer. Y, en efecto, sus empresarios y políticos están dispuestos a arremangarse las camisas para poner la casa en orden. Era cuestión de tiempo.

 

En cuanto a la historia, desconocer que Brasil fue y sigue actuando bajo el sustrato de un imperialismo que nunca se ha ido del todo, es un error (y muy grave), especialmente porque, al dejar de tomar en consideración esta variable -que hace a la visión estratégica del país vecino-, diplomáticos y negociadores paraguayos jamás podrán defender con argumentos y carácter los legítimos intereses de nuestro país, los que los convierte en débiles y a estar a la defensiva. En definitiva, presas fáciles de un entreguismo con fuerte olor a corrupción.

 

Paraguay, la Argentina y Uruguay ya cuentan con normativas para los free shops. Pero, Brasil pretende llevarla a cabo, aplicando un cupo de compras de hasta 500 dólares a los extranjeros que compren en sus tiendas y apenas permitiendo entre 150 y 300 dólares a los brasileños que realicen compras en las tiendas del Paraguay.

 

Ello terminará de consignar una fuerte estocada en perjuicio de los ingresos en los comercios de Ciudad del Este; a su vez, el escenario negativo repercutirá incluso en Salto de Guairá y Pedro Juan Caballero. Con la disminución de los ingresos, se vendrá la reducción en los costos administrativos como laborales. Los free shops en el Brasil, además, tendrán el empuje de un ambiente de seguridad e infraestructura ampliamente superiores, al comparárselos con las garantías existentes en Paraguay.

 

A la sazón, la ausencia de visión estratégica por parte de nuestros gobernantes y dirigentes, que continúan enfrascados en sus luchas internas al solo efecto de seguir ocupando cargos altamente remunerados, sigue provocando una pérdida de oportunidades que representa un elevado costo para la población paraguaya, en un mundo globalizado y cada vez más competitivo.

 

Si la dirigencia de la República del Paraguay se propone verdaderamente trabajar por el bien del país, pues entonces habrán de contar con una visión estratégica que se respalde en la noción fundamental de que el individuo es el centro de la sociedad, y no el Estado. Adicionalmente, que la iniciativa empresarial no tiene sustitutos para el progreso. Por ende, habrán de liberar las fuerzas creadoras del libremercado, despojándoselas de sus cadenas, a los efectos de que se le permita hacer lo que mejor sabe hacer: generar riqueza y distribuirlas según el propio mercado o, lo que es lo mismo, en conformidad con el criterio de las personas que cooperan libremente entre sí.